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Soluciones y Recursos

Enlaces de interés

Stress and Anxiety Research Society (STARS): Organización internacional y multidisciplinaria, formada por profesionales interesados en la investigación del estrés, la ansiedad y su afrontamiento. Página en Inglés y dirigida fundamentalmente a especialistas. La Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés forma  parte de la STARS.

National Institute of Mental Health (América). Versión en castellano donde se explican de manera sencilla y asequible los trastornos por ansiedad y sus tratamientos.

National Mental Health Association Breve explicación de los Trastornos de Ansiedad y enlaces a otras fuentes. Información para profesionales. Página en Inglés

Anxiety Disorders Association of America (ADAA). LA ADAA incluye en su página web, en inglés, una sección de carácter divulgativo, dirigida al público en general, con información sobre los trastornos de ansiedad, terapias farmacológicas y psicológicas, y ofrece algunas sugerencias que pueden ayudar a buscar el profesional adecuado.

MedlinePlus. Página en castellano. Portal de salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU. Cuenta con una sección en español con cientos de datos sobre enfermedades, programas de educación, etc. Algunos de ellos dedicados a los trastornos de la ansiedad y el ánimo.

SOM: Salud mental 360   Información sobre salud mental fiable y segura, para que pueda ser utilizada por los usuarios y familias. 

Fundadeps Materiales edicativos, documentación, estudios, informes, gúias, sobre salud mental.

Federació Salut Mental Catalunya     Formada por una red de más de 70 entidades  de personas con problemas de salud mental, sus famílias y amigos.

Confederación Salud Mental España  Integra a 18 federaciones autonómicas y asociaciones uniprovinciales, las cuales agrupan a más de 340 asociaciones de salud mental y suman más de 60.000 socios y socias.

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Nota: Clínica de la Ansiedad sugiere estas páginas en la consideración de que pueden ser de alguna utilidad o interés para los usuarios. No obstante, Clínica de la Ansiedad no necesariamente comparte los contenidos, opiniones o procedimientos de las páginas web mencionadas.

Fuente: Clínica de la Ansiedad.

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Prevención de la Ansiedad

Estilos de vida que promueven la salud o la enfermedad

Estilos de vida promotores de salud

  • Capacidad para aprender nuevas habilidades de afrontamiento o modificar antiguas
  • Actitud de apertura y receptividad a los otros
  • Iniciar y dirigir el cambio
  • Percibir y realizar elecciones y opciones en la resolución de problemas
  • Tener metas y propósitos en la vida
  • Hacer uso de todo tipo de recursos para adaptarse en la vida
  • Aumentar las habilidades personales, sociales y de todo tipo
  • Aproximación integradora a las circunstancias y problemas
  • Actitud dirigida a la resolución de problemas o a su prevención
  • Comportamiento activo/con iniciativa
  • Máximas actividades de auto-cuidado
  • Fuertes vínculos sociales
  • Evaluación consciente del riesgo de las conductas para la salud
  • Actitudes optimistas/esperanzadoras
  • Conductas reductoras del estrés
  • Imagen propia positiva, alta autoestima

Estilos de vida promotores de enfermedad

  • Utilización limitada de habilidades de afrontamiento
  • Retiro social, timidez, interacciones mínimas
  • Ver los cambios como barreras, obstáculos
  • Percibir pocas elecciones u opciones en la resolución de problemas
  • No tener claras metas ni propósitos en la vida
  • Limitada utilización de recursos para la adaptación
  • Dependencia de habilidades adquiridas y limitadas
  • Punto de vista blanco o negro en distintas circunstancias y problemas
  • Aproximación a los problemas con una orientación hacia la crisis
  • Comportamiento pasivo/reactivo
  • Mínimas actividades de auto-cuidado
  • Aislamiento social o débiles vínculos sociales
  • Búsqueda de conductas de riesgo para la salud
  • Actitudes pesimistas/fatalistas
  • Conductas generadoras de estrés
  • Emociones comunes de ira/depresión.
  • Imagen propia negativa, baja autoestima

