Categories
Programes a la carta

Miedo al miedo. Las crisis de ansiedad y sus consecuencias

Programa emitido originalmente el 19 de marzo de 2014, presentado por Paulí Castelló con la participación de José Salvador, psicólogo especialista en ansiedad.

La ansiedad es un sistema de alarma que comúnmente, una vez disparado, se asusta de su propio ruido, lo que la dispara de nuevo, dando lugar a un proceso circular de retroalimentación y mantenimiento del problema. Para superar la ansiedad es importante poder regular y cortocircuitar este tipo de mecanismos.

Categories
Preguntes més freqüents

L’ansietat pot tenir conseqüències negatives per a la salut?

Moltes persones quan experimenten un nivell molt elevat d’ansietat o un atac de pànic creuen que tenen un atac de cor o que es moren. Això no és així. El cos, simplement, està en estat d’alerta provocada per la interpretació d’una situació com a amenaçant o perillosa. Les sensacions que s’experimenten en aquests moments poden ser molt intenses i desagradables, però són perfectament assumibles per a l’organisme sense major risc.

No obstant això, un estat d’activació emocional elevat mantingut durant un període llarg de temps pot augmentar la probabilitat de desenvolupar problemes de salut, cansament crònic, esgotament, disminució de les defenses, trastorns psicofisiològics, etc.

Videos il.lustratius

Miedo al miedo. La ansiedad y sus consecuencias

 Estrés crónico: consecuencias sobre la salud

Categories
Per a professionals

Programes de tractament pas a pas per als trastorns d’ansietat

-Antony, M.M., Craske, M.G. y Barlow, D.H. (2006). Mastering your fears and phobias: Therapist guide. Londres: Oxford University Press.

-Antony, M.M., Craske, M.G. y Barlow, D.H. (2006). Mastering your fears and phobias: Client workbook. Londres: Oxford University Pres.

-APA (2006). Guía Clínica para el tratamiento de los trastornos por estrés agudo y estrés postraumático. Barcelona: Ars Médica.

-Bourne, E. J. (1998). Overcoming Specific Phobia. Therapist protocol. Oakland: New Harbinger Publications.

-Bourne, E. J. (1998). Overcoming Specific Phobia. Client Manual. Oakland: New Harbinger Publications.

-Craske, M. G., Zinbarg, R. E., Barlow, D.H. (2006). Mastery of Your Anxiety and Worry. Therapist Guide. New York: Oxford University Press.

-Craske, M. G., Barlow, D. H. (2006). Mastery of Your Anxiety and Worry. Workbook. New York: Oxford University Press.

-Foa, E.B., Hembree, E. y Rothbaum, B. (2007). Prolonged exposure therapy for PTSD: Emo-tional processing of traumatic experiences. Therapist guide. Londres: Oxford University Press.

-Foa, E.B., Rothbaum, B. y Hembree, E. (2007). Reclaiming your life from a traumatic experi-ence: A prolonged exposure treatment program. Client workbook. Londres: Oxford Uni-versity Press.

-Hope, D.A., Heimberg, R.G. y Turk, C.L. (2006). Managing social anxiety: A Cognitive-behavioral therapy approach. Therapist guide. Londres: Oxford University Press.

-Hope, D.A., Heimberg, R.G., Juster, H.A. y Turk, C.L. (2000). Managing social anxiety: A Cognitive-behavioral therapy approach. Client workbook. Londres: Oxford University Press.

-Pastor, C. y Sevilla, J. (2007). Tratamiento psicológico del pánico-agorafobia: un manual de autoayuda paso a paso. Publicaciones del centro de terapia de la conducta. Valencia.

-Pastor, c. y Sevilla, J. (2009). Tratamiento psicológico de la fobia social: un manual de autoayuda paso a paso. Publicaciones del centro de terapia de la conducta. Valencia.

-Pastor, c. y Sevilla, J. (2011). Tratamiento psicológico de la hipocondría la Ansiedad generalizada: un manual de autoayuda paso a paso. Publicaciones del Centro de Terapia de la Conducta. Valencia.

Pastor, C., & Sevilla, J. (2011). Tratamiento psicológico de la depresión a: un manual práctico de autoayuda paso a paso (7ªed.). Valencia: Publicaciones del Centro de Terapia de Conducta.

Pastor, C. & Sevilla, J. (2014). Tratamiento psicológico del trastorno obsesivo-compulsivo: Un manual de autoayuda paso a paso (5ª ed.). Valencia: Centro de Terapia de Conducta.

-Smyth, L. (1999). Overcoming Post-Traumatic Stress Disorder. Therapist Protocol. Oakland: New Harbinger Publications

-Smyth, L. (1999). Overcoming Post-Traumatic Stress Disorder. Client Manual. Oakland: New Harbinger Publications.

-Steketee, G. (1999). Overcoming Obsessive-Compulsive Disorder. Therapist Protocol. Oakland: New Harbinger Publications

-Steketee, G.(1999). Overcoming Obsessive-Compulsive Disorder. Client Manual. Oakland: New Harbinger Publications.

-White, J. (1999). Overcoming Generalized Anxiety Disorder. Terapist Protocol. Oakland: New Harbinger Publications.

-White, J. (1999). Overcoming Generalized Anxiety Disorder. Client Manual. Oakland: New Harbinger Publications.

-Zuercher-White, E. (1999). Overcoming Panic Disorder and Agoraphobia. Therapist Protocol. Oakland: New Harbinger Publications.

-Zuercher-White, E. (1999). Overcoming Panic Disorder and Agoraphobia. Client Manual. Oakland: New Harbinger Publications.

__________

Font: Clínica de l’ansietat. Psicòlegs especialistes en el tractament de l’ansietat. Barcelona.

Categories
Llibres de la Clínica de l’Ansietat

Fobia Social: Evaluación y tratamiento (text en castellà)

Referencia

Título: FOBIA SOCIAL: EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO
Autor: César Antona Casas.
Páginas: 318.
Editorial: Trillas. México, 2009.

Sobre el autor

César Jesús Antona Casas es doctor en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha de completado su formación en tres universidades más: la Universidad de Salamanca, y en las Universidades de Maryland y Boston, invitado por prestigiosos profesionales en el estudio de los trastornos de ansiedad en general y de la fobia social en particular.

Ha desempeñado tareas docentes en la Universidad Pontificia de Salamanca y como profesor e investigador en la Universidad Autónoma de Nuevo León (México). Paralelamente a su desempeño docente, ha trabajado como terapeuta y formador de terapeutas en la evaluación y tratamiento de trastornos de ansiedad.

Ha publicado artículos en revistas especializadas tales como Análisis y Modificación de Conducta, Psicología Conductual, Revista Latinoamericana de Psicología y Ansiedad y Estrés, y ha participado como ponente en numerosos congresos nacionales e internacionales.

En la actualidad forma parte del equipo de Clínica de la Ansiedad y es profesor de la UNED.

