María, con este post has tocado muchos puntos importantes de la ansiedad.
Yo también sufro a veces de indecisión, como bien dices tú a veces por un regalo y otras por decisiones más importantes como un cambio de trabajo.
La excesiva necesidad de aprobación de la que hablas cuando piensas en como vestirte a mi me suele pasar de un modo más sutil mientras doy mi opinión sobre un tema que considero delicado.
Conozco muy bien lo que supone tener unos límites débiles y olvidarse de los derechos que tenemos. Como por ejemplo a cuidar de nuestro bienestar, aunque pensemos que deberían de hacerlo por nosotros.
Que decir de los pensamientos negativos que van en automático y nos impiden apreciar las pequeñas cosas de la vida.
Lo bueno es que una vez destapada la caja de pandora y que ha salido todo esto…al final queda sólo una cosa: la esperanza.
Mucho ánimo Maria, sigue adelante.