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Fuente: J. B. Bruhn, citado por Sandi, C.; Venero, C; Cordero, M.I. (1999). Estrés, memoria y trastornos asociados. Barcelona. Editorial Ariel. Dibujo: Raúl Ariño/2010. Clínica de la Ansiedad

Video: Emociones positivas (UNED-RTVE2)

Otros videos relacionados

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Tratamiento de la ansiedad en Barcelona. Psicólogos y psiquiatras

Clínica de la Ansiedad es un centro de consultas externas especializado en el tratamiento de la ansiedad y problemas relacionados: hipocondría, depresión, procesos de adaptación y cambio, etc.

Cuenta con especialistas en psicología y psiquiatría , colegiados, con amplia experiencia en el tratamiento de la ansiedad, que trabajan de manera coordinada e integrada si el caso requiere un tratamiento combinado.

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Teléfonos: 93 226 14 12607 50 70 97

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Preguntas más frecuentes

¿A qué edad se desarrollan los trastornos de ansiedad en la mayoría de los casos?

Los trastornos de ansiedad pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Sin embargo, algunos trastornos de ansiedad suelen aparecer de forma más frecuente en determinadas etapas o períodos:

Fobias específicas: son más frecuentes en la infancia que en la adolescencia o etapa adulta.

  • Ambientales: Suelen aparecer en la infancia, aunque también pueden desarrollarse durante los primeros años de la etapa adulta. Ejemplo de fobias ambientales: miedo a las tormentas.
  • Animales y de sangre-inyecciones-daño: suelen aparecer en la infancia. Ejemplos: miedo a las serpientes, arañas, miedo a la sangre, a las agujas).
  • Situacionales se ha descrito un pico en la segunda infancia y otro en la mitad de la tercera década de la vida. Ejemplos: miedo al avión, a quedarse encerrado/a.

Trastorno de pánico: se observa un pico de incidencia en los últimos años de la adolescencia y otro en la etapa adulta, hacia los 30 años.

Fobia social: suele iniciarse durante la adolescencia.

Trastorno Obsesivo-Compulsivo: aunque puede iniciarse en la infancia, es frecuente su aparición durante la adolescencia o primeros años de la etapa adulta.

Trastorno de estrés postraumático: puede ocurrir en cualquier época de la vida.

Ansiedad generalizada: muchas personas consideran que se preocupan de forma excesiva desde siempre. Más de la mitad de las personas que acuden a tratamiento por este problema lo iniciaron durante la infancia o la adolescencia. Sin embargo, no es infrecuente su aparición después de los 20 años.

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Tratamiento de la Ansiedad

Tratamiento de los trastornos Obsesivo-Compulsivos

Introducción

La intervención terapéutica conjuga, normalmente, tratamientos específicos, en función del diagnóstico principal, con otros de carácter más general o contextual, en función de las características personales y circunstancias del paciente.

Normalmente, las primeras intervenciones van encaminadas a reducir los síntomas de ansiedad y la incapacitación que producen. Posteriormente se analizan y tratan los factores que originan y/o mantienen la ansiedad y otras alteraciones que puedan acompañarla.

Habitualmente, los tratamientos incluyen aspectos relacionados con la recuperación de la salud, si se ha pérdido, aspectos relacionados con la prevención, y aspectos relacionados con el desarrollo personal del paciente que de un modo u otro tienen que ver con lo que le pasa.

Normalmente, por lo que a intervenciones psicológicas se refiere, se acude a consulta una vez por semana, al inicio del tratamiento. Cuando el tratamiento está mínimamente encauzado, se espacian las visitas, efectuándose habitualmente a razón de una visita cada 15 días.

