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Libros de la Clínica de la Ansiedad

Ansiedad: Ir de mal en peor. Afrontamiento contraproducente.

Referencia

Autor: J. Carlos Baeza Villarroel
Título: Ansiedad: Ir de mal en peor. Afrontamiento contraproducente.
Páginas: 124.
Editorial Bubok Publishing S.L., 2011.
ISBN: 978-84-9981-237-3.
Disponible en formato papel y electrónico.

Contenido
1. Cuando la solución es el problema o parte de él
2. La ansiedad: un modelo explicativo
2.1. Factores implicados
2.2. Procesamiento de la información
2.3. El papel de la intencionalidad
3. Las (psico)lógicas del miedo
3.1. Sesgo atencional
3.2. Sesgo interpretativo
3.3. Sesgo memorístico
3.4. Sesgo falsacional
3.5. Sesgo finalístico
4. Las paradójicas del miedo
4.1. Para su seguridad permanezcan asustados
4.2. A mayor inseguridad mayor control, a mayor control mayor inseguridad
4.3. Fortalecer al oponente peleándose
4.4. Un sistema de alarma que se asusta de su propio ruido4.5. Cuando las medidas de protección angustian
5. Afrontamiento de la ansiedad
6. Afrontamiento contraproducente
6.1. Afrontamiento contraproducente relacionado con actos anticipatorios
6.1.1. Abuso de la prevención
6.1.2. Extralimitación en cálculo de consecuencias de segundo orden y de la atribución de significación social del síntoma
6.1.3. Caso práctico ilustrativo
6.2. Afrontamiento contraproducente relacionado con actos de ejecución
6.2.1. Hiperventilación
6.2.2. Pretensión de control consciente sobre repertorios automáticos o automatizados
6.2.3. Evitación
6.3. Afrontamiento contraproducente relacionado con actos de cierre
6.3.1. La negación
6.3.2. El perfeccionismo
6.4. Interacciones contraproducentes entre actos de afrontamiento
6.4.1. Exposición versus señales de seguridad
6.4.2. Rol de actor versus rol de espectador
6.4.3. Desajustes recursos/objetivos
6.5. Conductas substitutivas
7. Apuntes para el abordaje del afrontamiento contraproducente
8. Referencias bibliográficas

Sinopsis
La actividad de una persona frente a un problema se centra fundamentalmente en resolverlo.

El afrontamiento de un problema, como esfuerzo activo y motivado, descansa sobre la intención de controlar la situación, ya sea modificándola, cambiando su significación o regulando las propias conductas y emociones. Este libro se centra en el estudio y corrección de las soluciones intentadas y fallidas, llevadas a efecto por las personas que sufren problemas de ansiedad, cuyos afectos son contraproducentes, es decir, llevan a la persona a ir de mal en peor.

La utilidad de identificar y desactivar tempranamente el afrontamiento contraproducente no se limita a posibilitar una mayor efectividad de las técnicas terapéuticas en uso. En la medida en que los procedimientos contraproducentes contribuyen a agravar el cuadro, a mantenerlo en ausencia de los desencadenantes originales, y a incrementar la incapacitación de quien los sufre -y en cierto modo los provoca-, su identificación e interrupción conlleva una mejora del problema y sus consecuencias, algo de lo que pueden beneficiarse muchos clínicos profesionalmente y muchos pacientes asistencialmente.

Más información y pedidos

http://www.bubok.es/libros/194911/Ansiedad-Ir-de-mal-en-peor-Afrontamiento-contraproducente

http://jcbaezav.bubok.es

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Cursos

Volar sin Miedo: programes para superar el miedo a volar en Madrid y Barcelona

El programa Volar Sin Miedo, de Clínica de la Ansiedad, tiene como objetivo que las personas que tienen miedo a volar, evitan viajar en avión o lo hacen con mucho malestar, puedan superar esos miedos y dificultades. Son programas eminentemente prácticos que ofrecen técnicas, entrenamiento, y exposición controlada para superar el miedo y las limitaciones que ocasiona. En el programa participan psicólogos y pilotos experimentados, apoyados en diversos medios técnicos e instrumentales.

