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Hipocondría: 14 ideas (Text en castellà)

Algunas consideraciones a tener en cuenta:

  1. La salud no es la ausencia de molestias o dolores, es un estado de bienestar físico y psicológico con o sin molestias o dolores.
  2. No todas las sensaciones de nuestro cuerpo tienen explicación.
  3. En la hipocondría LA PREOCUPACIÓN ES EL PROBLEMA. De manera que trate de detectar y cambiar esos pensamientos angustiantes sobre padecer una enfermedad o morir, que tanto le están atormentando.
  4. Deje de hacer visitas continuamente a médicos u otros especialistas, y de solicitar pruebas y analíticas. No van por ahí los tiros.
  5. Con los amigos, familiares u otros pacientes, hable de temas de interés general (política, deportes, el tiempo). Si sigue hablando sobre problemas de salud, conseguirá que no le escuchen.
  6. Interesarse tanto por la salud y las enfermedades (preguntas a especialistas, ver ciertos programas, consultar a enciclopedias médicas) hará que tienda a malinterpretar sus propias sensaciones de manera catastrofista. Esto no le beneficia, será mejor que lo evite.
  7. Si esta usted continuamente autoexaminándose sólo conseguirá hacerse daño o ver dolores o enfermedades donde no hay.
  8. Usted no es médico, por tanto, no se medique según sus propios criterios.
  9. Si esta usted excesivamente atento a su propio cuerpo amplificará las sensaciones. Si además interpreta estas sensaciones como señal de peligro , se angustiará más, con lo que sentirá nuevas y peores sensaciones a las que dará nuevas y peores interpretaciones, y así sucesivamente. Mejor cortar de raíz este círculo vicioso.
  10. El estar distraído (salir con los amigos, pasear por la plaza, leer, ordenar la casa, etc…) le ayudará a no estar en todo momento pendiente a el más leve cambio en su organismo. Como decía Jaspers “…la atención puede aumentar el dolor por la preocupación, aliviarlo por la observación objetiva, o hacerlo olvidar por la distracción”.
  11. Y, en todo caso, si se centra en Ud mismo, vea que también hay sensaciones positivas. El agradable tacto de una prenda de seda, o el bienestar de la espalda sobre el mullido sillón, son ejemplos de ello.
  12. El estrés hará que esté más ansioso, y la ansiedad tiene una serie de manifestaciones físicas y psicológicas. Por tanto mientras más sosegada sea su vida, menos síntomas tendrá para que le generen preocupaciones.
  13. Llevar una vida lo más natural posible (sin forzar a nuestro cuerpo más allá de sus límites físicos y psicológicos) y hacer deporte periódicamente le ayudará a disminuir el estrés y a mejorar su estado de ánimo.
  14. ¿Para qué renunciar a esas actividades que tanto le llenaban por una enfermedad que aún no se ha diagnosticado? Aunque finalmente padezca la enfermedad que cree, disfrute de la vida. Si renuncia a esas cosas agradables se sentirá usted muchísimo peor.

Video: Hipocondría: Ansiedad por la enfermedad.

Para saber más

Avia, M.D. (1993). Hipocondría. Barcelona. Ed. Martinez Roca.

Avia, M.D. (2000). Enfermos imaginarios. Barcelona. Ed. Oceano

Rojas, E. (1989).  La ansiedad. Madrid. Ediciones Temas de Hoy

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Fuente: Texto: Miguel Luna. Dibujo: Raúl Ariño/2010.Clínica de la Ansiedad

Programa de RNE: La observadora, con Teresa Viejo. Título: Hipocondríacos. Con la participación de la Psicóloga Rosa León García, del equipo de Clínica de la Ansiedad. Minutos 5 a 46. Emitido el 5-5-14

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Deu regles per a afrontar el pànic (text en castellà)

  1. Recuerde que las sensaciones no son más que una exageración de las reacciones corporales normales al estrés.
  2. No son , en absoluto, perjudiciales ni peligrosas; solamente desagradables. No sucederá nada peor.
  3. Deje de aumentar el pánico con pensamientos atemorizadores sobre lo que está sucediendo y a dónde podría conducir.
  4. Observe lo que está sucediendo en su cuerpo realmente ahora, no lo que usted tema que pudiera pasar.
  5. Espere y deje tiempo al miedo para que pase. No luche en contra, ni huya de él.
  6. Observe que cuando usted deja de aumentarlo al añadir pensamientos atemorizadores, el miedo comienza a desaparecer por si mismo.
  7. Recuerde que el objetivo fundamental de la práctica es cómo afrontar el miedo sin evitarlo. Por tanto, ésta es una oportunidad de progresar.
  8. Piense en el avance que ha conseguido hasta ahora, a pesar de todas las dificultades. Piense en lo satisfecho que estará cuando lo consiga esta vez.
  9. Cuando comience a sentirse mejor, mire a su alrededor y empiece a planear qué va a hacer a continuación.
  10. Cuando esté preparado para continuar, comience de forma tranquila y relajada. No hay necesidad de esfuerzo, ni prisas.

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Fuente: Mathews, A. M., Gelder, M. G. y Jonhston, D. W. (1985). Agorafobia: naturaleza y tratamiento. Barcelona: Fontanella. Dibujo: Raúl Ariño

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Nueve consejos contra el miedo(text en castellà)

CARTA A MÍ MISMO DÁNDOME NUEVE CONSEJOS CONTRA EL MIEDO
José Antonio Marina

  1. Distingue los miedos amigos de los miedos enemigos. Los amigos te advierten del peligro para liberarte de él, no para entregarte en sus manos. Los amigos te preparan para acometer, los enemigos te disuaden de que lo hagas y, además, te vampirizan, o sea, te dejan exangüe.
  2. Tú no eres tu miedo. Una de las artimañas más insidiosas usadas por el miedo para deliberar nuestra fuerza es que nos identifiquemos con él y nos sintamos avergonzados. Esto nos condena al silencio, al secretismo y nos impide buscar ayuda. Los miedos son algo que soportamos, como la úlcera de estómago. Tienes que pedir respeto por tus miedos, como por tus otras dolencias.
  3. Debes declarar la guerra a los miedos enemigos, que han invadido tu intimidad. Hay que movilizarse, es decir, adoptar una postura activa. Recuerda lo que se dijo en el libro M.J. Mahoney Psychoterapy Process: “Hay que mantener el énfasis sobre las acciones, como es característico del planteamiento conductual de los problemas clínicos. Por ejemplo, sospechamos que las investigaciones futuras revelarán que gran parte del éxito de la terapia racional emotiva de Ellis – tan atractiva para los terapeutas de orientación cognitiva- se debe al énfasis que se pone en las obligaciones de la vida real, y al interés del terapeuta en que el sujeto actúe de forma distinta a la de ocuparse del análisis racional de las ideas irracionales”.
  4. Tienes que conocer a tus enemigos y a sus aliados. Hay que conocer las estrategias del miedo, las circunstancias en que prefiere atacar, sin olvidar que es un fenómeno transaccional, que surge de la interacción de un factor subjetivo –tú- y de un factor objetivo –tu circunstancia-. El enemigo está, por lo tanto, fuera y dentro de ti. Dentro de ti están las falsas creencias que lo alimentan, el miedo al esfuerzo, y, si me apuras, estás como todos nosotros intoxicado de comodidad. ¿A cuántas cosas has dado poderes plenipotenciarios sobre tu vida, es decir, cuántas cosas insignificantes has convertido en imprescindibles? “Lo que poseo, me posee”, dijo Nietzsche previendo sin duda nuestra época de hipotecas generalizadas en lo inmobiliario y en lo anímico.
  5. No puedes colaborar con el enemigo. Todos podemos ser colaboracionistas sin darnos cuenta. El miedo es invasor y como todos los invasores tiende a corromper al invadido. Puede apoderarse de la conciencia entera del sujeto, alterar sus relaciones. Conviene por ello que lo aísles dentro de tu dinamismo mental. No intentes justificarlo. No puedes decir: “Hoy no voy a esa reunión porque va a ser muy aburrida”, cuando deberías reconocer: “No voy a esa casa porque me da miedo la gente”. No puedes decir: “No me vale la pena reclamar por una cosa tan boba” cuando en el fondo lo que estás pensando es que no sabes cómo hacerlo o que no te atreves.
  6. Tienes que fortalecerte. Te daré una fórmula infantil por su simplicidad:

