[:es]
Hola a todos,
Espero que este debate siga abierto 🙂
Mi caso, según dice mi psiquiatra, es digno de estudio. Seré breve.
Comenzó mi ansiedad allá por 2003 aproximadamente, una soleada mañana de domingo mientras desayunaba tranquilamente leyendo el periódico. De repente, todas esas sensaciones que todos (o casi todos los que estamos aquí), conocemos. Acabé en La Paz (hospital de Madrid), absolutamente noqueado por un ataque de pánico bestial. Así continuaron durante la semana siguiente, mientras a través de mi médico de cabecera comenzábamos el tratamiento. Un tratamiento que consiguió estabilizarme. pasados varios meses, con una dosis de 2mg de Trankimazin retard en la mañana al desayunar y otros 2mg en la noche con la cena. A eso tuvimos que añadir poco a poco Lorazepam por la noche al acostarme, hasta llegar a los 5mg. ¿Por qué lorazepam? pues ocurría que al despertarme por las mañanas para ir a trabajar me encontraba bastante inquieto.
Pasados los años fui perdiendo la capacidad de dormir bien, por más que intenté fórmulas y remedios.. ¡no había manera! así que mi nuevo médico me recetó Deprax 100mg. Fue mano de santo.
Con este tratamiento estoy actualmente, en 2019. Al principio me volví hipocondríaco allá por 2003 / 2004, somatizando mi ansiedad de las maneras más rocambolescas, como por ejemplo un mes y medio que estuve sin poder comer nada sólido, puesto que pensaba que tenía algo en la musculatura de la garganta que me iba a causar un posible ahogo (….). Esto se me pasó una mañana, al despertar, cuando antes de ir a trabajar, abrí el frigorífico y me comí dos pechugas de pollo, jajaja. Ese día se acabó la somatización. De hecho recuerdo que fui a celebrarlo con mi novia a uno de los mejores restaurantes de Madrid. Hablo también del año 2004 aproximadamente.
Otra buena fue el mes que estuve con dolores en TODAS las articulaciones del cuerpo. Y eran dolores reales! Eso me llevó a pasar por todo tipo de especialistas, hasta que un día, el único que quedaba por ver, el reumatólogo, me entregó los resultados de una analítica «especial». Bien, pues ese día todos aquellos dolores articulares desaparecieron, así como por arte de magia. Con toda esa hipondría os aseguro que tuve de todo. Pasé por cardiólogos, neurólogos, otorrinos, etc etc. Todo bien.
Así pasaron los años… algunas épocas mejores, otras no tanto, pero con los ataques de pánico controlados. Y con mis Trankimazines de emergencia siempre en mi bolso.
Bien, ¿por qué escribo hoy si, supuestamente, está todo controlado?
Desde Noviembre de 2018 me ocurre algo. Todo comenzó una tarde, ya de noche. Iba conduciendo y comencé a sentir algo parecido a la angustia, pero no me resultaba familiar. Aquello no era un ataque de pánico, pero me tomé un par de trankimazines y poco a poco fue pasando. Los síntomas eran algo parecido a presión en la cabeza, inquietud.. aturdimiento. Tanto así que tuve que parar en la primera salida de la autovía.
Así ha ido ocurriendo desde entonces y hasta ahora (Mayo de 2019). A veces me ocurre, otras no. Y no encuentro nada con lo que pueda asociarlo. Es más, ya no solo me ocurre conduciendo, sino también, a veces, cuando salgo a caminar o voy con la bicicleta. Incluso estando en casa (aunque bastante menos y con poca intensidad, aunque aún así noto que «algo pasa»).
Y la verdad es que se pasa MUY mal. No sé si es una cuestión de somatización (estoy pasando una época muy estresante), o qué. A veces, antes de coger el coche, me tomo un par de mg de Trankimazin y todo se hace más suave, o eso creo, puesto que, como digo, no encuentro relación causa – efecto.
Parece que hace un mes tuve una desaparición de los síntomas, pero… han vuelto. Y me desconcierta. A veces pienso que cuando me despierto alegre o animado, hay menos probabilidades de que ocurra, pero…. al final suele aparecer, quizá de manera inconsciente o porque, si cojo el coche, empiezo a hiper-analizarme. Lo mismo que cuando salgo en bici y voy más pendiente de los latidos del corazón que del paseo en cuestión, o comienzan a pasar por mi cabeza pensamientos de problemas de salud, infartos, muerte súbita…. vamos, la marimorena!
He vuelto al médico, analíticas de todo perfectas, también he tenido ataques de pánico que han acabado en urgencias, al igual que he ido alguna vez por esa sensación nueva de «aturdimiento/atontamiento/mareo». He tenido que recurrir a mis Trankimazines de rescate casi todos los días… Al final mi médico de cabecera me envía a Neurología para segunda opinión o lo que surja 🙂 Y no solo eso, creo que también voy a ir por mi cuenta al cardiólogo para que me haga un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo.
Ps: nunca he sido capaz de tomar antidepresivos con continuidad. Lo cierto es que entre los 4mg diarios trankimazin (mínimo), los 5 mg de lorazepam, el deprax de 100, me niego a añadir más, a pesar de que conozco bien sus «teóricos» buenos resultados en casos como el mío.
Y eso es todo, muy brevemente, lo ocurrido en mis últimos 15 años de vida con la dichosa ansiedad.
Si alguien quiere compartir experiencias, soy todo ojos.
