Os explico mi caso:

De siempre he sido una persona muy ansiosa, aprensiva, miedosa. Me preocupo mucho por todo, le doy mil vueltas a las cosas o a los “problemas” que surgen…, desde pequeña tengo fobia a los truenos, el ruido de la pirotecnia, a los grandes estruendos, cuando hay tormenta no sé dónde meterme para que el ruido esté lo más amortizado posible…, pero bueno, nunca he experimentado un ataque de ansiedad ante una tormenta (aunque si intento evitarlo, aunque no siempre es posible….). Por lo demás soy joven (31 años) y, afortunadamente, no me ha ido mal en la vida y no tengo problemas que pudieran explicar mi ansiedad.

Nunca antes había experimentado un ataque de ansiedad, pero hace casi dos meses estuve a punto de perder a mi padre. Estábamos en una reunión familiar y mi padre se atragantó con un trozo de carne y casi no lo cuenta, tuvieron que venir los servicios de emergencia y estuvo varios días ingresado pero, felizmente, evolucionó favorablemente y todo se quedó en un GRAN susto. Fue en aquella situación cuando experimenté mi primera crisis de ansiedad. La cuestión es que parecía que todo iba bien hasta que hace tres semanas, una noche me desperté con mucho calor (esos días estaban siendo frescos), con una fuerte taquicardia, con malestar, mal estómago…, duró poco, pero me asusté mucho, ya no pude dormir (me daba miedo), parecía que se había quedado todo ahí, pero no, al día siguiente, a la hora de comer me volví a sentir indispuesta, con temblores, malestar, muy nerviosa y asustada, y hasta con dificultad para deglutir. Me volví a asustar mucho y, en esta ocasión me fui a urgencias. En urgencias me tomaron la tensión y me hicieron un electro. Me dijeron que tenía una taquicardia sinusal (120 latidos/minuto), pero que el electro estaba bien, más rápido pero nada más, que no tenía importancia, que no era nada grave y los demás síntomas los achacaron al hecho de ponerme nerviosa y asustarme, me dieron un orfidal y me mandaron a casa. Me fui a casa más tranquila, pero dos días más tarde por la noche tuve otro “ataque” de ansiedad (si se puede llamar así), en esta ocasión, con taquicardia también y con una tiritona importante y difícil de controlar, que se pasó con calor (dos mantas, manta eléctrica y pijama de invierno, si no fuera porque estamos en el mes de julio…), al día siguiente comencé también con una diarrea que me duró tres días. Volví nuevamente a urgencias y me dijeron lo mismo que la vez anterior…. Pasarón dos días más y parecía que iba estando mejor, cuando después de una caminata a ritmo moderado, al llegar a casa me encontré nuevamente mal (mal cuerpo y una taquicardia que tardó en pasarse, pero se pasó). Dos días después, experimente una ligera presión en el pecho y en la garganta y sensación de ahogo, además de hormigueo de manos, sin taquicardia, duró unos minutos y se pasó, tras el episodio me sentía como si estuviera borracha y con debilidad muscular en las piernas. Pasarón cinco días y una noche tenía sensación de sobresaltos o como mareos o vértigos al intentar conciliar el sueño y me despertaba con hormigueo en las manos, que pasó pronto, pero ya no pude dormir (me daba miedo). A todo esto entre “crisis” y “crisis”, estaba bien, pero no bien del todo, experimentaba y experimento de forma alterna y ocasional (muchos gases, distensión abdominal, falta de apetito, hipersensibilidad acústica, brazo derecho como raro, cansancio, como si estuviera agarrotada, temblores que van alternando de posición (manos, hombros, cabeza), opresión ocasional y también alternante (en pecho, garganta, hombros, cervicales, oídos…), sensación de ahogo, irritabilidad, muchas ganas de llorar, ganas frecuentes de ir al baño, sed ocasional, dolor muscular (especialmente en caderas y piernas), además de haber sentido angustia en la ducha, en el coche y en el metro con mucha gente. Pedí cita con mi doctora de cabecera para llevarle los informes de las dos veces que he ido a urgencias y explicarle lo que me pasaba. Estuvo viendo los electros y dijo que los electros eran normales, más rápido, pero que estaban bien, así que me pidió una analítica muy completa (también tiroides) y me recetó Sumial 10 para bajar las pulsaciones. Ayer fui a por los resultados y los análisis han salido bien (incluido el estudio tiroideo) y como había otra doctora, porque la mía está de vacaciones, pues aproveche y le conté nuevamente todo y le enseñé todo, y me dijo que mi taquicardia es benigna y que a veces aparece y no se sabe muy bien la causa, que no tiene importancia (al resto de síntomas tampoco los dio importancia). Le pregunté si no sería conveniente que lo valorara un cardiólogo y me dijo que falta no hacía, pero que si yo me quedaba más tranquila me hacía un volante, y le dije que sí. Tengo cita para el 23 de octubre.

Aunque los cuatro médicos que me han visto coinciden y me dicen que no tiene importancia, no puedo por menos que pensar “¿y si hay algo que no ha salido en el electro?” y cada síntoma que noto me preocupa. Unas veces estoy más animada y pienso que todo es ansiedad, pero otras pienso que tengo algo malísimo y encima tengo que esperar hasta octubre, puff.

Espero ir mejorando poco a poco y que este bache pasé ya, porque estoy harta y asustada.