Intensidad del miedo = Gravedad del peligro dividido por Fortaleza personal

La solución para luchar contra el miedo es disminuir el peligro o aumentar los recursos personales. En primer lugar, tienes que preparar tu organismo para la batalla. El miedo emerge de la biología, aunque no se reduzca a ella. Está demostrado que el ejercicio físico es un antídoto contra la angustia. Proporciona además una nueva relación con el cuerpo y con las sensaciones que proceden de él. Aumenta la tolerancia al esfuerzo. No olvides que las personas con tendencia a la angustia soléis eludir el ejercicio físico.

  1. Háblate como si fueras tu entrenador. El modo como conversamos con nosotros mismos, y la influencia que tiene en nuestro estado anímico ese Otro íntimo con que conversamos, nos permite acceder o no a las fuentes de nuestra energía. Los entrenadores saben muy bien que el atleta debe animarse a sí mismo antes de dar el salto. Y los terapeutas más conspicuos insisten mucho en preguntar al paciente los comentarios que se hace en secreto sobre la terapia que está recibiendo. Saben que una actitud displicente o unos comentarios acres o devaluadores van a limitar la eficacia del tratamiento.
  2. Debilita a tu enemigo. Critica las creencias en que se basa. Desenmascara sus jugadas de farol. Búrlate de él. Desarrolla el sentido del humor para desactivarlo. Aprovecha todo lo que sabes para hacerle daño. Y sabes dos cosas menos. Primera: que las técnicas para desprestigiar el estímulo peligroso son la desensibilización imaginaria o real. Exponerse gradualmente, en vivo o en imagen. Segunda: que las creencias erróneas son el caballo de Troya del que se sirve el miedo para entrar dentro de ti. Hay que detectar esas creencias, criticarlas, discutirlas, arrinconarlas y, cuando estén lo suficientemente debilitadas, darles una patada en el culo –porque las ideas también tienen trasero- y sustituirlas por otras creencias adecuadas para vivir.
  3. Busca buenos aliados. Es difícil combatir el miedo solo. Y si el miedo es patológico, imposible. Busca, pues, consejo y ayuda de personas competentes. Y, si tienes esa suerte, busca a quien pueda darte ánimo cuando estés desalentado. Las redes de apoyo afectivo son la mejor solución a muchos de nuestros problemas, incluido el miedo, pero tienen un defecto: no dependen sólo de nosotros. Recuerdo que uno de mis maestros de juventud, Maurice Merleau-Ponty, repetía: “Un hombre vale lo que valen sus relaciones”. No sé si tenía razón, pero sé que me hizo ver que crear una red de afectos es una de los grandes triunfos de la inteligencia.

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Fuente: José Antonio Marina: Anatomía del miedo. Anagrama, 2006.
Dibujo: Raúl Ariño, 2010.

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Organització del temps (Text en castellà)

“El único modo de tener tiempo es tomárselo”. Bertha Eckstein-Deiner.

El texto que se presenta a continuación está especialmente indicado para personas con problemas debidos a la sobrecarga de actividades o cuya actividad diaria no les es del todo satisfactoria. Si estos son los únicos problemas, los párrafos siguientes pueden serles de utilidad, ya que ayudan a reflexionar sobre el uso de nuestro propio tiempo y da orientaciones de cómo mejorarlo. No obstante, si los problemas con el tiempo son sólo una parte de un problema de mayor extensión, se requeriría la intervención de un profesional para ayudar a la persona a resolver sus dificultades.

Como personas tenemos una serie de intereses y necesidades, que se traducen en actividades de distinto tipo. Estas actividades ocupan tiempo. Y el tiempo no puede controlarse, pero sí lo que hacemos en el tiempo. La habilidad de organizar el tiempo en función de nuestras obligaciones e intereses es importante, tanto para evitar el estrés como para potenciar el desarrollo personal.

Por ello antes de hacer consideraciones sobre cómo usar mejor nuestro tiempo, conviene que hagamos una pequeña auto-evaluación de cómo nos organizamos a través de un auto-registro. Para ello confeccionaremos una tabla con cuatro columnas. En la primera, correspondiente a la hora, anotaremos sucesivamente las horas del día. En la segunda anotaremos las actividades que hemos hecho realmente; en la tercera las actividades planificadas pero que no tuvimos tiempo de realizar; y finalmente, en la cuarta, aquellas que nos hubiera gustado hacer pero que ni siquiera consideramos. Una vez realizada la tabla, hemos de registrar las actividades, del modo indicado, durante tres días.

Si durante estos tres días hay más actividades en la tercera columna, con respecto a la segunda, significa que planifica más actividades de las que realmente hace.

Si es la cuarta columna la que tiene más actividades que la tercera, es indicativo de que deja una gran número de actividades que le agradan sin realizar.

Si ocurre algo de esto, repase la segunda columna preguntándose si todas las actividades que ha realizado son realmente importantes. Y aunque ninguna de estas dos cosas ocurra, rellenar esta tabla durante 3 días le permitirá tener una visión más objetiva de cómo usa su tiempo y le permitirá introducir cambios que redunden en su beneficio.

Una vez sabemos ya como organizamos nuestro tiempo realmente, pasaremos a dar unas indicaciones de cómo se debería organizar para que se cumplieran nuestros intereses y las verdaderas obligaciones.

1.- Metas

Serían objetivos a medio y largo plazo. Las actividades que hacemos día a día deben orientarse a la consecución de estas metas. Un buen ejercicio sería tratar de escribir nuestras metas y las actividades que podemos hacer para alcanzarlas. Siempre pensando que las metas han de cumplir una serie de condiciones (Acosta, 1999):

  • han de ser propias de uno mismo.
  • lo más concretas posibles, si puede ser cuantificables.
  • pocas pero importantes.
  • que sean compatibles (esto no siempre será posible por lo que habrá que establecer que meta es más prioritaria).
  • alcanzables, pero que impliquen una cierta dificultad.
  • preferiblemente con plazo.
  • divididas en pasos y con premios al superar cada paso

Las metas están continuamente cambiando. Esto implica que este ejercicio se puede hacer continuamente, renovando objetivos, ordenándolos según prioridades y procurando que no se produzcan incompatibilidades.

2.- Programación de actividades diarias.

Es un ejercicio que, realizado de manera adecuada, sirve para prevenir el estrés y para facilitar el desarrollo personal y la creatividad en aquellas áreas que pueden ser de nuestro interés. En primer lugar, ha de hacer una lista diaria de lo que tiene que hacer y de lo que le gustaría hacer. Luego clasifique estas actividades diarias en tres grupos (de más a menos prioridad):

  1. Hay que hacerlas de inmediato
  2. Son muy importantes, pero no se han de hacer necesariamente hoy. Si se demoran mucho pasan a ser tipo A.
  3. También son importantes pero se pueden dejar por más tiempo.