Contenidos

CAPÍTULO 1. ENMARCANDO LA FOBIA SOCIAL

Introducción
1.Evolución histórica y definición del término “fobia”
2. ¿Qué es la fobia social o el trastorno de ansiedad social? surgimiento y evolución
3.Fobia social y los sistemas nosológicos DSM y CIE
4.Diagnóstico diferencial entre la fobia social y los siguientes trastornos:
4.1. Trastorno de angustia con agorafobia
4.2. Agorafobia sin historia de trastorno de angustia
4.3. Trastorno de ansiedad por separación
4.4. Trastorno de ansiedad generalizada y fobia simple
4.5. Trastorno generalizado del desarrollo y trastorno esquizoide de la personalidad
4.6. Trastorno de personalidad por evitación
4.7. Trastornos con una gran carga de ansiedad (p.ej., trastorno depresivo mayor, trastorno distímico, esquizofrenia o el trastorno dismórfico corporal)
4.8. Trastorno de ansiedad no especificado
4.9. La timidez
4.10. Diagnóstico diferencial de la fobia social respecto a otros trastornos
5. Principales características, síntomas y / o manifestaciones a nivel cognitivo, fisiológico y motor
6. Miedos y situaciones sociales típicamente temidas
7. Subtipos de la fobia social
8. Curso, pronóstico, remisión y prevención de la fobia social
9. Comorbilidad de la fobia social

CAPÍTULO 2. EPIDEMIOLOGÍA DE LA FOBIA SOCIAL

Introducción
1. Estudios anteriores a la aparición de los sistemas DSM y CIE
2. El sistema nosológico DSM
3. Criterios diagnósticos CIE-10
4. Conclusiones generales
5. Características demográficas de la fobia social
6. Prevalencia de la fobia social en personas emparentadas genética y ambientalmente

CAPÍTULO 3. ETIOLOGÍA Y MANTENIMIENTO DE LA FOBIA SOCIAL

Introducción
1. Factores o características predisponentes
2. Factores explicativos del origen y mantenimiento de la fobia social
3. Modelos explicativos de la fobia social

CAPÍTULO 4. EVALUACIÓN DE LA FOBIA SOCIAL

Introducción
1. Entrevistas
2. Cuestionarios
3. Autorregistros
4. Tareas conductuales y Tests de observación 205
5. Medidas psicofisiológicas 210
6. Índices compuestos que evalúan el cambio terapéutico en la fobia social
7. Evaluación cognitiva de la fobia social

CAPÍTULO 5. TRATAMIENTO DE LA FOBIA SOCIAL

Introducción
1. Técnicas de exposición
2. Técnicas cognitivas
4. Diálogo interno y autoinstrucciones.
5. Principales estudios que emplearon técnicas cognitivas
6. Combinación y efectos de las técnicas cognitivas sobre la exposición
7. Entrenamiento en habilidades sociales
8. Técnicas de control de la activación: Relajación y Respiración

Referencias bibliográficas

Destinatarios del libro

En este libro se define y caracteriza la fobia social desde su reconocimiento e inclusión en los principales sistemas nosológicos, se revisan exhaustivamente los instrumentos de evaluación y los principales tratamientos empleados entre los que destacan la exposición, reestructuración cognitiva, habilidades sociales y las técnicas de desactivación.

Constituye una obra muy relevante para estudiantes de psicología, terapeutas e investigadores. Puede ser útil para todos aquellos que desean comprender y afrontar mejor sus temores sociales, particularmente las personas con ansiedad social o sus familiares, si bien es un libro técnico y no de autoayuda.

Más información y pedidos

Mercadotecnia_trillas

Categories
Prevenció de l’Ansietat

Educar els nens per prevenir l’ansietat

En los trastornos de ansiedad interactúan factores biológicos o constitucionales, factores personales y factores ambientales. Entre los factores ambientales destacan los acontecimientos vitales o situaciones traumáticas, el estilo educativo de los padres, y, en general, los procesos de socialización del niño-adolescente-adulto en los diferentes ámbitos de su vida: familia, escuela, amigos, trabajo, etc. Entre los factores personales implicados en la génesis y el mantenimiento de los trastornos de ansiedad destacan la valoración personal y subjetiva que cada persona hace de uno mismo (autoestima) los rasgos de personalidad y los recursos de que dispone el individuo para afrontar los problemas (estrategias de afrotamiento).

Las personas más próximas al niño tienen un papel muy importante en la prevención de los trastornos de ansiedad. Los padres y los educadores pueden reducir el impacto de las situaciones o acontecimientos vitales estresantes que viva el niño, pueden educarlo para potenciar sus recursos personales y pueden promover nuevas experiencias y fomentar hábitos de vida saludables. ¿Cómo?

En este documento se expondrán brevemente alguna de las pautas o líneas de actuación que los cuidadores del niño deberían seguir para prevenir en la medida de lo posible que éste desarrolle un problema de ansiedad.

Disminuir el impacto de los acontecimientos estresantes…

Los niños pueden carecer de recursos para afrontar de forma adecuada situaciones o acontecimientos vitales estresantes o traumáticos. La vivencia de una separación, de la muerte de un familiar o amigo, de un desastre natural (incendio, inundación), de un robo, de un accidente, etc. pueden superar la capacidad del niño para reaccionar de forma adaptativa. En estos casos, las personas próximas al niño deberían:

  1. Hablar con el niño de todo lo que le preocupa, de cómo se siente . Permitir que se desahogue y exponga todas sus preocupaciones, dudas y sentimientos. No forzar al niño a hablar de sus sentimientos, estar disponibles cuando él lo necesite.
  2. Actuar como modelos de conducta y afrontamiento : los niños aprenden a actuar y a afrontar los problemas imitando y adoptando como propios los modos de actuación de personas cercanas a ellos.
  3. Demostrar los sentimientos, no ocultarlos.
  4. Afrontar los problemas, no evitarlos: si el niño tiene miedo a alguna situación es importante que le anime a enfrentarse a ella. ¿Cómo?
  • Hacer de modelo para el niño: darle ejemplo afrontando la situación primero, sin forzar al niño a que lo haga: de este modo comprobará que estar cerca de ese objeto temido (perro, ascensor, etc.) o en esa situación no es peligroso ni tiene consecuencias negativas.
  • Ayudar a exponerse a la situación de forma gradual: primero acompañado, luego solo, comenzar por la situación más fácil, poco a poco aumentar la dificultad…
  • Felicitarlo por los avances.

En otros casos, acontecimientos cotidianos como el nacimiento de un hermano, la entrada al colegio, los problemas con otros compañeros, etc. pueden ser una fuente de preocupaciones para el niño. Los padres y cuidadores deberían:

  1. Comprender lo importante que para el niño es esa situación. No hay que restar importancia a acontecimientos que para un adulto pueden resultar intrascendentes: una pelea con otro compañero, un cambio de profesor, la dificultad en alguna materia escolar, etc. pueden ser lo suficientemente significativas para que el niño se muestre preocupado.
  2. Hablar con el niño de todo aquello que teme. ¿Qué es lo que le inquieta? ¿Qué es lo peor que puede pasar?.
  3. Adoptar una actitud propicia a la resolución del conflicto o problemas: ¿qué puede hacer el niño para solucionar ese problema? ¿cómo puede hacerlo? ¿está en su mano el solucionarlo?. Es importante que los cuidadores no adopten un papel demasiado directivo: el niño debe aprender a solucionar sus propios problemas. Solucionárselos no enseña al niño a ser autónomo, sino a depender de los padres o cuidadores y recurrir a ellos cada vez que tenga un pequeño contratiempo.
  4. Interesarse por la evolución del problema.
  5. Animar al niño, reforzarlo por los avances.

