Hola cariño
Cuando Manu me habla de Julio siempre lo recuerda como tú lo has descrito… sólo estuvimos dos días con él… y no hizo falta más tiempo para empatizar con su forma de ser…….. Recuerdo el primer plano que le hice en el restaurante… sus ojos me recordaban a los de mi sobrina…
Nos despedimos con la ilusión de volver a encontrarnos pronto, con la promesa de buscar el mejor restaurante de Madrid…
Todavía no me hago a la idea, Lydia, porque tú lo has vivido día a día, pero nosotros, en la distancia, ni siquiera hemos podido estar unos minutos con él…….. Por eso algún día tenemos que ir a Gijón… y conocer vuestros sitios, vuestros rincones, vuestros lugares favorios…
A lo mejor no te hago ningún bien hablando de Julio, pero me sale del corazón…
Un abrazo.