En segundo lugar se organiza el día poniendo primero aquellas actividades que se han de hacer con un horario concreto (las clases de inglés o ir a buscar a los niños al colegio por ejemplo). Luego se ponen las actividades tipo A, aunque no todos los días han de incluir este tipo de actividades. En los huecos que queden se incluyen actividades tipo B. Y en los espacios libres restantes se añaden actividades tipo C. Si no se dispone de tiempo suficiente se dejan las actividades tipo B y C.

3.- Consejos para programar actividades

  • Ordenar las actividades según le gusten más o menos (por ejemplo dejar las más agradables para final del día y que así sirvan de premio a la realización de otras menos agradables).
  • En el orden también se han de considerar las exigencias de las propias actividades y el momento en que se les puede sacar mejor partido (por ejemplo, hay gente que, al levantarse, está más fresca y despejada, con lo que si quiere realizar una tarea que exija cálculos, lo hará mejor por la mañana, a primera hora).
  • Para cada actividad hay que planificar un tiempo, que será siempre superior a lo que exigiría la tarea. Así se previenen imprevistos, y si se acaba antes de los planificado deja tiempo libre para hacer otras actividades.
  • Dejar pausas entre actividades.
  • Programar también algunos tiempos de relajación.
  • Incluir no sólo tareas obligatorias (ir al banco, consultar a un asesor fiscal, hacer la compra…), sino también aquellas que nos reporten mayor satisfacción (leer un libro interesante, pasear, quedar con amigos…).

4.- Consejos para ganar tiempo

  • Delegue responsabilidades: aunque al principio encargar a otros tareas que usted hace puede implicar más tiempo, a la larga le liberará para hacer otras actividades interesantes. Si no sigue este consejo, seguramente es porque piensa que los otros no lo harán tan bien como yo” o que “tardo más en explicarlo que en hacerlo yo. Permítase comprobar que esto, a largo plazo, no se cumple.
  • Aprenda a decir NO a ciertas demandas inesperadas de los demás: si se dice sin agresividad no produce enfado en los demás y contribuye al respeto mutuo
  • Ajustarse al plan previsto: cuando empezamos algo, lo acabamos, luego ya pasaremos a otras actividades. Si no procedemos así nos llevará más tiempo y esfuerzo llevar a término las actividades en curso. Además el no acabarlas implica que se mantengan en nuestro pensamiento, interfiriendo con cualquier otra cosa que hagamos.
  • Reducir el tiempo para actividades a las que les dedicamos un tiempo excesivo.
  • Cuidado con las DILACIONES (posponer cosas): si pospone actividades importantes por falta de tiempo debe prescindir de actividades menos importantes. Si lo hace por inseguridad, piense que al tomar una decisión casi nunca tenemos toda la información que desearíamos tener. Y si pospone porque no le gusta la actividad, cuanto antes la haga antes dejará de preocuparle, y si la hace repetidamente puede que hasta encuentre aspectos positivos de ésta.
  • Cuidado con el perfeccionismo: la mayor perfección no compensa el tiempo y el esfuerzo dedicados. Además puede generar problemas en su relación con otras personas.
  • A mitad y final del día revise su programa de actividades y si va consiguiendo sus objetivos, felicítese porque se lo merece. Si no es así puede ser que alguna parte del proceso esté fallando.

Para saber más

Acosta, J.M. (1999). Gestión eficaz del tiempo y control del estrés Madrid. ESIC Editorial.

Craske, M.G. ; Barlow, D.H.; O´Leary, T. (1992). Mastery of your anxiety and worry. Albaby, NY. Graywind.

Seven-Schreiber, J.L. (2001). El nuevo arte de vivir el tiempo, contra el estrés. Barcelona. Paidós.

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Fuente: Texto: Miguel Luna. Dibujo: Raúl Ariño. Clínica de la Ansiedad. Psicólogos en Madrid y Barcelona, especialistas en el tratamiento de la ansiedad

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Ansiedad y solución de problemas: un procedimiento (Text en castellà)

La vida de todas las personas está llena de problema, pero nosotros somos solucionadores natos de problemas. Así que es posible hacer frente a estos problemas si les dedicamos el tiempo y el esfuerzo necesario. Sin embargo, a veces, nos encontramos con problemas que parecen no tener solución. Esto suele provocar que nos sintamos ansiosos, y por tanto que perdamos facultades para resolver con éxito el problema o que directamente evitemos enfrentarnos al problema. Con el procedimiento que presentamos a continuación, se pueden hallar soluciones para estos problemas, siempre que se enfrente uno con calma a ellos, se sigan bien las instrucciones y se dedique el suficiente tiempo y esfuerzo.

Aunque pueda parecer un esquema con demasiadas partes, esta comprobada su eficacia en buscar nuevas y útiles soluciones a problemas en apariencia sin salida.

  1. Definición y formulación del problema

Si definimos un problema, ya lo tenemos medio resuelto. Para esto se han de seguir los siguientes pasos:

  1. Recoge toda la información importante del problema respondiendo a las cinco preguntas de abajo. Si no hay suficiente información se ha de buscar.
  • ¿Qué ocurre?
  • ¿Quién esta implicado?
  • ¿Cuándo ocurre?
  • ¿Dónde tiene lugar?
  • ¿Qué haces tú cuando se da una situación esta?
  1. Ahora aclara la naturaleza del problema. Para esto:
  1. Intenta cambiar los conceptos más generales por otros más claros.
  2. Organiza la información que has recogido en la pregunta anterior con los nuevos conceptos más claros.
  1. Escribe una meta realista para tu problema, es decir, que se pueda conseguir si se le dedica suficiente tiempo y esfuerzo.
  2. Ahora evalúa los costes y beneficios de solucionar y no solucionar el problema. Considera no sólo los costes y beneficios para ti, sino también para otras personas implicadas o relacionadas con el problema.

SOLUCION

Costes

Beneficios

NO SOLUCION

Costes

Beneficios

  1. Generación de soluciones alternativas

Ahora se trata de que pienses formas de resolver tu problema. Olvídate de cómo intentaste solucionar anteriormente el problema, porque seguramente no te funcionó. Estas tres reglas te servirán para hallar buenas soluciones:

  1. Escribe el mayor número posible de soluciones
  2. No pienses si son mejores o peores soluciones, por descabelladas que sean
  3. Intenta que las soluciones sean lo más variadas posible

SOLUCION 1:

SOLUCION 2:

SOLUCION 3:

SOLUCION 4:

SOLUCION 5:

SOLUCION 6:

(Si se te ocurren más soluciones apúntalas atrás o en otra hoja)

  1. Toma de decisiones

Ahora es el momento de ver que soluciones son las mejores. Para cada solución diferente se evalúan los mismos aspectos puntuándolos del 0 al 10. Al final para cada situación se suman las puntuaciones de cada aspecto y se comparan la puntuación total con la de las demás. La solución que más puntos obtenga será la que se pondrá en práctica. A veces la mejor solución es una combinación de varias de ellas.