Tratamientos específicos del trastorno obsesivo-compulsivo

Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia en el tratamiento específico los trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) son los tratamientos farmacológicos y los psicológicos basados en procedimientos cognitivo-conductuales. He aquí una relación de aquellas técnicas consideradas más efectivas:

  • Información al paciente sobre la naturaleza de la ansiedad y el ánimo en general y del TOC en particular (psicoeducación): mecanismos básicos, problemas asociados al cierre de las acciones, relaciones entre pensamiento, emoción y acción.
  • Exposición y prevención de respuesta: el paciente se enfrenta deliberada y voluntariamente, al objeto, pensamiento o situación temida, sea real o imaginariamente, absteniéndose de realizar rituales «tranquilizadores», para facilitar los procesos de extinción y/o habituación de la ansiedad. Pensamientos o imágenes obsesivas, con la finalidad de conseguir la extinción de la ansiedad asociada.
  • Identificación y neutralización del procedimientos contraproducentes, utilizados por el paciente para regular su problema, pero que, en realidad, contribuyen, no a la solución, sino al mantenimiento del problema. Para más información sobre estos procedimientos puede consultarse el apartado Ir de mal en peor del menú de la izquierda.
  • Técnicas cognitivas: reestructuración de creencias distorsionadas, análisis de las consecuencias catastróficas temidas por el paciente, control pensamientos automáticos, resolución de procesos de duda paralizantes, análisis de los sentimientos de culpa.
  • Técnicas para el control de la atención: inhibición recíproca de campos atencionales, parada del pensamiento, etc.
  • Medicación: Ofrece muy buenos resultados terapéuticos el uso de algunos antidepresivos tricíclicos, especialmente la clomipramina. También los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina (ISRS), fluoxetina, fluvoxamina, entre otros.
  • Materiales de autoayuda, como complemento de la terapia.

Estos son algunos de los recursos terapéuticos más conocidos y probados en el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Se ha de tener en cuenta no obstante, que estos trastornos pueden venir asociados a otros problemas, que requieren también un abordaje, en el contexto de un tratamiento integrado y convenientemente articulado. El tratamiento, en rigor, no lo es del TOC, sino de la persona que lo padece, en relación, naturalmente, con la demanda que efectúa. Los tratamientos suelen desarrollarse individualmente. La duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si bien en algunos casos pueden ser más largos.

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Fuente: Clínica de la Ansiedad. Tratamiento de los trastornos obsesivo-compulsivos en Barcelona y Madrid. Psicólogos y psiquiatras.

Algunas referencias bibliográficas sobre tratamientos del trastorno obsesivo-compulsivo:

Pérez, M.; Fernández, J. R.; Fernández, C. y Amigo i.(Eds.) (2003). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I: Adultos. Madrid: Pirámide.

Silva, P. y Rachman, S.(1995):Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Los hechos. Bilbao: Descleé De Brouwer.

Freeston, M.H y Ladouceur, R. (1997). Análisis y tratamiento de las obsesiones. En V.E. Caballo (Dir.), Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos (Vol. 1, pp. 137-169). Madrid: Siglo XXI.

Marks,I.M.(1991a).Miedos, fobias y rituales: (2)Clínica y tratamientos. Barcelona: Martínez Roca

Vallejo, j. y Berrios,G.E.(1995).Estados obsesivos.Barcelona. Masson S.A.

Echeburúa, E. y de Corral, P. (1995). Técnicas de exposición: Variantes y aplicaciones. En F.J. Labrador, J.A. Cruzado y M. Muñoz (Eds.), Manual de técnicas de modificación y terapia de conducta (pp. 422-456). Madrid: Pirámide

Stahl,S.M.(1998). Psicofarmacología esencial. Barcelona: Ariel.

Directrices Internacionales de Tratamiento para el Trastorno Obsesivo-Compulsivo The Expert Consensus Guideline Series: Guías de actuación propuestas por Comités Internacionales de Expertos. Están pensadas para especialistas, pero incluyen un apartado para pacientes y familiares. En inglés.

El tratamiento de elección para los problemas de ansiedad es la Terapia Cognitivo Conductual. En el siguiente vídeo se explica este tipo de tratamiento psicológico:

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Preguntas más frecuentes

¿Es posible padecer más de un trastorno de ansiedad a la vez?

