Hace muchos años que entro a este foro, quien me conoce sabe que he sido siempre una defensora a ultranza de la medicación y seguiré defendiendo que hay momentos en que es imprescindible, a veces uno solo, por mucho que se empeñe no es capaz de sobrellevar una situación de ansiedad extrema.
Por otra parte, durante estos años, he sido muy crítica con la terapia psicológica y otras medicinas alternativas, pero solo porque a MI no me funcionaron.
Y finalmente, he aprendido que el respeto a la opción personal que cada uno elija es sagrado, que no podemos de forma absoluta descartar o defender algo fijándonos sólo en lo que a nosotros nos funciona. El aprendizaje que adquirimos a lo largo de los años, en todos los niveles de nuestra vida, pasa por equivocarnos, sufrir, rectificar, experimentar y sobretodo a comprender, y apoyar la opción que cada uno elija.