Características específicas del programa

Los estudios realizados hasta el momento señalan que los programas de intervención psicológica basados en procedimientos cognitivo-conductuales son la terapia de elección y la más efectiva para superar el miedo a volar.

La mayoría de cursos para tratar el miedo a volar se desarrollan en grupo y de manera intensiva a lo largo de un fin de semana.

Nuestro programa para superar el miedo a volar, aunque se desarrolla en un corto espacio de tiempo, no es tan intensivo. ¿Por qué? Porque de un día para otro es muy difícil aprender y dominar los procedimientos para superar el miedo, poder corregirlos, mejorarlos y sacar el máximo partido.

La primera parte de nuestro programa se desarrolla individualmente. ¿Por qué? Si bien muchas de las características del miedo a volar son compartidas por quienes lo padecen, puede haber algunas diferencias. No todos los usuarios tienen los mismos miedos: unos temen encontrarse mal en el avión y no poder salir, otros temen que sea el avión quien se inestabilice o accidente. No todas las personas necesitan o responden por igual a las mismas técnicas o recursos de tratamiento.

El programa de tratamiento consta de dos bloques o módulos. El Bloque A del programa se desarrolla individualmente a los largo de 2-5 semanas. El bloque B del programa se desarrollan en pequeños grupos.

Programa

Bloque A. Se desarrolla individualmente. Consta de 5-6 consultas. Puede iniciarse en cualquier momento.

  1. Explicación psicológica sobre el miedo y la ansiedad, en general, y sobre el miedo a volar en particular: origen, mantenimiento, estrategias de afrontamiento.
  2. Aprendizaje de técnicas para reducir y controlar los síntomas de la ansiedad: fisiología del miedo y la ansiedad, control de la hiperventilación, estrategias de desactivación fisiológica, técnicas de relajación.
  3. Desarrollo de programas para la reducción del miedo: exposición progresiva al avión y a los contextos del viaje con apoyo de programas de realidad virtual y otros.
  4. Regulación de procesos de pensamiento: atención selectiva; gestión de preocupaciones, anticipaciones, interpretaciones catastróficas, pensamientos negativos automáticos.

Bloque B. Se desarrolla en pequeños grupos.

  1. Información básica aeronáutica.
  2. Ejercicios en simulador de vuelo.

Próximas fechas, orientativas, para el desarrollo del Bloque B

                                                EN BARCELONA                                              EN MADRID

 Seguimiento

  1. Seguimiento de avances e incidencias en vuelos posteriores a la realización del programa para superar el miedo a volar. Los cursos para superar el miedo a volar son efectivos y suelen ofrecer buenos resultados. No obstante, si en algún caso, a pesar del correcto seguimiento del programa, persiste algún problema significativo, cada participante dispone de una consulta individual gratis para tratar de subsanarlo.

Pasos Previos al inicio de la actividad

  1. Contactar con nuestro centro. Información general.
  2. Evaluación inicial del caso mediante entrevista y cuestionarios.
  3. Fijación del calendario personal para el desarrollo del programa.

Lugar: el programa Volar Sin Miedo se realiza en Madrid y en Barcelona

Información e inscripciones

Clínica de la Ansiedad, teléfonos 93 226 14 12 – 91 829 93 92. Si lo desea puede solicitar  una entrevista informativa previa (no implica ningún compromiso, ni tiene ningún coste) donde recibir información personalizada y precisa de las características del curso para superar el miedo a volar.

Visite nuestra página    www.volarsinmiedo.com

Video: Fobias específicas. Miedo a volar. A partir del minuto 14, entrevista a dos personas que han seguido el programa de Clínica de la Ansiedad para superar el miedo a volar.