Educarlo para potenciar sus recursos personales

La respuesta ante una situación que genera ansiedad depende en parte de los recursos de que dispone el individuo para afrontar ese problema y de si percibe que es capaz de resolverlo. Dicho de otro modo, no basta con tener las armas para enfrentarse a un problema, hay que creer que se puede luchar contra él y superarlo. Este sentimiento de autoeficacia tiene mucho que ver con la autoestima. En la formación de la autoestima cobra especial importancia la familia y la escuela. ¿Qué se puede hacer para fomentar una buena autoestima en el niño?

  1. Amor incondicional: la aceptación sin condiciones de los padres es, sin duda, la mejor estrategia para fomentar en el niño una buena autoestima. El niño debe estar seguro del amor de sus padres hacia él por sí mismo, no por lo que hace. Muchos trabajos han señalado que los niños que tienen una baja autoestima se sienten poco aceptados o rechazados por sus padres. Aceptar a un hijo implica, por ejemplo:
  • Demostrarle afecto, que se siente orgulloso de él, que disfruta de su compañía.
  • Demostrar que entiende lo que le preocupa, interesarse por sus problemas.
  • Aceptar sus limitaciones, no pretender que sea perfecto.
  • Demostrarle afecto incluso cuando se porta mal.
  1. Brindarle apoyo: los padres deben demostrar a su hijo que ellos estarán allí cuando él necesite ayuda; los profesores deben expresar al niño que ellos pueden ayudarle cuando tenga dificultades en sus tareas escolares.
  2. Ayudar al niño a encontrar aptitudes, intereses y actividades. Reforzar y potenciar sus capacidades: animar al niño a mejorar sus habilidades en las tareas que realiza de forma deficitaria y, sobre todo, potenciar aquellas que más le gustan y que mejor o más fácilmente hace.
  3. Corregirle cuando hace algo mal. Es importante que se critique su actuación, pero no su forma de ser. Es más adecuado decir ‘no has hecho bien la cama’ que ‘eres un gandul, torpe…’, mejor señalar ‘si hubieras estudiado más habrías aprobado este examen’ que ‘eres vago y tonto’…
  4. Elogiarle por sus avances, por las cosas que hace bien. No exigir perfección ni rapidez. Valorar como válidos los resultados que vaya consiguiendo aunque no sean perfectos. A medida que haga las cosas le saldrán mejor y más deprisa.
  5. No ser excesivamente sobreprotector. Se ha visto que los niños que están muy sobreprotegidos por sus padres tienen frecuentemente una baja autoestima. La sensación de podernos valer por nosotros mismos se construye día a día y depende de las actividades que realizamos y los problemas que afrontamos. Hay que dejar que el niño se enfrente por sí solo a sus problemas y que aprenda estrategias para superarlos. Los padres no estarán siempre ahí para resolver todos los problemas de su hijo.

En este sentido, es importante fomentar en el niño:

  1. Una actitud activa dirigida a la resolución de problemas:
    1. Valorar un problema como un desafío en vez de como una amenaza.
    2. Creer que los problemas son resolubles
    3. Creer en la propia capacidad para resolver bien los problemas.
    4. No esperar que los problemas se resuelvan por sí solos, no posponer la resolución del problema, no evitarlo.
    5. Búsqueda activa de soluciones.

Está claro que no basta con animar al niño a actuar de esta forma, sino que los padres y otros cuidadores deben comportarse del mismo modo, actuar de modelos de conducta a seguir para el niño.

  1. Fomentar su autonomía. Es importante que el niño desde pequeño adquiera responsabilidades en casa y en la escuela: ayudar en pequeñas tareas de casa (poner la mesa, fregar los platos, hacer su cama, etc.), recoger su pupitre, ayudar a mantener en orden el aula…Estas tareas serán tanto más complejas conforme aumente la edad. Sin embargo, la autonomía va más allá de que el niño sepa valerse por sí mismo en las tareas cotidianas. Los padres no deben ser directivos y sí, en cambio, promover que el niño sea capaz de tomar sus propias decisiones, aún a riesgo de equivocarse, y de tener diferentes experiencias, aún a riesgo de ser negativas. Esto implica que es mejor aconsejar que ordenar, sugerir que imponer.
  2. No ser excesivamente exigente. Algunos padres fijan metas muy elevadas y esperan que sus hijos obtengan resultados excelentes. Otros padres no expresan de forma explícita este interés pero sí refuerzan al niño de forma diferencial en función de los resultados. Un exceso en las demandas externas que realiza la familia puede conducir a estados de elevada ansiedad en el niño. Éste puede estar preocupado por defraudar a sus padres si sus notas no son tan buenas como ellos esperan. En otros casos, son los propios niños los que se fijan metas muy elevadas. La mayoría de las veces se trata de niños y adolescentes inseguros y muy perfeccionistas, que basan su autoestima en conseguir ser el/la mejor en todo. En estos casos habría que:
  •  Disminuir el nivel de exigencia de los padres. Éste debe ser realista e ir acorde con la capacidad del niño.
  •  Crear una atmósfera de aceptación: el niño debe saber que sus padres no van a dejar de quererlo si lleva a casa malas notas.
  •  Fomentar una vida equilibrada: el rendimiento en la escuela no lo es todo, también son importantes las diversiones.
  •  Evitar hábitos perfeccionistas: estudiar hasta altas horas de la noche o repetir muchas veces un trabajo hasta que esté perfecto no es saludable. Es conveniente establecer un horario y unos objetivos de estudio realistas.
  •  Programar actividades deportivas y culturales que le gusten al niño.

Fomentar hábitos saludables, promover nuevas experiencias…

Es muy aconsejable que los niños tengan experiencias muy variadas. Esto les permitirá conocer a gente diferente y hacer amigos, conocerse mejor a sí mismos y saber cuáles son sus aptitudes e intereses más destacados, encontrarse con diferentes problemas y desarrollar habilidades y estrategias para resolverlos, etc. En definitiva, fomentar nuevas experiencias en el niño puede fortalecer su autoestima y sus recursos de afrontamiento y establecer una red de relaciones sociales.

El apoyo social es, sin duda, uno de los recursos más importantes para prevenir los problemas psicológicos, entre ellos los trastornos de ansiedad. Es importante fomentar las relaciones sociales del niño: dejar que realice salidas con otros niños, excursiones, dormir en casa de amigos, fijar una hora de regreso a casa que sea prudente pero no demasiado restrictiva…Cuantas más experiencias diferentes tenga el niño más estrategias desarrollará para afrontar problemas. Cuantos más amigos tenga mejor y más apoyado se sentirá para poder superar diferentes problemas.