No es infrecuente que una persona presente más de un trastorno de ansiedad a la vez. En otros casos, la persona puede padecer un trastorno de ansiedad y un trastorno de otro tipo (del estado de ánimo, de comportamiento, abuso o dependencia de sustancias).

También puede suceder que a lo largo del tiempo una persona que presenta un trastorno de ansiedad acabe desarrollando otro trastorno de ansiedad diferente o un trastorno depresivo. La aparición de dos o más trastornos recibe el nombre de comorbilidad.

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Prevención de la Ansiedad

Ansiedad y respiración

La respiración es un proceso de suma importancia en la regulación fisiológica y metabólica del organismo. En los problemas de ansiedad tiene también una incidencia crucial. Hay algunas formas de respiración que pueden agravarla. Es el  caso de la hiperventilación, un tipo de respiración rápida, agitada, suspirosa, que da lugar a un exceso de oxigenación y provoca la reducción drástica de los niveles de dióxido de carbono, situación frente a la que el organismo reacciona aumentando las sensaciones de ahogo, opresión en el pecho, calor, mareo, hormigueo, visión borrosa, irrealidad, etc. Pero no es de este tipo de respiración contraproducente de la que vamos a hablar en este capítulo, sino de una modalidad que ayuda a regular la ansiedad: la respiración abdominal.

Las técnicas de relajación, entre ellas y muy particularmente la respiración abdominal, se utilizan para reducir o prevenir la sobre-activación  fisiológica producida por la ansiedad y en el estrés, aunque por si solas son insuficientes para un control efectivo del este problema. Han de venir acompañadas de una serie de medidas sobre las fuentes de  ansiedad,  estrategias de afrontamiento,  administración de tiempos, recursos, apoyos, preocupaciones etc. Es importante utilizarlas regular y sistemáticamente, no sólo cuando los estados de tensión ya son muy elevados. Esto último podría dificultar su aplicación y limitar su potencial eficacia.

 

Básicamente, existen tres tipos de respiración:

  1. La respiración torácica: el aire entra y sale de los pulmones por efecto de la apertura y cierre de la caja torácica, como si de un fuelle se tratara. Se  eleva el pecho cuando respiramos. El aire ocupa la parte alta y media de los pulmones.
  2. La respiración  abdominal o diafragmática: el aire entra y sale de los pulmones por efecto del movimiento ascendente y descendente del diafragma, como si del émbolo de una jeringuilla se tratara. El diafragma es  un músculo en forma de arco situado donde terminan las costillas. Se eleva la zona del abdomen cuando respiramos. El aire ocupa la parta baja, media y alta de los pulmones.
  3. Respiraciones mixtas: respiraciones combinadas de movimientos torácicos y diafragmáticos, con posible predominio de uno u otro. Se elevan el tórax y el abdomen cuando respiramos de este modo.

La respiración torácica favorece en el organismo efectos metabólicos que propician la activación fisiológica. Es una respiración que se da preferentemente durante el día – periodo el que el organismo está movilizado o listo para actuar en función de las demandas o exigencias del medio y de sus propias necesidades o intereses- y muy particularmente en situaciones de actividad física, ansiedad y estrés.

La respiración abdominal favorece procesos fisiológicos que propician la desactivación,  la recuperación y la reparación  del  equilibrio homeostático del organismo, alterado por la actividad diaria. Es una respiración que se da preferentemente por la noche y  a veces en situaciones de reposo durante el día, tanto más cuanto más entrenado se está en practicarla. Así pues ambas respiraciones son conocidas y utilizadas por el organismo de forma automática en función de los procesos fisiológicos que necesita favorecer en diferentes momentos. De hecho, cuando hablamos de aprender a respirar abdominalmente, a lo que nos referimos es a aprender a movilizar  voluntariamente el diafragma, para respirar abdominalmente en algunos momentos o situaciones que nos convenga, aprovechando una característica del organismo y de esta respiración que ya se produce bajo determinadas condiciones.