Otros videos relacionados

RTVE. Comando Actualidad. Programa emitido el 22-10-2014. «Mala vida» (Problemas de salud mental incapacitantes). A partir del minuto 55:55 reportaje realizado en la Clínica de la Ansiedad, sobre tecnologías aplicadas para la superación de diversas fobias, particularmente el miedo a volar.

 http://www.rtve.es/alacarta/videos/comando-actualidad/comando-actualidad-mala-vida/2823834/

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Fuente: Clínica de la Ansiedad, 2017.

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Prevención de la Ansiedad

Libros sobre ansiedad, divulgativos

-Antony, M.M. y Swinson, R.P (2004). Cuando lo perfecto no es sufieciente: estrategias para hacer frente al perfeccionismo. Bilbao: Desclée De Brouwer

-Baeza, J.C. ; Balaguer, G. y otros (2008). Higiene y prevención de la ansiedad. Madrid. Editorial Díaz de Santos.

-Burns, D. (2012). Adios, ansiedad. Paidós editorial

-Burns, D. (2011). Sentirse bien. Una terapia contra las depresiones. Paidós editorial

-Castañer,O. (1984). Asertividad: expresión de una sana autoestima. Editorial Desclée de Brower

-Fioenza, A.  (2007). 99 estrategias para superar el miedo, la ansiedad y las fobias. Barcelona. RBA Editores.

Gutiérrez Izquierdo, R. (2014). Autoestima, habilidades sociales y asertividad: Cómo aprender a querernos y potenciar nuestras habilidades en la comunicación (1ª ed.). Almería: Círculo Rojo.

-Ladouceur, R.; Belanger, L. y Leger, E. (2009). Deje de sufrir por todo y por nada. Madrid: Piámide

-Muiño, L. (2007). Perder el miedo al miedo. Madrid. Espasa Calpe.

-Moreno, P.; Martín, J. y otros (2008): Dominar las obsesiones. Una guía para pacientes. Bilbao. Editorial Desclée de Brower.

-Pastor, C. y Sevilla, J. (2007). Tratamiento psicológico del pánico-agorafobia: un manual de autoayuda paso a paso. Publicaciones del centro de terapia de la conducta. Valencia.

-Pastor, C. y Sevilla, J. (2009). Tratamiento psicológico de la fobia social: un manual de autoayuda paso a paso. Publicaciones del centro de terapia de la conducta. Valencia.

-Pastor, C. y Sevilla, J. (2011). Tratamiento psicológico de la hipocondría la Ansiedad generalizada: un manual de autoayuda paso a paso. Publicaciones del Centro de Terapia de la Conducta. Valencia.

Pastor, C., & Sevilla, J. (2011). Tratamiento psicológico de la depresión a: un manual práctico de autoayuda paso a paso (7ªed.). Valencia: Publicaciones del Centro de Terapia de Conducta.

Roca, E. (2014). Cómo mejorar tus habilidades sociales (4ª ed.). Valencia: ACDE.

Roca, E. (2009). Cómo superar el pánico (con o sin agorafobia): Programa de autoayuda. (4ª ed.). Valencia: ACDE.

Referencias divulgativas comentadas

Linares Vilarasau, Silvia.

MI LUCHA CONTRA LA AGORAFOBIA. Madrid, 2006. Entrelineas editores.

Este libro es el testimonio de una persona que ha padecido agorafobia, un trastorno de ansiedad, donde la lógica y la racionalidad parecen tener poca cabida y donde el miedo, el aislamiento y la huida se convierten en acompañantes inseparables.

Silvia Linares, autora del libro, ha plasmado en sus páginas, de manera amena y clara, las vivencias y vicisitudes que experimentó como consecuencia de la agorafobia, así como su lucha constante por superar este miedo irracional y las limitaciones que impone.