SOLUCION 1

Resolución del problema:

Bienestar emocional a corto plazo (en unas semanas):

Bienestar emocional a largo plazo (meses después):

Tiempo necesario (más puntuación cuanto menos tiempo necesite):

Esfuerzo necesario (más puntuación cuanto menos esfuerzo necesite):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a corto plazo
(las próximas semanas):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a largo plazo
(meses después): 

SOLUCION 2

Resolución del problema:

Bienestar emocional a corto plazo (en unas semanas):

Bienestar emocional a largo plazo (meses después):

Tiempo necesario (más puntuación cuanto menos tiempo necesite):

Esfuerzo necesario (más puntuación cuanto menos esfuerzo necesite):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a corto plazo
(las próximas semanas):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a largo plazo
(meses después): 

SOLUCION 3

Resolución del problema:

Bienestar emocional a corto plazo (en unas semanas):

Bienestar emocional a largo plazo (meses después):

Tiempo necesario (más puntuación cuanto menos tiempo necesite):

Esfuerzo necesario (más puntuación cuanto menos esfuerzo necesite):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a corto plazo
(las próximas semanas):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a largo plazo
(meses después): 

SOLUCION 4

Resolución del problema:

Bienestar emocional a corto plazo (en unas semanas):

Bienestar emocional a largo plazo (meses después):

Tiempo necesario (más puntuación cuanto menos tiempo necesite):

Esfuerzo necesario (más puntuación cuanto menos esfuerzo necesite):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a corto plazo
(las próximas semanas):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a largo plazo
(meses después): 

SOLUCION 5

Resolución del problema:

Bienestar emocional a corto plazo (en unas semanas):

Bienestar emocional a largo plazo (meses después):

Tiempo necesario (más puntuación cuanto menos tiempo necesite):

Esfuerzo necesario (más puntuación cuanto menos esfuerzo necesite):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a corto plazo
(las próximas semanas):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a largo plazo
(meses después): 

SOLUCION 6

Resolución del problema:

Bienestar emocional a corto plazo (en unas semanas):

Bienestar emocional a largo plazo (meses después):

Tiempo necesario (más puntuación cuanto menos tiempo necesite):

Esfuerzo necesario (más puntuación cuanto menos esfuerzo necesite):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a corto plazo
(las próximas semanas):

Bienestar de otras personas relacionadas o implicadas en el problema, a largo plazo
(meses después): 

En caso de que hayas pensado más soluciones haz una fotocopia de alguna de estas hojas de evaluación de las soluciones. También puedes puntuar en una hoja en blanco mirando los aspectos que se tienen que evaluar en cada solución.

  1. Puesta en práctica y verificación de la solución

Una vez elegida la solución al problema hay que ponerla en práctica y ver si es efectivamente la más adecuada. Primero será mejor imaginarse a uno mismo poniéndola en práctica, así veremos que problemas puede haber y la mejor forma de ponerla en práctica. Luego ya se puede realizar en la vida real.
Después de poner la solución en práctica, responde a las siguientes preguntas:

¿Qué resultado has obtenido?

Compara el resultado con la meta que te pusiste al principio del esquema, ¿has logrado lo que pretendías?

Si la respuesta a la anterior pregunta es negativa repasa todas las etapas del esquema y responde: ¿ha fallado la solución por dificultades en el proceso de solución de problemas? ¿qué dificultades?

¿ha fallado por dificultades en la puesta en práctica? ¿qué dificultades?

Si sigues sin encontrar la causa de que tu solución no funcione vuelve a comenzar el proceso. En caso de que aún así no vislumbres la solución consulta con tu terapeuta. En caso de que la solución haya sido satisfactoria prémiate, porque te lo has merecido.

 

Para saber más

Labrador, F. J.; Cruzado, J. A. y Muñoz, M.(editores)(1996): Manual de técnicas de modificación y terapia de la conducta. Madrid: Pirámide. Capítulo 26.

Caballo, V. (1998): Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. Madrid: Siglo XXI. Capítulo 22

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Fuente: Texto, Miguel Luna. Ilustración, Raúl Ariño. Clínica de la Ansiedad.

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Prevenció de l’Ansietat

Ansiedad: un diálogo sobre su sentido, su normalidad o patología, su cura o aceptación(text en castellà)

Lector: Me queda una duda importante por resolver. ¿La ansiedad se cura?

AutorÉsa es una pregunta que requiere muchas respuestas, y alguna pregunta más. ¿El dolor es bueno o es malo?

L: ¿El dolor? ¿Qué tiene que ver el dolor con lo que estamos hablando? No intente desviar el tema como han hecho otros psicólogos a los que he preguntado.

A: Después de todo lo que ha leído creo que ya nos habrá cogido cierta confianza, permítame ésta última licencia… el dolor, entonces…

L: Está bien. Supongo que la respuesta más fácil sería que el dolor es malo, pero probablemente no me haría esta pregunta si la solución fuese tan sencilla, por lo que debo suponer que tiene una vertiente positiva.

A: Buena observación. Le sugiero que imagine la vida de un sujeto sin sensibilidad al dolor desde su nacimiento.

L: ¿Sujeto? Le agradecería que no utilice esos términos para hablar conmigo. En el caso que me propone… no parece tan malo ser completamente inmune al dolor… pero claro, eso tendría implicaciones: no sabría cuando algo marcha mal en su interior, le resultaría muy complicado saber cuando está enfermo… probablemente resultaría ser una grave discapacidad.

A: Vayamos a experiencias tempranas, ¿Cómo aprendemos que el fuego es peligroso?

L: ¡Claro! ¡La primera vez que acercase su mano al fuego probablemente le quedaría completamente inutilizable por quemaduras! Y así podríamos encontrar muchos ejemplos en la misma línea. El sentido del dolor es entonces protegernos y alertarnos de peligros para nuestro organismo.

A: Exacto, nos encontramos ante uno de los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo, los niños que presentan este tipo de problemas difícilmente llegan a la adultez. Algo muy parecido a lo que ocurre con la ansiedad. Como tendrá claro a estas alturas, la ansiedad es también un mecanismo de defensa que activa la respuesta de lucha/huida y que, al igual que el dolor, en determinadas circunstancias se experimenta como algo muy desagradable, pero que tiene una función protectora del organismo. Muy bien, llegados a este punto me veo obligado a hacerle otra pregunta ¿Sería deseable hacer que un adulto no volviera a sentir dolor jamás?

L: Ya veo por donde me quiere llevar. Evidentemente, no. Si un adulto deja de sentir dolor queda desprotegido ante posibles lesiones externas o internas y ciego a como está funcionando su organismo. Y de ahí quiere que saque la conclusión de que es igualmente indeseable eliminar la ansiedad. Debo reconocer que es una maniobra hábil pero también tengo que decirle que no satisface mi inquietud, yo y los que sufrimos ansiedad buscamos soluciones para curarnos.

A: Curación. Ésa es la otra parte de su pregunta que genera nuevas preguntas: ¿qué entendemos por “curar”? La Real Academia de la Lengua Española nos dice que curar es “aplicar con éxito a un paciente los remedios correspondientes a la remisión de una lesión o dolencia”. Curar lleva asociadas connotaciones de eliminar algo maligno, erradicar o arrancar físicamente aquello que causa daño. Curamos un tumor o un quiste (lo extirpamos), curamos una infección (eliminamos las bacterias que la han producido)… ¿Es la ansiedad algo que podamos curar de esta forma?

L: No, está claro, la ansiedad en sí no es un “ente físico” al que podamos exterminar.

