Marta, escribir un diario es sólo un ejemplo de los deberes. Es mucho más útil de lo que crees, porque a través de él, tú misma vas conociéndote, te vas dando cuenta de que suele haber un patrón de conducta casi siempre en las mismas circunstancias, de qué es lo que sueles hacer cuando te asalta una crisis, de qué es lo que te ayuda de forma efectiva…
Pero como te digo, es sólo una parte de los deberes. Sería muy largo de contar, y tampoco pretendo convencerte de nada. Lo que me choca es que si vas a un psicólogo, digas que no te dice nada. Esa era la pega que yo le encontraba a mi psiquiatra: muy buen profesional, pero se limitaba a recetar. Yo echaba de menos hablar… lo que hago ahora. Hablar, escuchar, preguntar, aprender…
Aunque no lo creas, nuestro cerebro está mal acostumbrado a pensar de forma catastrofista, negativa, los psicólogos afirman que se puede desandar lo andado y reeducarlo a través de numerosas técnicas… yo tengo esa fe. En esto estoy. No se trata de que a partir de mañana me ponga a pensar qué maravillosa soy, qué valiente, qué bien lo hago todo… como comprenderás, eso es absurdo.
No te cierres a intentarlo. No creas que no puedes cambiar ciertos pensamientos, y posteriormente tus emociones. Entonces estarás perdida.
Si tienes que cambiar de psicólogo, cambia.
Te reitero mi abrazo.
anA.