Las páginas de este libro son una descripción conmovedora del sufrimiento, el miedo y la impotencia de una persona que vivió en si misma la incapacidad de seguir con su vida normal y del impacto que puede provocar este trastorno en una persona. Es una descripción de la lucha interna por entender y superar las limitaciones que le causaba su acompañante inseparable, el miedo, el cual es definido por la autora como “aquel ladrón, que durante tanto tiempo se había aliado con mi subconsciente para robarme toda mi personalidad y dejarme absolutamente desvalida, con una soledad interior salvaje, incomprendida y sin fuerzas para vivir”. Libros que hablen sobre agorafobia hay muchos, pero pocos están escritos desde la óptica y la experiencia del paciente. El caso de Silvia es muy ilustrativo sobre este problema, y arroja un rayo de luz y esperanza sobre su conocimiento y superación, con la ayuda de profesionales especializados.

Ingham, Christine.

LOS ATAQUES DE PÁNICO. Barcelona, 1993. Ed. Oniro.

Los ataques de pánico ¿significan el final de nuestra felicidad e impactan negativamente en nuestra vida? Mucho menos de lo que pensamos. En este persuasivo libro, Christine Ingham sostiene que nuestra visión de los ataques de pánico está mitificada, puesto que las sensaciones de pánico y angustia pueden llegar a resolverse e incluso pueden suponer una influencia beneficiosa en las personas que las padecen en algún momento de sus vidas.

Para Ingham, las personas que sufren ataques de pánico carecen de una comprensión clara de lo que realmente les ocurre, y es por ello que dejan que el miedo que sienten disminuya su capacidad para disfrutar de la vida y la confianza en ellas mismas, a la vez que sienten la necesidad de limitar cada vez más sus actividades y crece en ellas la desmoralización

A partir de esta idea, y apoyándose en su propia experiencia, la autora aporta a través de este libro la información sobre el pánico que considera imprescindible para que cualquier víctima de los ataques de pánico alcance un mayor conocimiento de sí misma y logre aliviar su miedo.

Ingham nos enseña también varias estrategias prácticas, para que aquellos que padecen los ataques de pánico tengan la oportunidad de convertir esa horrible experiencia en algo finalmente positivo.

Paul Watzlawick

LO MALO DE LO BUENO. Barcelona, 1987. Ed. Herder S.A.

Según Paul Watzlawick, cuando las personas nos hallamos ante un determinado problema y pretendemos darle una solución, la mayoría de las veces lo que ocurre es que actuamos de manera que no sólo eliminamos el problema, sino que también eliminamos todo lo que está relacionado con él.

Para el autor, el hecho de que actuemos de esta manera se debe a que basamos nuestras decisiones en la concepción maniquea y errónea de que en todas las situaciones de la vida sólo se dan dos posibilidades o alternativas de actuación. Y cuando nos encontramos en la obligación de actuar pensamos que “más de lo mismo será mejor”, o que “si algo es malo, lo contrario será bueno”.

En Lo malo de lo bueno, Watzlawick desea mostrarnos adónde puede llevarnos el uso de este tipo de soluciones definitivas, que él llama “soluciones clarinantes”, y de qué manera pueden convertirse en una forma de empeorar finalmente el problema de partida, de forma cada vez más sutil y dominante.

Tras la lectura de este libro, el lector comprenderá que existe la posibilidad de que la visión del mundo y de las situaciones que ha tenido hasta ahora puede llegar a tener un sentido distinto, y que, con toda seguridad, en la resolución de sus actuales problemas debe existir una vía alternativa que quizás ha estado excluyendo hasta el momento.

Para entender esto deberá darse cuenta, si no lo ha hecho ya, de que su visión del mundo no es la única acertada y, por supuesto, deberá romper su ilusión por conseguir que los otros vean la realidad de la misma manera que él la ve.

Viktor E. Frankl

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO. Barcelona, 1990. Editorial Herder S.A.

Si asumimos la teoría según la cual el hombre no es más que el producto accidental de muchos factores ambientales condicionantes de naturaleza biológica, psicológica o sociológica, llegamos fácilmente a la opinión de que el hombre en realidad es un ser sin posibilidad alguna de elección e incapaz de escapar de las circunstancias que le rodean.