A: Hasta aquí pues, podemos decir que LA ANSIEDAD NO SE CURA, es más NO DEBE CURARSE, ni tiene sentido que hablemos de ello, de la misma forma que no hablamos de que a alguien se le tenga que curar la respiración, que es otra de las funciones adaptativas que garantizan la supervivencia del individuo.

L: Pero existe también otra forma de curar: recuperar una funcionalidad perdida, ajustar un funcionamiento descompensado…

A: ¡Correcto! Y ese es el punto al que quería llegar. Aquí termina la parte triste y empieza a gestarse el final feliz. Aunque no tiene sentido hablar de curar la respiración, sí lo tiene curar el asma; aunque no tenga sentido decir que tenemos que curar de la circulación, si lo tiene curar arritmias. Entonces, no tiene sentido hablar de curar la ansiedad pero sí lo tiene hablar de recuperar su funcionalidad adaptativa.

L: Bien, por eso hablamos de trastornos de ansiedad, ¿no? Aquellos casos en los que la ansiedad ha perdido su funcionalidad y se activa en situaciones en las que no es adaptativa, en las que no tiene sentido que se ponga en marcha y nos supone más un inconveniente que una ventaja. Entendido ¿debemos entonces aprender a controlar esas disfunciones de la ansiedad?

A: Controlar también es un término confuso, pero lo aceptaremos durante los próximos párrafos para retomarlo después. En efecto la clave estará en aprender a regular, modular, rebajar, los niveles de ansiedad para que no resulten molestos, para que no interfieran en nuestra vida.

L: Interferir. Por lo que he leído ésa es la clave en el momento de determinar si se presenta o no un trastorno de ansiedad ¿no es así? El grado en el que el problema nos está suponiendo una discapacidad, algo que entorpece o dificulta nuestra actividad normal y hace mucho más complicadas o incluso imposibles actividades que antes éramos capaces de realizar sin esfuerzo. ¿Entonces podríamos decir que curar un trastorno de ansiedad consiste en conseguir que su grado de interferencia en nuestras vidas se reduzca y deje de ser significativo?

A: Yo no lo habría dicho mejor.

L: Reformulemos la pregunta ¿Se puede reducir el nivel de interferencia de los trastornos de ansiedad hasta recuperar una vida normalizada?

A: SÍ, SE PUEDE, por dos caminos, que siempre van muy relacionados: a) porque hemos conseguido rebajar los niveles de ansiedad, a través de distintas vías, o b) porque hemos aprendido a manejarlos y ya no nos suponen un problema.

L: ¡Manejar! La palabra mágica, ustedes siempre hablan de manejar la ansiedad ¡Como si de una moto o una videoconsola se tratara! Cuando ustedes nos hablan de manejar, nosotros hace años que intentamos dominarla, ¡y no se puede!

A: Llegamos ahora a otro punto importante y es el momento de retomar el concepto que antes hemos “aceptado cautelarmente”. De nuevo permítame una pregunta, ¿Ha luchado usted contra su ansiedad?

L: Llevo años haciéndolo

A: ¿Qué mecanismo hemos dicho a lo largo del libro que la ansiedad pone en marcha?

L: El de lucha/huida

A: 

L: Ya veo, luchar contra la ansiedad es apagar un fuego con gasolina

A: En efecto, actitudes de lucha con el objetivo de escapar o controlar, someter o dominar la ansiedad darán como resultado un aumento de ésta porque justamente ésa es su base: el prepararse para la lucha o la huida. Si vemos la ansiedad como un peligro, la respuesta natural es activar los mecanismos que tenemos para defendernos de los peligros, y uno de esos mecanismos es justamente LA ANSIEDAD! Cuando peleamos con ella o cuando tratamos de evitarla, la hacemos más fuerte.

L: ¿No pretenderá que nos alegremos por ello cuando sufrimos ansiedad?

A: No, por supuesto. Pero caer en la confrontación es una trampa que mantiene y agrava el problema. Cuando, con la ayuda de la información y de algunas técnicas, dejemos de verla como un peligro, ya tendremos hecha buena parte del camino. La aceptación y normalización de la ansiedad es un requisito indispensable para su “curación”. La lucha entendida como perseverancia y disposición positiva siempre será una ayuda, pero la lucha como confrontación será un lastre.

L: Lo que dice me recuerda algunas filosofías orientales: el agua del río no se puede parar, se puede canalizar… o el Judo que se basa en no oponerse a la fuerza del adversario sino en utilizarla a favor de uno mismo para vencerle.

A: Ésas son buenas metáforas de la actitud que nos ayudará a superar los problemas de ansiedad. Cuando decimos que hay que aprender a manejar la ansiedad estamos hablando de aprender a canalizar el agua, o a utilizar llaves para vencer las dificultades y poder seguir nuestra vida con normalidad.

L: ¡Pero a veces el río es el Amazonas y el rival nos saca dos palmos!

A: Sin duda ahí entramos en el mundo de las diferencias individuales, de las que ya hemos hablado también. Cuantos más factores de riesgo estén presentes para que alguien sufra un trastorno de ansiedad, tendrá que realizar mayores esfuerzos y va a necesitar más ayudas para superarlo, pero los principios de los que hemos hablado tendrán la misma validez para esta persona.

L: ¿O sea que, a pesar de las diferencias y de posibles complicaciones todo el mundo puede beneficiarse de ayudas para mejorar su calidad de vida y superar sus problemas de ansiedad?

A: Nunca se pueden hacer afirmaciones universales, pero en términos generales es así.

L: Bueno, parece que después de tantas preguntas mutuas hemos llegado a algo que parece una respuesta: 1) La ansiedad es un mecanismo de defensa que debe seguir existiendo para nuestra supervivencia, 2) el problema aparece cuando su respuesta es exagerada o inadecuada que provoca un problema de salud, 3) normalizar ésa respuesta y minimizar su interferencia en la vida diaria es el objetivo de los tratamientos de ansiedad, 4) recuperar la funcionalidad de la ansiedad y aprender a manejar o modular sus manifestaciones son indicadores de éxito de ese objetivo y 5) si no es posible conseguirlo uno mismo disponemos de ayudas para hacerlo.

A: Yo no hubiera podido acabar mejor.

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Fuente: Marc Coronas. En Higiene y prevención de la ansiedad (2008), escrito por el equipo y colaboradores de Clínica de la Ansiedad y publicado por Editorial Díaz de Santos. Madrid.

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Prevenció de l’Ansietat

Guía para acompañantes de agorafóbicos(text en castellà)

Este sencillo manual pretender ser una guía orientativa para las personas que rodean al agorafobico. Contiene consejos que pueden serles de utilidad a la hora de ayudar al paciente en plena crisis de pánico, o en la vida cotidiana. No se pide al familiar o al acompañante que entienda lo que le pasa a la otra persona. En ocasiones eso resulta bastante difícil. Se aboga por una aceptación del agorafóbico pero no de la agorafobia.

Su papel como persona cercana es de suma importancia. Usted puede hacer mucho para ayudar al agorafóbico. La agorafobia depende en parte de cosas que hacen los demás, aunque esas personas tengan las mejores intenciones. La gente que padece agorafobia, suele depender en gran medida de otra persona para salir. El problema es que esta dependencia se convierte en un hábito. A menudo puede ser difícil oponerse a esa dependencia. Hay muchas formas por medio de las cuales, las personas, sin darse cuenta, pueden fomentar esa dependencia. A menudo inconscientemente, porque se ha creado ya un hábito en la relación…

¿Y cuál es la forma correcta de ayudar?