Uno de los miedos que tienen los padres, especialmente cuando sus hijos son adolescentes, es que los amigos que lo rodean puedan influir negativamente en él. A los padres les preocupa que el chico pueda consumir alcohol, tabaco u otras drogas, se meta en peleas, etc. Es conocida la relación que existe entre las drogas y los problemas de ansiedad. Un consumo elevado de café, tabaco, alcohol u otras drogas puede tener consecuencias negativas para la salud mental y física del chico e interferir en sus actividades escolares o laborales y en sus relaciones familiares y sociales. Es importante que los padres:

  •  Estén informados sobre las drogas.
  •  Hablen con el chico/a de las drogas, de sus propiedades y efectos. Es mejor no mostrarse represor, transmitirle la idea de que puede hablar con sus padres abiertamente de lo que le preocupa.
  •  No actuar como un policía: los padres no están las 24h con el hijo ni pueden evitar que el chico pruebe las drogas. Deben confiar en él e insistir en el diálogo.
  •  Fomentar hábitos saludables: comer de forma sana y equilibrada, realizar ejercicio físico de forma habitual. El ejercicio físico ayuda a mejorar el estado de ánimo y a relajarse. Se trata de un ‘antídoto’ natural contra el estrés.

Si bien realizar diferentes actividades para potenciar las aptitudes del niño es aconsejable y saludable, y promover diferentes experiencias permite desarrollar estrategias para afrontar problemas y construir una buena red de apoyo social, no hay que excederse ni en la cantidad de actividades a realizar ni en lo que se espera de ellas. Los niños con un exceso de actividades extraescolares muestran cansancio, estrés y se sienten presionados. Tienen la necesidad de cumplir con todo y con todos y se dan cuenta de que no pueden. Esto puede repercutir de forma negativa en su salud mental. Es recomendable:

  •  No llenar la semana de actividades. Planificar un horario con el niño y destinar un tiempo suficiente a las tareas escolares, extraescolares y a su descanso. El horario debe ser realista
  • Planificar actividades gratificantes para el niño. Por ejemplo, si al niño le cuestan las matemáticas se pueden destinar algunas horas a la semana a repasar esta materia, pero también a realizar otras actividades que al niño le resulten más agradables: fútbol, música…
  • Las actividades deben gustar al niño, no sólo a los padres. Algunos padres quieren que el niño estudie o practique una actividad que ellos no pudieron realizar en su infancia. Hay que escuchar lo que quiere el niño.
  • No hay que ser excesivamente exigentes con el niño. Hay que animarlo a que lo haga lo mejor que pueda, y reforzarlo por los pequeños avances, pero no exigir resultados.

Una última nota...

Como se ha comentado a lo largo del texto, en la educación del niño y del adolescente participan tanto los padres como los profesores y otras personas próximas al niño. Es importante que:

  •  Haya comunicación entre todas las personas que se encargan de la educación del niño y se informen mutuamente de los problemas que tenga.
  •  Se haga un frente común para solucionar estos problemas ; esto implica que debe haber unidad de criterios y que todos deben trabajar en la misma dirección.

_________
Fuente: Noemí Gullamón. Clínica de la Ansiedad. Psicólogos especialistas en el tratamiento de la ansiedad.

Categories
Cercar ajuda

Exploració i valoració psicològiques

El procés d’exploració i valoració psicològica té com a objectiu conèixer al pacient i la seva problemàtica, fer una valoració diagnòstica, i indicar una intervenció terapèutica si es requereix. Normalment dura entre una i tres entrevistes, segons el cas, i pot requerir, o no, exploracions complementàries.

Després de les presentacions inicials, el pacient explica a la seva manera el motiu de consulta, oferint explicacions sobre què el preocupa, què li passa, com, quan, inici, desenvolupament, situació actual, expectatives, en conjunt, tota aquella informació que permeti traslladar a l’especialista una visió comprensiva del problema.

En aquesta primera fase l’especialista sol escollir el mètode d’entrevista oberta, és a dir, anima i ajuda al pacient a que expressi lliurement, amb les seves paraules, a la seva manera, que és el que li passa. No només existeix informació en el que es diu, sinó en la manera i el com s’articula l’explicació.

Posteriorment, l’especialista escull un tipus d’entrevista semiestructurada, amb preguntes específiques sobre diferents aspectes, amb l’objectiu de conèixer en profunditat el motiu de consulta i elaborar la història clínica del pacient: manifestacions simptomatològiques, esdeveniments vitals recents, coneixement bàsic de la situació afectiva familiar, laboral, social i lúdica, antecedents mèdics i psicològics, antecedents familiars, consum de tòxics, etc.

És probable que se li sol·liciti al pacient la realització de proves específiques complementàries o que les aporti si les té: proves clíniques (anàlisis de sang o electrocardiograma, per exemple), proves de diagnòstic per imatge (radiografies, per exemple), o proves psicomètriques (qüestionaris generals, de personalitat per exemple, o específics, per exemple d’ansietat)

Aquestes exploracions són proves objectives que contribueixen a conèixer millor el cas, per una banda, i a efectuar el diagnòstic diferencial per altra: alguns signes d’afeccions psicològiques poden coincidir amb les manifestacions simptomatològiques d’altres afeccions mèdiques o psicològiques. És important, comptar amb un bon diagnòstic diferencial, que eviti confusions o solapaments entre alteracions que puguin presentar símptomes semblants. El diagnòstic diferencial s’efectua, doncs, basat en les dades de l’entrevista i, si es requereix, sobre les dades de les proves complementàries. Algunes d’aquestes proves, per exemple els test, qüestionaris i escales d’avaluació conductual, poden efectuar-les el propi especialista, d’altres han de sol·licitar-se als serveis pertinents, explicant sempre al pacient els motius i amb el seu consentiment.

Finalment, l’especialista està en condicions de realitzar una valoració rigorosa del cas, i més concretament un diagnòstic, i explicar-lo de manera comprensible al pacient. Sobre la base del diagnòstic, el coneixement del pacient, i la demanda d’aquest, l’especialista proposa el tractament a seguir, explicant en termes generals les seves característiques, implicacions, perspectives, periodicitat de les visites, temps total estimat, etc.

A partir d’aquí el pacient reafirma, si és el cas, la seva voluntat de seguir endavant amb el procés  i de començar el tractament esmentat, si bé de les intervencions anteriors ja s’ha pogut desprendre algun efecte terapèutic o de canvi.

Tanmateix, no tots els casos consultats requereixen un tractament pròpiament dit. En alguns casos és suficient amb la pròpia valoració psicològica o una mínima orientació.

Font: Clínica de l’Ansietat. Madrid i Barcelona. Psicòlegs. Teràpia cognitiu-conductual.

