Hola Carmen,

Creo que somos unos cuantos los que en estas fechas estamos mal. Me supone un gran esfuerzo aguantar todo el jaleo que se aproxima, reuniones familiares, fiestas, comidas, compras… un mes antes ya empiezo a agobiarme!

No sé cuanto tiempo llevas casada con tu marido, pero si nunca ha colaborado en las tareas domésticas lo tienes un poco difícil aunque no imposible, cambiar las cosas a estas alturas requiere un cambio de hábitos y sobre todo de mentalidad. Somos animales de costumbres y cuando uno se acostumbra a la comodidad de que te lo hagan todo, el egoismo ya ha ganado mucha ventaja.

Te corresponde a ti poner las cartas sobre la mesa y reeducar a tu marido, pero necesitarás una buena dosis de paciencia. Y aunque tu te sientas como una criada no debes permitir que él te trate como si lo fueras, una cosa es que por costumbre hagas tú todas las tareas del hogar y otra y muy diferente es que te dejes humillar, tu dignidad está por encima de todo!

Tienes varias opciones, continuar igual que siempre; hablar con él y esperar como reacciona; hacer exactamente lo mismo que él: NADA y lo pongo en mayúsculas NADA!, hasta que sé de cuenta que has cambiado, y como consecuencia no le quede otro remedio que aceptar compartir las tareas.

Seguramente en Enero iré a Las Palmas, pues mi hermano se ha trasladado a vivir allí y quiero visitarlo. Estaremos en contacto y si viajo te lo haré saber.

Un beso guapa y ánimos!