Para ser verdaderamente útil, usted debe encontrar formas de ayudar a la persona para que se esfuerce en salir, aún cuando parezca que el cambio se produce lentamente.

Es fácil impacientarse si las cosas van despacio, y más incluso después de un contratiempo. Pero es justo entonces cuando la persona agorafóbica más necesita de su apoyo. No se pide su comprensión, ya que esto es enormemente difícil, más bien se pide la aceptación incondicional de la persona, como tal, aunque no la aceptación incondicional de su miedo.

Confianza

  • Es importante tener una fe ciega en las capacidades de la otra persona para superar las situaciones a las que debe enfrentarse.
  • Esa confianza debe ser real, no fingida. El amor implica fe en la otra persona. Una frase mágica que no debe dejar de repetir: creo en ti.
  • Si acuerda algo con el paciente, mantenga su palabra. Si han quedado en una hora a tal sitio, procure estar en ese sitio cinco o diez minutos antes.

La culpabilidad

  • La culpabilidad es probablemente uno de los sentimientos más inútiles, y que menos pueden ayudar a la recuperación de la persona afectada por la agorafobia.
  • Tenga en cuenta que la persona está en una continua lucha interior, por un lado se ve imposibilitado para realizar ciertas actividades, por otro sabe que las personas que están a su alrededor, tienen que restringir ciertas actividades por causa de su miedo.
  • No le eche en cara que está dejando de hacer cosas por esa persona. Si lo hace, piense que es una decisión consciente que usted ha tomado, usted ha tomado esa decisión, y asuma esa responsabilidad. Esto no hace sino retrasar el proceso de recuperación.

Refuércele siempre que pueda

  • Reforzar sus logros es una de las contribuciones más positivas que puede usted realizar. Aliente cada paso que dé, porque cada paso es un mundo recorrido.
  • No echarle en cara los bloqueos en el avance. El propio paciente sabe cuando ha fracasado y no le ayudará nada que usted se lo recuerde.
  • No espere avances milagrosos de la persona. Tenga en cuenta que está viviendo un proceso, y como tal, debe ser respetado. No presione intentando imponer un ritmo de cómo “deberían de ser los progresos según usted”.

Humor

Procure no darle demasiada “seriedad”, ni “gravedad” al problema. Tomarse con humor ciertas situaciones ayudarán al afectado a perderle el “respeto” al miedo.

Respeto y aceptación

  • Las actitudes “paternalistas” tampoco serán muy útiles para ayudar al paciente. Debe procurar no atosigarle, ni tomar una postura sobreprotectora. La dependencia es uno de los temas que más pueden doler al agorafóbico, ya que minan su moral y sus ganas de luchar contra la enfermedad.
  • No se preocupe si no entiende lo que a la otra persona le está pasando. Lo verdaderamente importante es la actitud de aceptación incondicional. Procure no juzgar a la persona afectada, si esa persona se siente aceptada se encontrara sin presiones adicionales, estará mucho más cómoda en las situaciones y por lo tanto mucho más dispuesta a aceptar retos contra menos vea que tiene que perder, mas arriesgara).
  • ¿Significa ésto que usted debe dejar su propia vida para atender a la otra persona?. No, ya que ello crearía resentimientos en usted en contra del paciente. La otra persona debe verse apoyada, pero no tiene que percibir que usted es también prisionera de su agorafobia, porque eso no haría más que bajar su autoestima, y usted probablemente le transmitiría una enorme culpa.

Aislamiento

Este apartado va más dirigido a los amigos, y personas que no son familia directa. No deje de ofrecerle realizar determinadas actividades, simplemente porque la persona ya lo haya hecho otras veces. “No lo encasille”. A medida que el paciente progrese irá aceptando las diferentes proposiciones.

¿Qué hacer cuando está en medio de un ataque de pánico?

La naturalidad es clave. Procure no dar la categoría de excepcional a esa situación.

La regla de oro es: “Intentar no abandonar la situación hasta que el miedo haya disminuido”.

  • Puede intentar distraer al paciente, cuéntele anécdotas curiosas… hágale ver que hay temas en ese momento que son más importantes que su miedo (aunque la persona se resista a creerlo).
  • Haga algo inesperado. Rompa sus esquemas. Haga algo que le descoloque y sea imprevisible. La sorpresa puede hacerle olvidar su miedo, es una forma de distracción.
  • Procure que exprese lo que está sintiendo segundo a segundo. Esto le ayudará a racionalizar sus emociones, y a distanciarse de ellas. No deje que diga algo tan inespecífico como ” tengo miedo”. Haga que sea concreto: “Siento escalofríos, me palpita el corazón, estoy pensando que quiero salir de aquí, me siento irreal…”. De todas formas, depende de los casos, hay personas con las que no es conveniente hablar de los síntomas. Si ve que no le va bien esta técnica, procurar no extenderse sobre las sensaciones del pánico.
  • Corte las expresiones de la espiral del pánico, no deje que el paciente se meta en su mundo de lo terrible y lo horrible. No le deje que use expresiones que no hagan sino corroborarle lo desesperado que esa situación es para él.
  • El contacto físico es importante. Cójale de la mano o abrácele. El contacto físico contrarresta “la sensación de irrealidad” que pueda tener el paciente. La calidez, la seguridad de sentirse amados da una seguridad, proporciona un colchón, (es como hacer equilibrios en la cuerda con red).
  • Ayúdele a regular su respiración. Ponga la mano en el diafragma y ayúdele a regular el ritmo respiratorio. Las inspiraciones no deben ser ni demasiado profundas, ni demasiado rápidas, el tiempo de las expiraciones debe superar ligeramente al de las inspiraciones. Debe utilizarse tan solo la nariz, no la boca.
  • Muchas veces el hecho de poseer una “salida” a la situación, sirve para tranquilizarle. Si están en una situación de “exposición” planeen “salidas airosas de la situación”.

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Fuente: Rubén Casado. Asociación Madrileña de Agorafobia.
Clínica de la Ansiedad, marzo de 2002. Dibujos Raúl Ariño/2010

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Ansietat per separació

Ansietat per separació. Una presentació del problema

«[…] la Tina tenia, llavors, 10 anys. Els seus problemes van començar el primer dia de classe, quan es va amagar al subterrani i va plorar tot el dia. Després només anava a l’escola si la seva mare l’acompanyava i es quedava a dinar: Durant tres mesos es va queixar de mal de cap i de mal de panxa. Va admetre que el que li passava és que li molestava anar-se’n de casa, perquè tenia la impressió que alguna cosa dolenta passaria. A mes, deia que se sentia malament quan no veia tots els membres de la família […]» Font: DSM-IV, llibre de casos

Les pors són part del desenvolupament evolutiu d’una persona. Prevenen contra possibles perills en cada un dels moments del nostre desenvolupament. Per això, la majoria de les pors es donen en la infància i en l’adolescència, i estan en consonància amb les habilitats disponibles per fer front als possibles estímuls que les provoquen i amb les capacitats cognitives existents. Aquestes pors són normals, no provoquen greus interferències en la vida acadèmics, social o laboral de la persona, i serveixen perquè la persona desenvolupi habilitats motores i cognitives d’afrontament. A més, segueixen una seqüència determinada, ja que a mida que s’afronta amb bona resultats, canvia l’objecte de temor.