Respiración abdominal. Un procedimiento:

Algunas recomendaciones generales para aplicar durante el entrenamiento son las siguientes:

  •  Busque un momento y un lugar donde no vaya a ser interrumpido.
  •  La primera condición para que el diafragma se mueva es que físicamente pueda hacerlo, es decir, tenga recorrido para poder desplazarse: afloje prendas de ropa o cinturones que puedan apretarle a la altura de la cintura.
  •  Los primeros días practique la respiración abdominal acostado, con las rodillas elevadas y la planta de los pies apoyada en el suelo,  el sofá o la cama. Posteriormente aprenda a hacerla sentado y, más tarde, también de pie. Si práctica la técnica sentado, apoye bien la zona lumbar en el respaldo y evite posturas cerradas o inclinarse hacia delante, de otro modo podría obstaculizar el desplazamiento del diafragma.
  •  Durante los primeros días de aprendizaje, coloque una mano encima de su pecho, y la otra sobre el abdomen. Cuando respire, la mano que debe elevarse es la que está sobre el abdomen, no la que está sobre el pecho -al final de la inspiración podría elevarse muy ligeramente.
  • Aprenda a distinguir una respiración de la otra. Saque bien el aire y después  trate de tomarlo con la barriga, sin que se eleve  apenas nada el pecho. No se preocupe si los primeros días se confunde, no le sale bien, respira peor que si no hiciera nada, o incluso se fatiga un poco. Eso es normal en la primera fase de aprendizaje.
  • Para empezar a aprender, practique en situaciones o momentos de tranquilidad. En términos generales, se recomienda tomar el aire por la nariz y expulsarlo por la boca, aunque también podía hacerse de otra forma, si le resultase más cómodo, por ejemplo, tomándolo y expulsándolo por la nariz.
  •  Si tiene dificultades para seguir el ritmo, inspire durante 3 segundos, haciendo una pequeña pausa y espire durante 5 más. Así llevará una velocidad de 8 respiraciones por minuto, que es el ritmo adecuado. Los primeros días, no obstante, le saldrá un ritmo más elevado e irregular. Es normal. Es preferible que los primeros días se centre en aprender el procedimiento de movilización del diafragma, posteriormente ya irá mejorando el ritmo.
  • Practique la respiración diafragmática entre tres y  cinco veces al día, entre 3-5 minutos cada vez. Esto ha de hacerlo así tanto para aprender el procedimiento como para después utilizarlo. Practique la respiración abdominal regularmente, repartiendo los ejercicios a lo largo del día. No la practique sólo cuando se encuentre tenso.

Consideraciones finales

La respiración abdominal es una técnica de desactivación muy efectiva, y es un procedimiento que está en la base de otras muchas técnicas de relajación. De entre todas ellas, la respiración abdominal es, además, la más discreta: podemos practicarla, sentados o de pie, en presencia o cercanía de otras personas, de forma totalmente desapercibida para ellas. Es además una técnica muy versátil: no requiere para su práctica ningún tipo de aparato, ni ropa especial, ni largos periodos de tiempo disponibles para hacerla. Es fácil encontrar cinco minutos: holguras entre actividades, tiempos de espera, desplazamientos en transportes públicos,  antes de ir a dormir, etc.

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Fuente: Clínica de la Ansiedad. Psicólogos. Madrid y Barcelona

Video: Ansiedad y respiración. Hiperventilación (minutos 1 a 13) y respiración abdominal(minuto 13 en adelante)

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Prevención de la Ansiedad

Sueño y ansiedad: Recomendaciones para dormir bien

Si le cuesta conciliar el sueño, si se despierta antes de la hora deseada o tiene un sueño inquieto y poco satisfactorio, tal vez le sea de utilidad alguna de las recomendaciones que se ofrecen a continuación.

Para dormir bien es importante seguir buenos hábitos. 

