Lo intento

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El problema es que ha llegado un momento que rehuyo a mi pareja hasta para las demostraciones de amor que no son puramente físicas.

Yo adoraba la parte sexual de la relación antes de esto, siempre he sido una persona muy activa en ese aspecto, aunque siempre he pensado que no es lo más importante, pero forma parte de otros pilares como la confianza, el respeto y la comunicación.

El caso es que empieza a fallar incluso la comunicación y la confianza, porque es un dichoso círculo de preguntas sin respuesta. Mi pareja desconfía de mi porque cree que es imposible que yo no sienta la misma atracción que antes, entonces sospecha que yo pueda sentirla por otras personas pero no por él, cuando no es así, pero por mucho que yo insista, jure y prometa, desconfía. La comunicación se tambalea porque yo ya me he cansado de dar explicaciones, lo que antes se hablaba con normalidad, ahora acaba en reproches por ambas partes: por la mia porque me molesta que aún después de un año y visitas de pareja al psicólogo siga sin entenderme, y suyas porque opina que debería intentar mantener relaciones, o que no le demuestro que le quiero… Yo ya lo he intentado, dejando a un lado mi desmotivación, pero es que luego me siento el doble de culpable, y encima sucia, por hacer algo que no se me apetece en absoluto. Y no entiendo como él puede preferir el sexo sin motivación, con tal de tenerlo varias veces por semana, a una vez a la semana que normalmente sí se da con ganas por mi parte.

No se, es verdad que somos jóvenes y esto parece más una relación de 20 años de casados, pero nunca he tenido quejas cuando estaba bien con otras parejas, que por muy activos que fuéramos, había meses que simplemente no se daba tan a menudo y ya está…

Pero todo esto ha provocado que me cueste horrores acercarme a ver una película con él, porque tengo miedo que interprete cualquier gesto, beso o caricia, como motivación sexual por mi parte cuando no lo es. Evito estas situaciones para no tener que rechazarlo por enésima vez, por tanto comprendo perfectamente que tenga la sensación de que no le quiero o no me apetece acercarme nunca ni para muestras de cariño, más allá de lo físico. Y son cosas que ya he hablado con él, mis motivos y miedos ya los conoce, pero no los comprende, ese es el problema. Al mismo tiempo siento que no aprecia las veces que le busco y disfrutamos de nuestra compañía, sea físicamente o no, porque basta con que le rechaze al día siguiente que todo ello queda enterrado y olvidado. Así que me desmotivo mucho, porque nunca nada parece suficiente.

Le he dado la opción de marcharse si no se ve capaz de vivir en esta situación. Antes prometía que me pondría bien, pero viendo que mejoro en muchos aspectos pero no en este (y en realidad, si que hubo mejora, porque hace un año no tenía ganas ni una vez por semana). Ahora ya no puedo prometerlo, lo he dicho tantas veces que ya no suena convincente. A pesar de todo se queda a mi lado, pero hay días que me pregunto si merece la pena vivir en pareja de esta forma, si nos compensa pasar la mitad del día discutiendo por tonterías, y por otras cosas que a veces no lo son tanto, frustados los dos por las cosas que nos faltan y que antes teníamos. Es que ahora mismo no hay solución, y yo lo entiendo y trato de pasar por alto las cosas que me molestan, porque se que no estamos en condiciones de arreglar ciertos aspectos de la relación ahora mismo… pero él no veo que lo entienda.

Y dudamos de los motivos por los que queremos estar el uno con el otro. Estoy segura que él piensa que yo sigo a su lado por miedo a estar sola, pero no es así. Claro que me aterraría vivir sola en esta situación, pero soy lo suficientemente fuerte para hacerlo y en ocasiones he pensado que quizás sería mejor así, no tener que rendirle cuentas a nadie, ni sentirme culpable por otra persona más de lo que ya me siento por mi. Y a veces pienso que él está conmigo porque no tiene otra opción, porque soy la pareja con la que más tiempo ha estado y ahora mismo tendría dificultades para vivir solo. Pero en mi caso trato de descartar esos pensamientos, porque dudo que nadie se someta a vivir con una persona con ansiedad y depresión solo porque no tiene alternativa, siempre hay alternativa. Pero no puedo evitar tener miedo de acabar arrástrandole a lo que es ahora mi mundo, y si ya es dificil salir de esto uno mismo, acabar tirando también de él en un intento de no ahogarnos juntos. Porque hay días que hago más por animarle a él a salir con amigos, que por mi misma. También es que yo siempre he estado más a gusto en casa, tranquila leyendo y con mis mascotas… pero él en ese aspecto es más social, y desde que vive conmigo se ha ido encerrando, y le pesa. Pienso que la mayoría de discusiones también se deben a que siempre estamos juntos, como mucho nos separamos para trabajar. No tenemos a nadie con quienes desahogarnos, y si yo trato de hacerlo por estos medios, desconfía (esta es la primera vez en mucho tiempo que trato de explicarle mi situación a desconocidos para soltar lo que tengo dentro.. a mi estas cosas me ayudan, pero no las hago porque no quiero que desconfie). Él siempre ha sido de salir con sus amigos, ver gente y hacer un poco el tonto, creo que es su forma de canalizar sus frustaciones. Ahora que no quiere hacer esas cosas, sea porque no quiere dejarme sola y recele (ya que a mi no me llama nadie para salir xD cosa que ya dije que me importa más bien poco), o porque se ha acostumbrado a una vida más «casera», pues se desahoga conmigo, y no es alguien que tenga talento para hacer de las discusiones un proceso constructivo precisamente…

No se si lo adecuado sería ponerle una fecha a la relación, para replantearnos todo cuando llegue. O seguir así esperando que un día por fin todo marche como ambos queremos.

Tengo la sensación, en muchas ocasiones, de que si no termina comprendiendo y respetando mis tiempos, jamás lo hará.. y eso pesará en mi, aunque mejore, porque pensaré que si en el futuro vuelve a pasar algo del estilo, no tendré su apoyo. Ha tenido más de un año para hacerse a la idea de que esto no es simplemente temporal… yo puedo soportar que no lo entienda un tiempo, pero ¿y si es para siempre? Eso es lo que a mi me da miedo.