Hola Anneta, no te puedo decir que me pasa exactamente lo mismo con respecto a los ataques de pánico pero la ansiedad que tengo es terrible, cada vez es más fuerte y siento que poco a poco me quedo sin energía, muchas veces me encuentro pensando si drogarme y embriagarme me hará relajarme y olvidarme de estos pensamientos turbulentos que parecen no cesar. Actualmente esa ansiedad me hunde en un estado de depresivo que ha afectado mi vida por completo; no tengo las mis ganas a la hora de hablar con los demás, a la hora de leer, a la hora de estudiar, a la hora de reir y a la hora de llorar; muchas veces me he cuestionado si esto realmente es vida…
Mi corazón pasa agitado todo el día, mi concentración es muy reducida, los pensamiento brincan de un lado a otro como si fueran autónomos, empiezo pensando en qué voy a hacer de comer y terminando pensando en la chica con la que terminé una relación hace un tiempo atrás… Así de enfermizo se vuelve todo.
Sin embargo; debo decirte algo, sigo de pie dándole la cara a la vida porque sé que no todo es tristeza ni desespereación, he sido feliz y alegre, y sé que lo volveré a ser. Quizás en este momento la vida parece no querernos a su lado y a veces creemos que morir es la mejor solución pero realmente no lo es, la vida sólo quiere que le hagamos frente a los problemas (por más mínimos que sean) y que aprendamos a afrontarlos. Para eso se necesita poner mucho de nuestra parte, no dejarse vencer, saber que hay un sól reluciente esperando por nosotros a pesar de la oscuridad del día.

Tenemos dos opciones: inundarnos en la desesperación o superarnos y convertirnos en grandes a seres humanos.

¿Cuál elegís vos?