Categories
Interaccions contraproduents

Rol d’actor versus rol d’espectador

Amb aquest títol, fem referència a una interacció contraproduent entre actes d’afrontament de l’ansietat, que pertany al grup de les incompatibilitats, que es produeix com a conseqüència de la interferència entre l’execució d’una tasca i l’avaluació simultània i sistemàtica de la manera de fer.

Això passa, per exemple, quan en el transcurs d’una trobada sexual, preocupats per la nostra resposta i temorosos que es produeixi algun error, estem pendents de si l’erecció és bona o dolenta, si la companya sexual se n’haurà adonat, etc., o en el desenvolupament d’una conferència sobre un tema concret, estem pendents d’avaluar la seguretat i la serenitat de la persona que està parlant o la fluïdesa verbal, etc.

Fem referència a una pràctica molt comú en els trastorns d’ansietat, que consisteixen a porta a terme una actuació –rol d’actor– a la vegada que, simultàniament, s’exerceix de crític o analista –rol d’espectador– des de diferents primes.

Es tracta de veure’s des de fora, amb els ulls dels altres, com si fos a través d’un mirall o un monitor de televisió. La finalitat és apreciar o monitoritzar l’efecte que produïm –amb atenció preferent als més temuts– i intentar corregir-los sobre la marxa.

És, bàsicament, una operació de control d’imatge, vinculada al control de l’avaluació. Una conducta que rarament passa si s’està sol, i quasi gens amb amics o familiars incondicionals, però que tendeix a augmentar a mesura que augmenta el número de persones que observen, la distància afectiva respecte d’elles, l’autoritat que tenen o la valoració que els fem.

Els efectes contraproduents es produeixen com a conseqüència de la interferència, inhibició recíproca i, a vegades, bloqueig entre diferents camps atencionals i operacionals, de manera que algunes tasques o parts substancials es tornen irresolubles sota aquestes condicions. S’incrementa, així, el sentiment d’impotència i dificultat, disminueix l’autoeficiència i es reactiva l’ansietat.

La interacció simultània rol d’actor i rol d’espectador ens col·loca constantment en la situació de passar examen i, als altres, en el paper del suposat tribunal, amb actitud fiscalitzadora. Aquesta circumstància augmenta l’ansietat i és capaç de convertir actes fins i tots plaents per si sols, en incomodes o aversius.

______
Font: Baeza Villarroel, J.C. (1994) ISBN: 84-490-0131-5. Clínica de l’Ansietat. Madrid i Barcelona

Categories
Altres errors

La negació

La negació consisteix a invalidar una part d’informació desagradable o no desitjada i a viure la pròpia vida com si aquella part no existís. És un mecanisme de defensa que els psicoanalistes relacionen, fonamentalment, amb la depressió, però és apreciable en altres patologies, entre elles l’ansietat, i en la vida quotidiana. La negativa persistent a veure’s influït per les evidències de la realitat també és un indicatiu que el mecanisme de la negació està funcionant. La negació en el context de la malaltia no es considera efectiva, ja que l’individu deixa de desenvolupar un afrontament apropiat (per exemple, buscar atenció necessària).

Janis (1958) en un dels treballs sobre els «processos de preocupació» centre la seva investigació en el fet que les persones que utilitzen la negació (també l’evitació) com a forma d’afrontament, experimenten més alleujament emocional en la primera situació amenaçadora, però paguen per això, i manifesten una vulnerabilitat continuada en les situacions següents. D’altra banda, la gent que fa front a l’amenaça de manera vigilant, resulta més afectada al principi, però en les vegades posteriors, experimenta menys trastorn, ja que està més preparada per dominar les demandes de la situació. En els estudis de Janis, els pacients que mostraven poc o cap aprensió abans d’una intervenció quirúrgica, van presentar més trastorns postoperatoris que els pacients que havien mostrat un grau normal de vigilància i ansietat abans de ser intervinguts.

Wolf i col·laboradors (1964) van provar que els pares de nens leucèmics que es defensaven de la dolorosa realitat per mitjà de mecanismes psicològics de negació excretaven menys 17-OCHS que els pares que assumien els fets tal com eren.

Breznitz (1983), que ha realitzat un estudi extens sobre la negació i els processos d’afrontament que la integren, assenyala que l’ús de qualsevol forma de negació implica la falta d’esperança per poder canviar la situació objectiva. En aquest sentit, la teoria de la indefensió apresa (Seligman 1975) ha servit per posar en evidència els efectes múltiples del fracàs adaptatiu.

Watzlawick, Weakland i Fisch (1974), que han estudiat la negació sobretot en l’àmbit de la teràpia familiar, hi fan referència en els termes següents: «una manera d’abordar de manera errònia un problema resideix a comportar-se com si aquest problema no existís, és a dir, aplicar com a solució la negació del problema.» D’aquí se’n deriven dues conseqüències:

  1.  el reconeixement del problema és considerat com a manifestació de bogeria o maldat
  2.  el problema que exigeix canvi es complica de manera creixent pels problemes creats per la manera errònia d’abordar-lo (p. 68)

Marks (1987), per la seva banda, assenyala que la negació pot ser un obstacle perquè l’exposició funcioni: hi ha multituds de portes (la negació entre elles) que impedeixen que les experiències desagradables es facin conscients. Aquestes portes ens protegeixen d’una possible sobrecàrrega i ens permeten seguir funcionant tot mantenint l’activació en uns nivells que energitzen més que no pas paralitzen. Perquè l’exposició funcioni, la majoria d’aquestes portes s’han d’obrir, de manera que l’experiència de por sobrepassi totes les nostres defenses i, així, faci possible la consciència de l’emoció, el seu processament i, a partir de cert punt, la seva habituació. Els resultats experimentals comencen a donar suport a la idea que la implicació en l’exposició és millor que la dissociació durant l’exposició.

En resum, la negació, com tantes altres estratègies d’afrontament, no es pot qualificar com a inherentment bona o dolenta. S’ha de tenir en compte el context i, sobretot, desenvolupar principis que especifiquin les condicions sota les quals els processos de negació poden tenir conseqüències favorables o desfavorables. Lazarus i Folkman (1984) ofereixen les consideracions següents:

  1. quan no hi ha res constructiu que es pugui fer per vèncer el mal o l’amenaça; és a dir, quan no hi ha una acció directa important, els processos de negació contenen el potencial necessari per alleujar el grau de trastorn produït per la situació, sense alterar el funcionament de l’individu o produir danys addicionals.
  2. la negació pot ser adaptativa pel que fa a determinats aspectes de la situació, però no totalment. Els pacients que pateixen diabetis poden negar la gravetat de la situació sempre que continuïn atents a la dieta, al nivell d‘activitat i a la dosis d’insulina.
  3. Miller (1980) assenyala que en situacions subjectes a canvi –és a dir, que passin d’incontrolables a controlables–, l’estratègia òptima pot ser aquella que redueixi l’activació sense impedir per complet el processament de la informació externa que fa referència a l’amenaça. Malgrat això, en les situacions crònicament incontrolables, l’estratègia escollida pot ser aquella que redueixi de manera efectiva tant el nivell d’arousal com el processament concomitant de la informació captada de l’entorn.
  4. La cronologia de la negació com a procés d’afrontament pot ser una qüestió d’importància. La negació pot resultar menys perjudicial i més efectiva en les primeres fases d’una crisi, per exemple, en una malaltia súbdita, en una incapacitació o en la pèrdua d’un ser estimat; és a dir, quan la situació ja no es pot afrontar totalment, sinó en les fases posteriors.

