Todos los que aquí hemos sufrido, o sufrimos, ansiedad, hemos pasado por ese miedo. Y en respuesta a tu pregunta principal… no, no te va a dar un infarto.
Seguramente cuando estás en momentos «buenos», te das cuenta de que todo lo que se te pasa por la cabeza cuando estás con un ataque de ansiedad, todos esos miedos, no son reales. Claro que luego, estando en plena crisis, es dificil pensar que todo estará bien otra vez.
Como bien te dicen en el otro comentario, debes tratar de no alimentar esos miedos. Sé que es dificil, que todos los síntomas físicos te hacen pensar que algo malo pasa… pero te diré que es completamente natural.
Me explico. La ansiedad está en la naturaleza del ser humano. Cuando vivíamos en cuevas era la diferencia entre la vida y la muerte. Nos mantenía alerta y nos hacía actuar frente a situaciones de peligro… el corazón se aceleraba, los músculos se tensaban, empezábamos a sudar, y un sinfín de cosas más.. todo para que el cuerpo estuviera preparado para huir o combatir el peligro, según reacción. La diferencia es que ahora, esto nos pasa sin que se presente un peligro real… se activa la ansiedad a través de un pensamiento, o una imagen (sonido u otro factor sensitivo) que nos recuerde una situación en la que pasamos miedo con fundamento en el pasado. Entonces, como no le encontramos una explicación a este mecanismo de supervivencia, pensamos que es algo anormal y nos adentramos en ese círculo de agobios, nervios, y miedos varios (entre ellos el miedo a morir).
El hecho de que no tengas sensibilidad en las extremidades, es simplemente que la sangre se concentra en otras partes del cuerpo para llevarles el oxigeno necesario para prepararse a un conflicto que en realidad solo está en nuestra mente. La sensación de que el corazón se va a salir y late más rápido, por lo mismo. Los mareos o sentirse embotada mentalmente, también es a consecuencia de que el cuerpo se prepara para reaccionar (y para reaccionar no se necesita el pensamiento consciente.. si un animal te va a atacar, tu no te planteas si es mejor echarse a correr, simplemente lo haces.. el cerebro va más rápido que tú).
Cuando tengas todo esto claro.. que cada síntoma físico que tienes es parte de un proceso para enfrentarte a algo que en ese momento no sucede, con el tiempo y práctica, podrás controlar los ataques de ansiedad, hasta aprender a pararlos cuando empiezan, y al final no sufrirlos más.
Lo primero que te recomendaría, es hablar de esto con tu médico de cabecera.. no solo hablar de lo que te pasa físicamente, si no hablar también de todo lo que se te pasa por la cabeza cuando te sientes mal. Él sabrá qué especialista debes ver, para que te aconseje adecuadamente respecto a tu mejoría.
Lo de la relajación también funciona muy bien, pero como han indicado, hay que ser constante, marcarse unas rutinas y tratar, en la medida de lo posible, de no saltarselas (igualito con las horas de la comida y de sueño).
Es posible que, con todo esto, tengas el sueño descontrolado. No te preocupes porque es normal. Aunque no lo parezca, cuando sufres las taquicardias y demás síntomas físicos.. tu cuerpo hace un esfuerzo enorme, se cansa, y en otros casos te da una especie de «carga» que te impide dormir cuando deberías. Tu tienes que obligarte a seguir unos horarios de sueño. Si el primer día solo consigues dar vueltas en la cama, no te eches siesta de día, ya caerás rendida en la noche.
Y recuerda que un ataque de ansiedad, lo que viene a ser la crisis en sí, no dura mucho. Se gasta demasiada energía como para que puedas estar horas en el punto máximo de nervios. A mi me ayudaba ponerme a contar de 100 para atrás.. poco a poco notaba que se iba pasando y me iba tranquilizando, aunque si es verdad que estaba nerviosa durante un buen rato, pero nada grave.
Apoyate en tus seres queridos, habla de esto que te pasa con las personas de tu confianza, no te lo guardes.
Y cada vez que te entre el miedo, descarta ese pensamiento por otro positivo, cualquier cosa o recuerdo que consiga evadirte un poco. No te recrees en tus miedos, porque eso los alimenta.. tú eres dueña de tus pensamientos, no al contrario. Con tiempo, pasarás por ello.
