Estos pensamientos son de lo más desagradables ya que se ceban con quien más quieres e incluso van acompañados de un impulso a hacer daño, como una prueba sobre si seríamos capaces o no. Suelen decir que mal de muchos consuelo de tontos pero en este caso creo que es importante saber que es algo normal y con lo que no hay que obsesionarse. El tiempo y la relajación lo curan prácticamente todo. Por eso lo que debemos hacer es distraernos con algo de deporte, buena música, una ducha relajante o simplemente estando con esas personas a las que tanto queremos y demostrandoles ese amor y protección en cada gesto con ellos.