Més informació

BREZNITZ, S. (Ed.) (1983). The denial of stress. Nueva York: International Universities Press.

JANIS, I. L. (1958). Psychological Stress: Psychoanalytic and behavioral studies of surgical patients. Nueva York. Wiley.

LAZARUS, R. S., y FOLKMAN, S. (1984). Stress, Appraisal and Coping. Nueva York: Springer Publishing Company, Inc. Ed. Española (1986): Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

MARKS, I. M. (1987). Fears, phobias, and rituals. Oxford University Press, Inc. Ed. Española (1991): Miedos, fobias y rituales. 1. Los mecanismos de la ansiedad. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

MARKS, I. M. (1987). Fears, phobias, and rituals. Oxford University Press, Inc. Ed. Española (1991): Miedos, fobias y rituales. 2. Clínica y tratamientos. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

MILLER, S. M. (1980). When is a little information a dangerous thing? Coping with stressful events by monitoring vs. Blunting. En S. Levine y H. Ursin /Eds.). Coping and health. Nueva York: Plenum.

SELIGMAN, M. E. P. (1975). Helplessness. San Francisco: W. H. Freeman. Traducción (1981): Indefensión. En la depresión, el desarrollo y la muerte. Madrid: Debate.

WATZLAWICK, P., WEAKLAND, J. H., y FISCH, R. (1974). Change, Principles of Problem Formation and Problem Resolution. Nueva York: W. W. Norton, Inc. Ed. Española (1976): Cambio. Formación y solución de los problemas humanos. Barcelona: Herder, S. A.

__________
Font: Baeza Villarroel, J.C. Clínica de l’Ansietat.

Categories
Errors en l’anticipació

Extralimitació en el càlcul de riscos

«Tres coses estimo: la nit, el patiment i la memòria» (Felipe Benítez Reyes, El equipaje abierto).

El mecanisme de la prevenció consisteix en el càlcul previ de riscos amb la finalitat d’avançar-se a l’ocurrència, evitant-los, impedint l’efecte sorpresa i la consegüent falta de reacció, sortejant-los d’alguna manera o disposant de manera prèvia d’algun dispositiu defensiu. Tot això en funció del valor dels plans o estat que volem preservar de com es poguessin veure afectats i afectar-nos, de les expectatives de resultats i de les expectatives d’autoeficàcia, en una situació i moment donats.

S’acostuma a entendre’s que la màxima prevenció consisteix a posar-se en el pitjor dels casos i aquesta formulació és, en certa manera, una màxima per a l’exercici de la prevenció, en particular de l’abusiva. Implica la contemplació de les últimes conseqüències i de les més greus. No té un altre límit que la versemblança del supòsit imaginar, i la versemblança ve conferida pel fet que l’ocurrència del supòsit sigui hipotèticament probable, encara que sigui en una proporció d’un sobre un milió:

  • qui em garanteix que no tindré un infant encara que l’electrocardiograma hagi sortit bé?
  • qui m’assegura que l’avió no pot caure?

Segurament la casuística ofereix algun exemple sobre el qual el pacient basa la raó inapel·lable i justifica la seva actitud aprensiva.

Existeix la creença social i generalitzada que la falta de prevenció és perillosa i comporta greus problemes. Es considera que tota prevenció és poca i que, si el defecte és nociu, l’excés, si es dones, és innocu. S’entén que és preferible, davant d’algun indici, posar-se en el pitjor dels casos, encara que després no passi, que no pas no donar-li importància i que després resulti alguna cosa greu i irreparable.

La popularització en el nostre entorn cultural de filosofia aristotèlica basada en la independència i, fins i tot, contraposició entre allò racional i allò emocional, reiterada després per Descartes (res cogitans versus res extensa) i els postulats sobre la divisió ment-cos, han contribuït a que vulgarment s’ignori l’estreta relació entre el que passa pel cap i el que passa pel cos, com si la evanescència de les idees no tingués res a veure amb la materialitat de l’organisme, i com si poguessin utilitzar-se de manera incontingent, pel que fa a les conseqüències físiques.

No es tracta de profunditzar aquí en l’ús, funcions i límits de la prevenció que l’entorn cultural més proper aporta al desenvolupament cognitiu i representacional de l’individu, ni el la importància que les actituds o comentaris de pares porucs i sobreprotectors tenen sobre l’aprenentatge dels estils de pensament i anticipació del nen, i quina funció juga tot això en la configuració de l’emotivitat, la personalitat la ideació o l’acció.

El paper d’aquests factors en la extralimitació en el càlcul de riscos com a manera d’afrontament cognitiu de l’ansietat no sembla determinant. Sí, en canvi, l’autoeficàcia i la intensitat dels símptomes.

Des de la perspectiva cognitivosocial (Bandura, 1986), el que fa que els esdeveniments potencialment aversius resultin temibles és, sobretot, la ineficàcia percebuda per afrontar-los. En la mesura que l’individu pensi que pot prevenir, acabar  disminuir la gravetat dels esdeveniments aversius, deixarà de tenir raons per témer-los. Per a aquelles persones que tenen dubtes sobre la seva autoeficàcia d’afrontament, la preocupació per l’ansietat i la seva anticipació excedeix les dificultats objectives, causa gran malestar i dediquen molt de temps a accions de tipus defensiu )bàsicament l’eviatció), cosa que implica estar mentalment advertit amb antelació (Bandura, 1978 b). Exageren la magnitud de les deficiències i les dificultats potencials del medi (Beck, 1976; Meichuenbau, 1977, i Sarason 1975 a). Aquests dubtes autoreferits creen estrès i quan es distreu l’atenció del que hauria de ser el comportament adequat, dificulta la utilització dels recursos.

L’home no és simple predictor de la seva conducta, n’és també el productor. El pacient no només pacient, respecte de la seva malaltia, sinó que també és agent.

Si es considera que les situacions amenaçadores no poden afrontar-se de manera eficaç, i tampoc no es poden o no s’han d’evitar, és probable que la persona opti pel control intern davant de l’aparició de símptomes d’ansietat.

Shelton i Mallinckrodt (1991), en un treball en què relacionaven les variables nivell d’ansietat, lloc de control intern o extern i l’autoeficàcia com a predictors del tipus de tractament preferit per part dels subjectes objecte d’estudi, van trobar que els subjectes que van escollir tractaments focalitzats sobre la tasca van puntuar significativament més baix en el test d’ansietat i més alt en el d’autoeficàcia, en comparació amb els que van escollir un tractament basat sobre el control intern de l’ansietat, que puntuaven alt en ansietat i baix en autoeficàcia.

