Hola. Leo sus mensajes y parece que los hubiera escrito yo, porque es igual a lo que me pasa. Tengo 37 años, y desde los 13 empecé con estos síntomas. Fue después de una cirugía de apéndice en la que tuve un paro cardiorrespiratorio, me pusieron respirador y tal. Afortunadamente salí bien de esa, es decir, físicamente bien. Pero de mis nervios y ansiedad quedé desvastada… empecé a sentir a diario que me desmayaba, y dolor de cabeza. Le decía a mí médico que creía que tenía un tumor cerebral; él decía que no. Nunca me desmayé en realidad. Al tiempo comencé a sentir náuseas permanentes, y sobre todo un miedo terrible (aunque sé que irracional) a vomitar. Imaginen, es como tenerle miedo a una araña y tener que vivir con la araña encima. Una situación desesperante que comenzó a impedirme todo: estudiar, salir, divertirme…y últimamente, empezó a impedirme comer. Porque tengo miedo que la comida me haga mal y me provoque vómito o cualquier otro síntoma digestivo, porque a estas alturas ya me dan miedo hasta tirarme un gas. Todo este tiempo me estudiaron con ecografías, laboratorio, etc, y todos los médicos coinciden en que es ansiedad; empecé un tratamiento con psiquiatra (fluoxetina y clonazepam), hasta ahora no veo resultados, y temo que ya sea demasiado tarde para mí. Estoy muy baja de peso y no me animo comer nada nutritivo; estoy viviendo a pan, arroz, gelatina y manzana…y la sensación de desmayarme es más pronunciada porque ahora además estoy mal alimentada. Ayer me hice una tomografía de todo el cuerpo porque sigo creyendo que tengo algo físico, algo como un cáncer que me come por dentro… todavía no fui a ver los resultados porque me da pánico que vayan a confirmar lo que yo sospecho. En fin, estoy muerta de miedo, de todo…no sé qué hacer. Tengo cita con el psiquiatra el 20 recién, y temo que no vaya a llegar a esa fecha con vida . Es muy triste y además perdí tantas oportunidades, tanto tiempo sufriendo con esto que ocupo cada uno de mis momentos, que siento que ya no me queda nada…gracias por leer. Me hace bien saber que no estoy tan sola, aunque sí lo estoy