El horario

Fije un horario estable para ir a la cama y para despertarse. Si por alguna razón excepcional (por ejemplo, el fin de semana) trasnocha más de lo previsto, no se levante al día siguiente excesivamente tarde. De esta forma, aunque pasará sueño un día, no alterará el ciclo sueño/vigilia al que su organismo está acostumbrado y podrá funcionar con normalidad durante el resto de la semana.

El dormitorio

Procure que su dormitorio sea cómodo, manténgalo bien ventilado y a una temperatura agradable (aproximadamente unos 22ºC), aislado de ruidos y luz. Utilice un colchón confortable y, en caso de usar almohada, que ésta no sea muy alta.

Ejercicio 

Manténgase activo. Haga ejercicio moderado con regularidad, ya que favorece el descanso ayudándonos a liberar tensiones. Pero no lo haga al menos tres horas antes de ir a dormir, pues a corto plazo tiene un efecto activador. La única excepción es la actividad sexual, que no perjudica el sueño.

Actividades en la cama

No utilice la cama para ver la televisión, para escuchar la radio o hacer trabajos de oficina. Tampoco lea nada que le obligue a estar muy concentrado. Su cama ha de ser primordialmente un lugar para dormir.

Postura y ropa

Adopte una postura física correcta, y duerma con ropa cómoda que no le moleste ni apriete.

Hay también algunas cosas que debe evitar.

La siesta

No duerma durante el día. Puede ir bien reposar, o dormitar, 15 ó 20 minutos después de comer, pero no más.

La cena copiosa

Evite las cenas copiosas y no cene demasiado tarde. No teme líquidos en exceso, sobre todo tres horas antes de acostarse. No abuse del jamón, queso, bacón o tomate, ya que contienen tiamina, una sustancia que aumenta la liberación de un estimulante cerebral. Por el contrario, el yogurt, la leche, el plátano, son alimentos ricos en triptófano y pueden ayudarle a conciliar el sueño

Estimulantes

No tome café ni té por la tarde y, al menos 4 horas antes de ir a dormir. Tampoco tome demasiado chocolate. Preferiblemente, no fume ni beba alcohol. Beber mucho alcohol produce somnolencia, pero puede provocar despertares nocturnos, y abatimiento a la mañana siguiente.

Las pantallas

Eviste el uso de pantallas, teléfonos, tablets, ordenadores u otros dispositivos, en la hora previa a acostarse, muy especialmente los contenidos interactivos. 

Comer a medianoche

No coma nada si se despierta a medianoche.

Obligarse a dormir

No fuerce el sueño, sobreviene espontáneamente si se dan las condiciones adecuadas. Si al cabo de un rato (quince o veinte minutos aproximadamente) de acostarse no logra dormir, no pierda la paciencia dando vueltas; levántese de la cama y realice alguna actividad relajante (leer, escuchar música …) hasta que le entre sueño.

Pastillas para dormir

No recurra a las pastillas para dormir. Aunque pueden ser efectivas en un primer momento, después de tres o cuatro semanas empezarán a dejar de serlo debido a la adaptación progresiva del cuerpo y, además, pueden crearle dependencia. Por otra parte, las pastillas alargan el tiempo de sueño pero puede que no favorezcan la calidad del mismo. Sólo estarían indicadas como último recurso en casos definidos de insomnio crónico y siempre bajo la supervisión de un médico especialista.

Trate de hacer agradable el momento de irse a dormir.

Antes de acostarse

Establezca una rutina placentera antes de acostarse. Un baño tibio le ayudará a relajarse; también leer o escuchar música relajante. Es recomendable tomarse un vaso de leche caliente (con miel) o bien una infusión de manzanilla o de valeriana.

Tranquilidad

A la hora de dormir, la tranquilidad es fundamental. Suspenda toda discusión, evite revivir los conflictos y no trabaje en la cama. Si tiene problemas, hable de ellos durante el día, pero «olvídelos» por la noche (no piense en ellos, dese un respiro y aplace su solución para otro momento). No realice esfuerzos intelectuales antes de acostarse.