Si la intensitat dels símptomes d’ansietat és molt alta, es pren com a indicador de risc greu per a la salut física i mental. És natural que els subjectes dirigeixin la seva estratègia cap al control intern, ja que el valor salut és, per a la majoria de persones, jeràrquicament superior a altres. En aquests casos, és probable que el pacient no es conformi amb evitar les situacions en què l’ansietat es manifesta de manera més crua, sinó que si es considera que alguna cosa interna falla, s’ocupi d’estudiar-se, de conjecturar-se, d’autoescoltar-se, de plantejar-se supòsits per reduir la incertesa o, d’alguna manera, crear-la com a mecanisme defensiu.

Existeix la idea que la incertesa, o el dubte, tendeix a ser evitada i reduïda, i és cert en molts casos, però en d’altres, com a estratègia defensiva, es propicia (en el sentit de no fiar-se’n, de recelar) com a mode de prevenció.

Per exemple, només cal pensar en la tendència, reiteradament observada en la pràctica clínica, que tenen els hipocondríacs a consultar lectures per saciar els dubtes i per tranquil·litzar-se i com, sistemàticament, acaben més incerts i insegurs. En aquest cas, que es redueixi la probabilitat objectiva de dany no redunda en que disminueixi la subjectiva, que normalment s’incrementa, entre altres factors perquè des d’una actitud de sospita i en la línia de posar-se en el pitjor, es generen nous indicis que adquireixen un valor inquietant, i es genera una actitud aprensiva no com a simple efecte col·lateral, sinó precisament com a base de l’acció preventiva. La incertesa guarda relació amb com la probabilitat que passi un esdeveniment influeix en la seva avaluació. Epstein i Roupenion (1970) mostren experimentalment les diferències entre la probabilitat objectiva i la subjectiva; per exemple, en un dels experiments, una probabilitat del 5% es transforma subjectivament en una del 50%, i una del %0% es transforma en una subjectiva del 95%. Hi ha discussió entre diferents autors (Gaines, Smith i Skodmik, 1977; Monat, Averil i Lazarus, 1972; Epstein i Roupenian, 1970) i contradiccions experimentals sobre si l’activació (arousal) és igual, major o menor davant de diferents probabilitats d’ocurrència.

L’ansietat intensa és capaç d’interferir, per si mateixa, en el funcionament cognitiu i dificultar, encara més, l’afrontament. Quan no es pot decidir sobre una pauta d’acció, pot produir-se por, preocupació excessiva, pensament obsessiu i més ansietat. Generar incertesa inhibeix i paralitza (Breznitz, 1971),

La sensibilitat cap a l’ansietat sembla guardar més relació amb experiències prèvies d’ansietat i estrès que amb l’ansietat com a tret de personalitat (Shostar i Peterson, 1990).

Lazarus-Mainca, Friebel i Unshelm (1982) van examinar diferents maneres d’afrontament, en funció de l’ansietat individual. En un experiment es va demanar als subjectes que imaginessin històries específiques que diferissin en la quantitat de contingut amenaçador. En un altre experiment, els subjectes van fer pantomima en direcció a generar o reduir ansietat, en funció de les instruccions. Els subjectes amb més ansietat van tendir a associar més sentiments negatius amb situacions amenaçadores que recordaven. Quan imaginaven situacions amenaçadores, activaven menys concepcions reductores de l’ansietat i eren menys capaços de controlar les concepcions generadores d’ansietat que els subjectes amb una taxa més baixa d’ansietat.

La tolerància davant d’estímuls nocius o aversius sembla dependre, també, de l’atribució de l’eficàcia personal davant de la situació (Simon, 1988; Vallis i Bueher, 1986; Ruiz i Avia, 1987), i és major –i sent més dolor– quan l’habilitat percebuda és major.

Villamarin (1990), en una revisió de la majoria d’investigacions generades per la Teoria de l’autoeficàcia de bandura, en relació amb els trastorns d’ansietat i depressió, posa de manifest que, efectivament, com més autoeficàcia, més conducta d’afrontament i menor sensació subjectiva de la por. La relació entre autoeficàcia i activació automàtica apareix poc clara: en alguns estudis s’ha trobar una relació directa (més autoeficàcia menys reactivitat fisiològica), mentre que en altres no s’ha trobat cap tipus de relació.

Feltz (1982) havia trobat que la resposta fisiològica d’ansietat no era una font significativa d’informació d’autoeficàcia. Suggereix que una possible explicació entre aquesta troballa, contraria a allò previst per la teoria de l’autoeficàcia, seria que algunes persones no perceben amb precisió la seva activació fisiològica, i considera que la percepció subjectiva que els individus tenen de la seva activació fisiològica flueix més en l’autoeficàcia que el grau d’activació real. Aquest supòsit es va posar a proba (Feltz i Mugno, 1983) i es va trobar que «l’activació fisiològica percebuda» davant de la tasca (salts d’esquena a la piscina des del trampolí) va ser un predictor significatiu d’autoeficàcia: com més activació fisiològica percebuda, menys autoeficàcia. Dit d’una altra manera, com menys autoeficàcia, més activació psicològica percebuda. Si la falta d’autoeficàcia davant d’una situació afavoreix que l’individu dirigeixi l’afrontament al control emocional, és probable que la percebi com a més alta, ja que hi centra l’atenció, que la percebuda per algú, que amb millor autoeficàcia, centra l’afrontament sobre el problema, hi fixa l’atenció.

Més informació

BANDURA, A. (1978). Reflections on self-efficacy. En S. Rachman (ed.), Advances in behaviour research and therapy. (Vol. 1, pp. 237-269). Oxford: Pergamon.

BANDURA, A. (1986). Social Foundations of Thought and Action. New Jersey: Prentice-Hall, Inc. Ed. Española (1987): Pensamiento y acción. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

BECK, A. T. (1976). Cognitive therapy and the emotional disorders. Nueva York: International Universities Press.

BREZNITZ, S. (1971). A study of worrying. British Journal of Social and Clinical Psychology. 10, 271-279.

EPSTEIN, S., y ROUPENIAN, A. (1970). Heart rate and skin conductance during experimentally induced anxiety: The effect of uncertainty about receiving a noxious stimulus. Journal of Personality and Social Psychology, 16, 20-28.

FELTZ, D. L. (1982). Path analysis of the causal elements in Bandura’s theory of self-efficacy and anxiety based model of avoidance behavior. Journal of Personality and Social Psychology, 4, 764-781

FELTZ, D. L., y MUGNO, D. A. (1983). A replication of the path analysis of the causal elements in Bandura’s theory of self-efficacy and the influence of autonomic perception. Journal of Sport Psychology, 5, 263-277.

GAINES, L. L., SMITH, B. D., y SKOLNICK, B. E. (1977). Psychological differentiation, event uncertainty, and heart rate. Journal of Human Stress, 34, 11-25.