Manuel
[:ca]Hola a todos,
Espero que este debate siga abierto 🙂
Mi caso, según dice mi psiquiatra, es digno de estudio. Seré breve.
Comenzó mi ansiedad allá por 2003 aproximadamente, una soleada mañana de domingo mientras desayunaba tranquilamente leyendo el periódico. De repente, todas esas sensaciones que todos (o casi todos los que estamos aquí), conocemos. Acabé en La Paz (hospital de Madrid), absolutamente noqueado por un ataque de pánico bestial. Así continuaron durante la semana siguiente, mientras a través de mi médico de cabecera comenzábamos el tratamiento. Un tratamiento que consiguió estabilizarme. pasados varios meses, con una dosis de 2mg de Trankimazin retard en la mañana al desayunar y otros 2mg en la noche con la cena. A eso tuvimos que añadir poco a poco Lorazepam por la noche al acostarme, hasta llegar a los 5mg. ¿Por qué lorazepam? pues ocurría que al despertarme por las mañanas para ir a trabajar me encontraba bastante inquieto.
Pasados los años fui perdiendo la capacidad de dormir bien, por más que intenté fórmulas y remedios.. ¡no había manera! así que mi nuevo médico me recetó Deprax 100mg. Fue mano de santo.
Con este tratamiento estoy actualmente, en 2019. Al principio me volví hipocondríaco allá por 2003 / 2004, somatizando mi ansiedad de las maneras más rocambolescas, como por ejemplo un mes y medio que estuve sin poder comer nada sólido, puesto que pensaba que tenía algo en la musculatura de la garganta que me iba a causar un posible ahogo (….). Esto se me pasó una mañana, al despertar, cuando antes de ir a trabajar, abrí el frigorífico y me comí dos pechugas de pollo, jajaja. Ese día se acabó la somatización. De hecho recuerdo que fui a celebrarlo con mi novia a uno de los mejores restaurantes de Madrid. Hablo también del año 2004 aproximadamente.
Otra buena fue el mes que estuve con dolores en TODAS las articulaciones del cuerpo. Y eran dolores reales! Eso me llevó a pasar por todo tipo de especialistas, hasta que un día, el único que quedaba por ver, el reumatólogo, me entregó los resultados de una analítica «especial». Bien, pues ese día todos aquellos dolores articulares desaparecieron, así como por arte de magia. Con toda esa hipondría os aseguro que tuve de todo. Pasé por cardiólogos, neurólogos, otorrinos, etc etc. Todo bien.
Así pasaron los años… algunas épocas mejores, otras no tanto, pero con los ataques de pánico controlados. Y con mis Trankimazines de emergencia siempre en mi bolso.
Bien, ¿por qué escribo hoy si, supuestamente, está todo controlado?
Desde Noviembre de 2018 me ocurre algo. Todo comenzó una tarde, ya de noche. Iba conduciendo y comencé a sentir algo parecido a la angustia, pero no me resultaba familiar. Aquello no era un ataque de pánico, pero me tomé un par de trankimazines y poco a poco fue pasando. Los síntomas eran algo parecido a presión en la cabeza, inquietud.. aturdimiento. Tanto así que tuve que parar en la primera salida de la autovía.
Así ha ido ocurriendo desde entonces y hasta ahora (Mayo de 2019). A veces me ocurre, otras no. Y no encuentro nada con lo que pueda asociarlo. Es más, ya no solo me ocurre conduciendo, sino también, a veces, cuando salgo a caminar o voy con la bicicleta. Incluso estando en casa (aunque bastante menos y con poca intensidad, aunque aún así noto que «algo pasa»).
Y la verdad es que se pasa MUY mal. No sé si es una cuestión de somatización (estoy pasando una época muy estresante), o qué. A veces, antes de coger el coche, me tomo un par de mg de Trankimazin y todo se hace más suave, o eso creo, puesto que, como digo, no encuentro relación causa – efecto.
Parece que hace un mes tuve una desaparición de los síntomas, pero… han vuelto. Y me desconcierta. A veces pienso que cuando me despierto alegre o animado, hay menos probabilidades de que ocurra, pero…. al final suele aparecer, quizá de manera inconsciente o porque, si cojo el coche, empiezo a hiper-analizarme. Lo mismo que cuando salgo en bici y voy más pendiente de los latidos del corazón que del paseo en cuestión, o comienzan a pasar por mi cabeza pensamientos de problemas de salud, infartos, muerte súbita…. vamos, la marimorena!
He vuelto al médico, analíticas de todo perfectas, también he tenido ataques de pánico que han acabado en urgencias, al igual que he ido alguna vez por esa sensación nueva de «aturdimiento/atontamiento/mareo». He tenido que recurrir a mis Trankimazines de rescate casi todos los días… Al final mi médico de cabecera me envía a Neurología para segunda opinión o lo que surja 🙂 Y no solo eso, creo que también voy a ir por mi cuenta al cardiólogo para que me haga un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo.
Ps: nunca he sido capaz de tomar antidepresivos con continuidad. Lo cierto es que entre los 4mg diarios trankimazin (mínimo), los 5 mg de lorazepam, el deprax de 100, me niego a añadir más, a pesar de que conozco bien sus «teóricos» buenos resultados en casos como el mío.
Y eso es todo, muy brevemente, lo ocurrido en mis últimos 15 años de vida con la dichosa ansiedad.
Si alguien quiere compartir experiencias, soy todo ojos.
Manuel
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