Desde este punto de vista, muy extendido durante el siglo XX, es perfectamente lógico que cada vez más personas desarrollen el sentimiento de que sus vidas carecen total y definitivamente de sentido, y que manifiesten claros síntomas de sufrir un doloroso vacío existencial.

Sin embargo, Viktor E. Frankl dedica la primera parte de su obra El hombre en busca de sentido a demostrar todo lo contrario: que en realidad el hombre tiene capacidad de elegir la actitud personal que adoptará ante las circunstancias que le rodean para decidir su camino, y que, incluso en terribles circunstancias de tensión física y psíquica, se le puede arrebatar todo excepto dicha libertad.

El autor da prueba de ello a lo largo del libro, mediante el relato de su propia experiencia en un campo de concentración nazi. Una historia que refleja cómo es posible practicar el arte de vivir aún estando en un campo de concentración en el cual el sufrimiento es omnipresente y donde es fácil caer en la desesperación.

Frankl asegura que en tales circunstancias la independencia mental, o libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, es lo que hace que la vida tenga sentido y propósito. Y llega a la conclusión de que la búsqueda humana de ese sentido y de esos principios es un requisito indispensable de la salud mental.

Por este motivo, el autor dedica la segunda parte de su obra a proponer una nueva forma de terapia psicológica centrada en el significado de la existencia humana y en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre. Esta nueva terapia, que él llama logoterapia, puede ayudar a las personas a encontrar el sentido o propósito oculto de su existencia, así como a rellenar el vacío existencial que seguro estarán sufriendo.

Peurifoy, Reneau.

CÓMO VENCER LA ANSIEDAD. Bilbao, 1999. Editorial Descleé de Brouwer.

Reneau Z. Peurifoy propone en este libro una alternativa para aquellos pacientes con problemas de ansiedad que han seguido tratamientos desde diferentes enfoques sin que éstos les hayan proporcionado el alivio a largo plazo que andaban buscando.

A estos pacientes, que sufren la reaparición de sus síntomas sin obtener una recuperación completa, Perifoy les invita a seguir paso a paso un programa de tratamiento, multimodal e integrado, que les enseñará las destrezas básicas necesarias para conseguir modificar aquellas conductas disfuncionales que hayan desarrollado a consecuencia de sus síntomas.

Dado que, para Peurifoy, la ansiedad es simplemente un mensajero que avisa a la persona de que tiene algún aspecto vital por resolver, la intención del autor al presentar este programa será ayudar a quienes han recibido el aviso del mensajero a descifrarlo, a elaborar una explicación clara y razonable sobre el origen real de sus problemas de ansiedad, y a identificar y desafiar los patrones habituales de su pensamiento que contribuyen al mantenimiento de dichos problemas.

A cambio de una práctica regular y de un compromiso sincero con el aprendizaje de las medidas que se recomiendan a lo largo del libro, el autor promete dar a quienes las sigan algunas de las claves para conseguir una recuperación más profunda y duradera de los problemas de ansiedad.

Rojas, Enrique.

LA ANSIEDAD. COMO DIAGNOSTICAR Y SUPERAR EL ESTRÉS, LAS FOBIAS Y LAS OBSESIONES. Madrid, 1989. Editorial Temas de Hoy.

Con este libro, Enrique Rojas propone un interesante recorrido a través de los diferentes trastornos a los que puede llevarnos la ansiedad que envuelve nuestra sociedad occidental actual.

En sus capítulos, el autor explica cómo esa ansiedad que toda persona experimenta en mayor o menor medida puede dejar de actuar de una manera adaptativa y desembocar, a la larga, en un complejo entramado de patologías.

Desde las enfermedades psicosomáticas hasta las fobias y las obsesiones, Rojas aporta la luz necesaria para comprender la travesía, a veces realmente compleja, que lleva a nuestros temores a convertirse en cada uno de esos trastornos.