LAZARUS MAINKA, G., FRIEBEL, U., UNSHELM, S. (1982). Anxiety and the image of threatening situations. Psychologische Beitrage. Vol. 24 (3) 356-369.

MEICHENBAUM, D. H. (1977). Cognitive-behavior modification: An integrative approach. Nueva York: Plenum.

MONAT, A., AVERILL, J. R., y LAZARUS, R. S. (1972). Anticipatory stress and coping reactions under various conditions of uncertainty. Journal of Personality and Social Psychology. 24, 237-253.

RUIZ, M. A., y AVIA, M. D. (1987). Diferencias individuales en autocontrol dentro del paradigma de tolerancia a la estimulación aversiva. Estudios de psicología, 27/28, 75-85.

SARASON, I. G. (1975 a). Anxiety and self-preoccupation. En I. G. Sarason y D. C. Spielberger (Eds.), Stress and anxiety (Vol. 2, pp. 27-44). Washington, DC: Hemisphere.

SHELTON, Diane M., MALLINCKRODT, B. (1991). Test anxiety, locus of control, and self-efficacy as predictors of treatment preference. College-Student-Journal. Vol. 25 (1) 544-551.

SHOSTAK, Barbara A., PETERSON, Rolf A. (1990). Effects of anty sensitivity on emotional response to a stress task. Behaviour Research and Therapy. Vol. 28 (6) 513-521.

SIMON, M. A. (1988). Autoeficacia y tolerancia a la estimulación aversiva: Efectos diferenciales del Feedback atribucional. Análisis de Conducta. Vol. 14, Nº 41, 401-416.

VALLIS, T. M., y BUCHER, B. (1986). Self-efficacy as a predictor of behavior change: Interaction with type of training for pain tolerance. Cognitive Therapy and Research, 10, 79-94.

VILLAMARIN, F. (1990). Papel de la auto-eficacia en los trastornos de ansiedad y depresión. Análisis y Modificación de Conducta, Vol. 16, Nº 47, 55-77.

__________
Fuente: Baeza Villarroel, J.C.(1994). ISBN: 84-490-0131-5.  Clínica de l’ Ansietat.

Categories
Psico-lògiques de la por

Biaix falsacional: inversió de la càrrega de la prova

Als processos d’atendre i de significar-interpretar en segueix un altre: comprovar la hipòtesis o la formulació a falsejar.

Cal una breu disquisició que resultarà aclaridora per al procés que es pretén explicar. En un estat de dret, amb totes les garanties, regeix l’anomenada presumpció d’innocència, cosa que significa que una persona, malgrat els possibles incidís en contra, és considerada com a innocent mentre no es demostri el contrari. És a dir, la càrrega de la prova recau sobre la demostració de culpabilitat. La hipòtesis a falsejar és la innocència, que es prendrà com a certa mentre no s’aportin proves contrastades i suficient del contrari.

Doncs bé, encara que la majoria de nosaltres no som jutges o investigadors professionals, contínuament manegem conjuntures, generem hipòtesis, intentem contrastar-les –les sotmetem a proves– i obrem en conseqüència en una determinada direcció.

En circumstàncies regulars, pel que fa a la nostra salut, el treball, la parella, impera la presumpció de normalitat malgrat l’existència d’alguns problemes en cada una d’aquestes àrees, més o menys excepcionals, que potser criden la nostra atenció o ens generen algun dubte o desconfiança.

En situacions normalitzades, que no impliquen riscos especials, en què la probabilitat subjectiva d’ocurrència de perill és escassa o les circumstàncies menors, allò excepcional, imprevist o incert no alteren la presumpció de normalitat. Així, per exemple, si anem pel carrer i se’ns apropa algú les intencions del qual no coneixem, en principi considerem, malgrat això, que no passa res amenaçador mentre no es demostri el contrari i, això, encara que ens hagi generat certa inquietud o alerta; qui s’apropa no és un delinqüent –un lladre o un terrorista– mentre no es manifesti explícitament en aquest sentit. Un altre exemple, si la nostra parella es arriba una mica més tard de l’hora habitual en què arriba a casa –fet que no deixa de cridar-nos l’atenció i de generar-nos certa preocupació– considerem, malgrat l’estranyesa que aquesta circumstància ens pot produir, que el motiu serà intranscendent o poc preocupant, mentre no es demostri el contrari. Un últim exemple, si un dia ens fa mal el cap i ens produeix un malestar intens i condiciona els nostres plans, entenem, que malgrat desconèixer el motiu, la nostra salut no es troba compromesa, mentre no es demostri el contrari.

En situacions considerades d’excepció, quan l’ansietat i la inseguretat davant d’un suposat perill són molt intenses i no es poden assumir, es produeix, normalment d’una manera automàtica, un canvi en els processos i mètodes d’anàlisi: la inversió de la càrrega de prova, procés que sota determinades condicions pot tenir un clar valor adaptatiu davant de perills greus, traumàtics o de conseqüències irreversibles.

En una situació de guerra, conflicte social greu, violència i actes de terror és probable que els individus que s’apropin a persones o llocs especialment exposats o sensibles, siguin considerats, d’entrada, com a malfactors, encara que no ho semblin i encara que es desitgi profundament que no ho siguin. Perquè siguin considerats inofensius han de superar una sèrie de perquisicions, revisions mèdiques, interrogatoris, proves, contraproves encaminades a demostrar que no són el que es presumeix. Així procedeix també la persona gelosa davant d’un retard de la parella, o l’hipocondríac davant d’una molèstia física. És a dir, es pren allò temut per cert, mentre no es demostri el contrari.

En tots els casos, la persona que se sent amenaçada, només se sentirà tranquil·la quan s’hagi demostrat la innocència o la innocuïtat del transeünt, el retard de la parella o de la naturalesa dels símptomes Innocència caduca i efímera, que queda només corroborada per aquesta determinada circumstància. Si en els propers dies es repeteix una cosa semblant, les perquisicions, proves i exàmens d’avui no són probatoris de res: que la nostra parella no es retardés ahir per flirtejar amb l’amant, no vol dir que avui no s’hagi vestit per a l’altra persona. Que el mal de la setmana passada no fos a causa del càncer no vol dir que ho sigui el d’avui, fins i tot podria ser que, llavors, el metge s’hagués equivocat, l’escàner no hagués funcionat correctament en aquell moment o que l’analista traspaperés els expedients. Per què aquestes coses passes, no?

Fuente: J. Carlos Baeza Villarroel. Clínica de la Ansiedad, 2008. Psicòlegs a Madrid i a Barcelona especialitzats en el tractament de l’ansietat.

Vídeo Il-lustratiu:  biaixos cognitius falsacional i finalístic en trastorns de l’ansietat. Jose Carlos Baeza Villaroel. II Jornades sobre emocions i benestar organitzades per la Societat Espanyola per a l’Estudi de l’Ansietat i l’Estrès (SEAS) i la Fundació Mutua Madrilenya (FMM). Madrid, 1, 2 i 3 d’octubre de 2009. Podeu descarregar el vídeo gravat i difós per FMM