En general, no olvide que…

Es más importante la calidad que la cantidad

No se preocupe si no consigue dormir ocho horas, ya que no todos necesitamos dormir lo mismo. Seis horas de sueño pueden ser suficientes si éste es reparador (es decir, si no es un sueño interrumpido o alterado por alguna molestia que perturbe el descanso).

Medicamentos

Si está usted tomando algún medicamento, pregunte a su médico si contiene ingredientes que interfieran el sueño, o bien si el problema de salud que padece dificulta el sueño.

Consultar

Si a pesar de seguir estas sugerencias, no logra dormir y su funcionamiento diurno se ve alterado por ello, consulte con el especialista.

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Fuente: Ilustración, Raúl Ariño. Clínica de la Ansiedad. Tratamiento de la ansiedad en Barcelona y Madrid.

 

Video Ilustrativo: Insomio y somnolencia (UNED-TVE2)

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Tratamiento de la Ansiedad

Ansiedad y medicación: Tratamientos farmacológicos

La ansiedad como mecanismo adaptativo de defensa da lugar en el organismo a cambios psicológicos, fisiológicos y conductuales. Se genera y manifiesta a nivel del sistema nervioso, que está compuesto fundamentalmente por unas células denominadas neuronas. Las neuronas constituyen las unidades elementales para la trasmisión de información del sistema nervioso. La información dentro de una misma célula viaja de un extremo al otro mediante impulsos eléctricos. Pero este impulso eléctrico no puede pasar directamente de una neurona a la otra, dado que entre ellas hay un espacio (el llamado espacio sináptico) y no se tocan entre sí. La comunicación de una neurona con otra se produce mediante neurotransmisores, que son sustancias químicas liberadas por los terminales neuronales. Estos neurotransmisores, que para entendernos son como llaves químicas, son liberados al espacio sináptico (que separa una neurona de la contigua) por donde viajan hasta alcanzar los receptores (digamos que son como cerraduras químicas) de la neurona siguiente, originando cambios en la permeabilidad de su membrana lo que genera un impulso o potencial eléctrico, que viajará a lo largo de la célula, hasta el otro extremo, y así sucesivamente hasta que sea necesario.

La mayoría de los tratamientos psicofarmacológicos empleados en la actualidad por la psiquiatría actúan químicamente sobre los sistemas de neurotransmisión tratando de regular, convenientemente, la actividad de determinadas áreas del sistema nervioso implicadas en el trastorno que se desea tratar.

En el tratamiento de la ansiedad, se emplean habitualmente dos tipos de fármacos: los ansiolíticos, y los antidepresivos.

Los ansiolíticos más utilizados pertenecen al grupo de las benzodiacepinas de alta potencia (Alprazolam, Loracepam, Diacepam, Cloracepam, etc). Producen un efecto tranquilizante. Actúan reduciendo los síntomas de ansiedad en cuestión de minutos y disminuyendo tanto la intensidad como la frecuencia de los episodios de angustia.

Los principales efectos adversos de las bezodiacepinas consisten en somnolencia, alteraciones de la memoria, alteraciones de la atención y de la concentración. El deterioro de estas funciones cognitivas suele ser transitorio (se experimenta mientras se está tomando el medicamento) y sólo se produce con dosis elevadas y prolongadas en el tiempo. Otro inconveniente es que su consumo prolongado puede generar efectos de dependencia (adicción) y tolerancia (pérdida progresiva de efectividad).

Los antidepresivos comúnmente empleados hoy en día en el tratamiento de los trastornos de angustia son los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina). Constituyen el tratamiento de elección primaria. Diversos estudios apuntan a la implicación de la serotonina como principal neurotransmisor involucrado en los trastornos de ansiedad, aunque hay otros. El grupo de los ISRS está constituido por la Fluoxetina, Paroxetina, Fluvoxamina, Sertralina, Citalopram y Escitalopram. Poseen una alta especificidad contra la ansiedad y escasos efectos colaterales (principalmente la ganancia de peso, somnolencia, y disfunción sexual). Apenas presentan interacciones con otros medicamentos y no crean dependencia.