La seqüència de pors normals (Bragado, 1994) és:

  • 0-6 mesos: pèrdua sobtada de la base de sustentació (suport) i sorolls forts
  • 7-12 mesos: por a les persones estranyes i als objectes que apareixen inesperadament
  • 1 any: separació dels pares, lavabos, ferides i estranys
  • 2 anys: sorolls forts (sirenes, aspiradores, alarmes, camions, etc.), animals, habitacions fosques, separació dels pares, objectes o màquines grans i canvis en l’entorn personal
  • 3 anys: màscares, foscor, animals i separació dels pares
  • 4 anys: separació dels pares, animals, foscor i sorolls
  • 5 anys: animals, separació dels pares, foscor, gent «dolenta» i lesions corporals
  • 6 anys: sers sobrenaturals, lesions corporals, trons i llamps, foscor, dormir o estar sols, i separació dels pares
  • 7-8 anys: sers sobrenaturals, foscos, pors basades en successos apareguts en els mitjans de comunicació, estar sols i lesions corporals
  • 9-12 anys: exàmens, rendiment acadèmic, lesions corporals, aspecte físic, trons i llamps, mort i, en pocs casos, la foscor

La por a la separació és la primera i més bàsica por. Fins i tot es dóna en altres espècies. Té un clar sentit adaptatiu, ja que tenir cuidadors a prop incrementa les probabilitats de supervivència, fins que el subjecte desenvolupi les habilitats i la confiança necessària per fer front als estímuls que els atemoreixen. Llavors, una vegada el subjecte guanya independència, la por es va centrant en situacions més específiques (per exemple, la foscor o els animals). Però si aquesta por es manté, es desproporcionada en relació al nivell de desenvolupament del subjecte i comporta problemes en àrees importants de la seva vida, deixa de ser útil i pot arribar a convertir-se en el trastorn d’ansietat per separació (a efectes pràctics, s’utilitzarà els termes ansietat i por indistintament).

Aquest percentatge, que afecta a un 4% de la població infantil, es va reduint a mida que augmenta l’edat. És més freqüent en nenes que no pas en nens. Acostuma a iniciar-se al voltant dels 9 anys i en relació amb un estímul estressant. Hi ha canvis en la intensitat de l’afectació al llarg del temps. Encara que augmenta la probabilitat de patir altres trastorns d’ansietat en la joventut i l’adultesa, el més normal és que no es mantingui més enllà de l’adolescència.

Els símptomes característics són un malestar físic i psicològic recorrent quan hi ha una separació real o anticipada respecte de les figures importants. Les figures importants per a la persona són aquelles amb les quals ha establert un fort vincle emocional i, normalment, serien els cuidadors habituals. També existeix una preocupació excessiva i continua per la possibilitat que a les persones estimades, els passi alguna cosa greu o perquè se’n produeixi la separació. Hi acostuma a haver resistència o negatives repetides a implicar-se en situacions que signifiquin la separació i malsons relacionats amb el tema de la separació. Com que l’ansietat per separació és una de les primeres pors que apareixen, si no se supera, augmenta la probabilitat que es donin trastorns d’ansietat posteriors en l’edat adulta, com ara l’agorafòbia o el trastorn del pànic.

En la infància, les fronteres entre els diferents trastorns mentals són més difoses. Això es veu en la convivència que pot existir de diferents trastorns en un mateix pacient. Per exemple, el trastorn per ansietat excessiva en la infància o les fòbies múltiples. Més prototípic seria el cas de la depressió, present en un 30% dels casos amb trastorn d’ansietat per separació.

També és freqüent trobar problemes acadèmics per l’elevat absentisme escolar que pot haver-hi en les persones que pateixen aquests trastorns. És important destacar que aquest trastorn pot donar-se conjuntament amb la fòbia escolar, encara que són dos trastorns amb característiques distintives (la fòbia escolar és una por desmesurada a l’entorn escolar o a alguns dels membres, i no  pas la separació de les figures importants).

Per explicar l’origen d’aquest trastorn, s’utilitzen models de vulnerabilitat-estrès. És a dir, existeixen una sèrie de factors de vulnerabilitat que quan interaccionen amb esdeveniments estressants i amb factors d’aprenentatge, produeixen el trastorn. Els esdeveniments que poden desencadenar el trastorn són la mort primerenca d’un progenitor (afecta més com més entengui el nen o adolescent la irreversibilitat de la mort), el divorci dels pares que comporti canvis importants en el quefer quotidià i faci les relacions familiars més hostils, les hospitalitzacions en edats primerenques o els canvis de residència.

Pel que fa als factors de vulnerabilitat, destacarien:

  • estil educatiu sobreprotector dels pares, que impedeixi que el nen o la nena desenvolupi la seva pròpia autonomia
  • famílies tancades en si mateixes, que no hi hagi oportunitats perquè el nen se separi de les figures importants i desenvolupi la seva pròpia autonomia
  • predisposició heretada: en concret, la característica que més predisposa al trastorn és la inhibició conductual, ja que suposa més reactivitat psicofisiològics (més tendència al rubor, a la taquicàrdia, a la sudoració, etc. I més temps per disminuir aquests símptomes)
  • relació insegura amb els cuidadors
  • problemes psicològics en els pedres, sobretot depressió major i trastorn del pànic
  • característiques cognitives: preocupacions excessives i no realistes vistes com a incontrolables, interpretació del món com a negatiu i amenaçador, atenció excessiva a les pròpies reaccions i pensaments limitant les possibilitats d’acció i augmentant les atribucions dels fracassos a un mateix

Si el nen o la nena no s’exposa a les situacions de separació, el trastorn es pot mantenir i, fins i tot, empitjorar. Altres factors de manteniment són la persistència d’alguns dels factors anteriors o el reforç de la conducta del nen o la nena i l’obtenció de beneficis primaris o secundaris.

El tractament psicològic cognitivoconductual acostuma a ser efectiu en la majoria dels casos amb aquest trastorn. S’utilitzen tècniques semblants a les utilitzades per adults, però amb certes adaptacions. Aquestes tècniques serien l’exposició, la relaxació, la pràctica reforçada, tècniques cognitives per reduir l’ansietat, programes de contingències i tècniques de modelatge. Pel que fa als fàrmacs, no estan indicats per a nens menors de 6 anys. En edats més grans, s’acostumen a utilitzar antidepressius i, amb menor freqüència, benzodiazepines.

 

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Font: Clínica de l’Ansietat. Psicòlegs y psiquiatres. Especialistes en el tractament de l’ansietat. Madrid i Barcelona

Més informació

Bailly, D. (1997. Angustia de sepación. Barcelona. Editorial Masson.

Bragado, C. (1994). Terapia de conducta en la infancia: trastornos de ansiedad. Madrid. Fundación Universidad-Empresa.

Echeburúa, E.(1996). Trastornos de ansiedad en la infancia. Madrid. Ediciones Pirámide.

First,M; Frances, A.; Pincus H.A. (2002). DSM-IV: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona. Ed. Masson.

Klein, R.; Last, C. (1989). Anxiety disorders in children U.S.A.. Sage Publications.

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Ansietat per separació

Ansietat per separació. Símptomes. Criteris diagnòstics segons les classificacions internacionals.

Per efectuar el diagnòstic de trastorn per ansietat de separació, els especialistes es basen en criteris diagnòstics del DSM-V o del CIE-10, dues classificacions de malalties consensuades per especialistes de diferents nacionalitats i de prestigi reconegut.

No obstant això, recordeu que no podeu, ni us heu d’autodiagnosticar. Només un professional de la salut expert està en condicions de fer-ho amb rigor i fiabilitat. Quan una persona està amoïnada per la seva salut o normalitat acostuma a identificar-se amb símptomes o malalties que no té, o a confondre’ls amb altres de possibles.

