La necesidad de tomar medicación es algo que entiendo. No voy a discutir eso. Lo que pienso es que la medicación sólo elimina los síntomas, pero jamás el problema, que persiste. Si tomamos constantemente medicación, el organismo se habitúa y tenemos que subir las dosis o cambiar a menudo de ansiolítico. No me vale el ejemplo del diabético: su problema es orgánico y sin insulina no viviría, aunque si queremos conformarnos, siempre tendremos ejemplos a mano. Lo malo es la sensación de que tu cárcel va contigo, que tu desasosiego sólo desaparece cuando estás en casa, que no imaginas ir solo a ninguna parte, ni con pastillas ni sin pastillas, en definitiva, que te sientes desamparado, aunque no estés solo, y que siempre buscas excusas para no salir, para no viajar, para no hacer. Sé que hay enfermedades más graves, sé que hay problemas más lacerantes, pero, sinceramente, me preocupa ahora el mio, porque es mi vida y no la de cualquier otro.
No hay muñón que enseñar, no hay úlcera que mostrar, sólo un miedo irracional a sentirse solo, desamparado, lejos de casa.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia mientras navegas por el sitio web. Las cookies se clasifican según sea necesario o no que se almacenen en su navegador. Las necesarias son indispensables para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utilizas este sitio web. Estas cookies se almacenarán en tu navegador solo con tu consentimiento. También tienes la opción de desactivar estas cookies. No obstante, la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar a tu experiencia de navegación.