Como inconvenientes de los ISRS citaremos los efectos secundarios de los primeros días (náuseas, cefaleas, incremento transitorio de la ansiedad, etc.) Por ello es conveniente iniciar el tratamiento con dosis bajas, y asociar tranquilizantes las primeras semanas. En algunos pacientes, dependiendo también del fármaco elegido, pueden ocasionar alguna ganancia de peso, o cierta pérdida de apetito o respuesta sexual. Normalmente, el médico informará al paciente sobre el carácter leve y transitorio de estos posibles síntomas adversos. Otro inconveniente es que el efecto terapéutico no se inicia hasta las 2-3 semanas de iniciar las tomas del antidepresivo.

Existe con mucha frecuencia una reticencia inicial al tratamiento psicofarmacológico, fundamentada principalmente en el desconocimiento del paciente respecto a la medicación y el temor por su parte a hacerse dependiente de la toma de éstos medicamentos, o a que le ocasione una excesiva sedación.

En muchos casos, tras lograrse el efecto terapéutico y remitir o desaparecer la sintomatología, el enfermo ya se cree curado y en ocasiones abandona precipitada y bruscamente la medicación. El profesional deberá advertirle de los riesgos inherentes a esta suspensión brusca o prematura. La retirada del medicamento deberá ser programada por el médico en el momento apropiado y de una forma paulatina. Así mismo el profesional deberá insistir en el correcto cumplimiento de las tomas del fármaco como única vía para lograr el deseado efecto terapéutico. Deberá informar también al paciente sobre la posibilidad de otras alternativas farmacológicas distintas a las benzodiacepinas y los ISRS para el caso que no se lograse con ellos una evolución clínica favorable. De la misma manera informará al enfermo sobre los riesgos de la automedicación.

Como co-ayudante al tratamiento psicofarmacológico se deberá intentar una modificación de los posibles hábitos que pudieran influir negativamente en la mejoría de la ansiedad (por ejemplo: consumo de cafeína, alcohol, cannabis, etc.)

El abordaje psicoterapéutico de los trastornos de angustia consiste principalmente en eliminar los temores que pueden dar lugar a los síntomas somáticos que el paciente percibe, así como suprimir las interpretaciones erróneas de las diferentes sensaciones corporales, junto a la anulación de las posibles conductas de evitación respecto a los estímulos ansiógenos.

Existen numerosos estudios que demuestran las ventajas de los tratamientos combinados (psicofarmacológico y psicoterapéuticos) de los trastornos de ansiedad.

Parece que incluso en ciertos casos la estrategia de utilizar tratamientos combinados produce un resultado terapéutico inmediato superior al obtenido con un abordaje psicoterapéutico o psicofarmacológico por separado. También se ha observado que a largo plazo, y en ciertas ocasiones que estas ventajas parecen ser menores o incluso desaparecer. La secuenciación adecuada de farmacoterapia y psicoterapia cognitivo-conductual puede ofrecer muy buenos resultados. Las técnicas cognitivo-conductuales pueden ayudar, también, en los procesos de discontinuación de la medicación, muy particularmente en el caso de largos periodos de consumo de ansiolíticos.

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Fuente: Carlos De Lope . Psiquiatra. Clínica de la Ansiedad. Tratamiento de la ansiedad en Barcelona y Madrid.

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Tratamiento de la Ansiedad en Madrid. Psicólogos y Psiquiatras.

Clínica de la Ansiedad es un centro de consultas externas especializado en el tratamiento de la ansiedad y problemas relacionados: hipocondría, depresión, procesos de adaptación y cambio, etc.

Cuenta con especialistas en psicología y psiquiatría , colegiados, con amplia experiencia en el tratamiento de la ansiedad, que trabajan de manera coordinada e integrada si el caso requiere un tratamiento combinado.

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