Criteris del DSM-V per al diagnòstic del trastorn d’ansietat per separació

Font: American Psychiatric Association

A. Por o ansietat excessiva i inapropiada per al nivell de desenvolupament de l’individu pel que fa a la separació d’aquelles persones per a les que senten afecció, que es posa de manifest per, com a mínim, tres de les circumstàncies següents:

  1. malestar excessiu i recorrent quan es preveu o es viu una separació de la llar o de les figues de més afecció.
  2. preocupació excessiva i persistent per la possible pèrdua de les figures de més afecció o que puguin patir un possible dany, com una malaltia, mal, calamitats o mort.
  3. preocupació excessiva i persistent per la possibilitat que un esdeveniment advers (per exemple, perdre’s, ser raptat, tenir un accident, emmalaltir) causi la separació d’una figura de gran afecció
  4. resistència o refús persistent a sortir, lluny de casa, a l’escola, a la feina o a altres llocs per por a la separació.
  5. por excessiva i persistent o resistència a estar sol o sense les figures de més afecció a casa o en altres llocs.
  6. resistència o refús persistent a dormir fora de casa o a dormir sense estar a prop d’una figura de gran afecció.
  7. malsons repetits sobre el tema de la separació.
  8. queixes repetides de símptomes físics (per exemple, mal de cap, mal de panxa, nàusees o vòmits) quan es produeix o es preveu una separació de les figures de més afecció.

B. La por, l’ansietat o l’evitació és persistent, dura com a mínim quatre setmanes en nens i adolescents i, típicament, sis o més mesos en adults.

C. L’alteració causa malestar clínicament significatiu o deteriorament en aspectes socials, acadèmics, laborals o altres àrees importants del funcionament.

D. L’alteració no s’explica millor per un altre trastorn mental, com el refús a anar-se’n de casa per resistència excessiva al canvi en un trastorn de l’espectre de l’autisme; deliris o al·lucinacions pel que fa a la separació en trastorns psicòtics; refús a sortir sense algú de confiança en l’agorafòbia; preocupació per una salut malaltissa o un altre dany que els més propers puguin patir en el trastorn d’ansietat generalitzat, o preocupació per patir una malaltia en el trastorn d’ansietat per malaltia.

Criteris de la CIE-10 per al trastorn de l’ansietat de separació en la infància

Font: Organització Mundial de la Salut

Com a mínim han d’existir tres d’aquests símptomes:

  1. preocupació sense justificació per possibles danys que puguin ocórrer a persones properes o por que alguna d’elles mori o les deixi.
  2. preocupació injustificada per un esdeveniment que les separi de les persones significatives (per exemple, perdre’s, un segrest o un assassinat).
  3. desgrat o refús repetit d’anar a l’escola, sobretot per la por a la separació.
  4. dificultat per separar-se per la nit, manifestat per:
    1. desgrat o refús repetit d’anar al llit sense una persona propera a prop.
    2. desvetllaments freqüents durant la nit per comprovar o per dormir a prop de les persones properes.
    3. desgrat o refús repetit a dormir fora de casa.
  5. por no adequada i persistent a estar sense les persones properes a cada durant el dia.
  6. malsons repetitius sobre el tema de la separació.
  7. símptomes somàtics reiterats (nàusees, dolors gàstrics, cefalees o vòmits) en situacions que impliquen la separació de persones properes.
  8. En anticipar, durant o immediatament després de la separació d’una persona propera, experiments malestar excessiu i recorrent (ansietat, plor, rabietes, tristesa, apatia o retraïment social).

Per al CIE-10, el trastorn ha d’aparèixer abans dels 6 anys i durar, com a mínim, 1 mes. A més, no ha d’existir un trastorn per ansietat generalitzada en la infància (l’ansietat no es limita a les situacions de separació), ni alteracions generalitzades del desenvolupament de la personalitat o del comportament, trastorns psicòtics o trastorns per l’ús de substàncies psicoactives.

Tant en el DSM-V com en la CIE-10, aquest trastorn s’inclou en l’apartat de trastorns d’inici en la infància o adolescència. Si s’inicia després dels 6 anys (segons la CIE-10) i després dels 18 (segons el DSM-V) es tractaria, en principi, d’un altre trastorn.

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Ansietat per separació

Ansietat per separació: diagnòstic diferencial

El diagnòstic diferencial serveix per fer una valoració correcta d’una malaltia pel que fa a d’altres de semblants, amb les quals es pogués confondre o solapar-se. És una valoració clínica que correspon exclusivament als especialistes, en cap cas, als pacients. En molts casos, requereix proves i exploracions complementàries que s’han de sol·licitar als serveis mèdics pertinents en cada cas.

El trastorn d’ansietat per separació o algun dels símptomes característics poden ser confosos amb altres trastorns o amb certs comportaments no patològics.

Per això, és important fer el diagnòstic diferencial amb

  • Refús escolar en la fòbia escolar: es deu a la por a fer el ridícul davant dels altres, o a condicions aversives del mitjà, més que a la por per separar-se de les figures properes.
  • Trastorns generalitzats del desenvolupament: també hi pot haver ansietat per separació, però, a més, hi ha una alteració de les relacions socials, incloses les familiars. Seria, per exemple, el cas de l’autisme.
  • Esquizofrènia o altres trastorns psicòtics: acostumen a iniciar-se a una edat més tardana i tenen una sèrie de símptomes característics (al·lucinacions, deliris, aplanament afectiu) que són la causa principal del malestar. Malgrat això, en el trastorn d’ansietat per separació, hi poden haver certes experiències perceptives inusuals que, encara que es basen en un estímul real, només succeeixen en situacions determinades i són reversibles, fet que les diferencia de les al·lucinacions.
  • Trastorn d’ansietat generalitzada: l’ansietat no es limita a les situacions que impliquen separació de les figures importants. També hi ha ansietat pel rendiment acadèmic o esportiu, per al compliment de les obligacions o per les conseqüències dels actes passats.
  • Trastorn d’angoixa amb agorafòbia o agorafòbia sense història de trastorn d’angoixa: s’inicien en una edat més tardana i el que es tem són les situacions en què es poden patir un atac de pànic inesperat o algun dels símptomes. Encara que en el trastorn d’ansietat per separació, l’amenaça de la separació pot elevar l’ansietat fins a produir-se un atac de pànic.
  •  Fer campana en el trastorn dissocial: l’absentisme escolar no es deu a la separació de les figues properes, sinó que és causat pel propòsit de trencar les normes. A més, el nen o la nena acostuma a quedar-se, furant aquest període, fora de casa.
  • Refús escolar en els trastorns de l’estat d’ànim: a causa de la pèrdua de ganes, el cansament o la preocupació per plorar en públic. En el trastorn d’ansietat per separació és possible  que apareguin símptomes depressius (tristesa, desgana, apatia) mentre estan separats o a l’anticipar la separació.
  • Trastorn negativista desafiant: en el trastorn d’ansietat per separació, hi pot haver una conducta oposicionista per aconseguir que no es produeixi la separació. En el trastorn negativista desafiant, aquesta conducta d’oposició no es limita a les situacions en què s’ha de produir la separació respecte de les figures properes per al nen o a la nena.
  • Nivells d’ansietat per separació propis de l’etapa de desenvolupament: hi ha pot a la separació, però és normal per a l’edat en què es troba el nen, fet pel qual aquesta por no seria clínicament significativa.