Gracias a la exhaustiva y rigurosa información que el autor aporta capítulo a capítulo (principales características de la ansiedad, sus formas, sus síntomas, algunos de sus motivos, los distintos recursos terapéuticos que existen para afrontarla), este libro se convierte en referencia imprescindible tanto para aquellas personas que en algún momento de su vida han tomado sin querer el camino hacia el desasosiego, como para aquellas que deseen ayudarlas a encontrar un camino de regreso.

Jesús de la Gándara Martín, Jose Carlos Fuentes Rocañín

ANGUSTIA Y ANSIEDAD. CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO. Madrid, 1999. Editorial Pirámide.

En Angustia y ansiedad, los autores Jesús de la Gándara Martín y José Carlos Fuentes Rocañín pretenden explicar, sin tecnicismos innecesarios, cómo describir, reconocer, sopesar y resolver la angustia y sus múltiples manifestaciones.

Se trata por ello de una obra orientada a todo tipo de público, tanto a los profesionales como a las personas no expertas, en la cual se ofrece una gran cantidad de información sobre los distintos trastornos de ansiedad que hoy en día se conocen.

La lectura de este libro, resultará imprescindible sobre todo para aquellas personas que padecen la ansiedad y que han entendido la necesidad de desarrollar sus propios recursos frente a la enfermedad. Para aquellos pacientes que prefieren estar bien instruidos porque desean participar y colaborar de forma activa en el diagnóstico, en la terapia y en la prevención de su trastorno.

Wayne W. Dyer

TUS ZONAS ERRÓNEAS. Barcelona, 1978. Editorial Grijalbo.

Si bien muchas personas dicen estar interesadas en cambiar determinados aspectos de sus vidas, con frecuencia estas personas adoptan comportamientos que parecen buscar todo lo contrario, y que finalmente las convierten en seres incapaces de cumplir con sus intenciones.

Dyer escribe sobre este tipo de comportamientos autofrustrantes, que él llama zonas erróneas, y que considera responsables de la insatisfacción que puede invadir la vida de cualquiera de esas personas.

A través de los capítulos de Tus zonas erróneas, Dyer explora cada uno de esos comportamientos autodestructivos y examina las razones que pueden impulsar a una persona a aferrarse a ellos aún sabiendo que éstos funcionan para neutralizar sus oportunidades de cambio y que pueden llegar a malograr su felicidad.

El análisis que Dyer nos presenta en esta obra, permite descubrir el sistema de apoyo psicológico que muchas personas construyen para no abandonar estos comportamientos, y ha sido planteado con la estructura que corresponde a una sesión real de psicoterapia.  Como tal, incluye un estudio del problema y su exteriorización, un examen de los comportamientos negativos que se derivan, una percepción profunda del porqué de dichos comportamientos negativos, y, por último, una formulación de la mayor cantidad posible de estrategias de autoayuda concretas para eliminar las zonas conflictivas.

Este libro resultará una buena elección para aquellas personas que deseen cambiar algún aspecto de su vida y alcanzar su propia felicidad. A través de un procedimiento basado en ser responsable de uno mismo, en comprometerse con uno mismo y en luchar por las ganas de vivir y por el deseo de ser lo que se quiera ser en cada momento, quien lo lea aprenderá seguro a desarrollar su capacidad de decisión acerca de las propias emociones, y a hacerse cargo de su momento presente.

María Dolores Avia

HIPOCONDRÍA. Barcelona, 1993. Ediciones Martínez Roca S.A.

Ya en 1966, el psiquiatra Henry Ey se preguntaba si la creencia duradera en una enfermedad imaginaria puede en sí misma ser una enfermedad. Desde entonces y hasta nuestros días, han sido muchos los autores que han dado una respuesta afirmativa a esa pregunta y han contribuido a la concepción actual de la hipocondría como una forma patológica de la existencia humana.

María Dolores Avia, como todos ellos, considera que cuando la preocupación por la propia salud o el temor a padecer una enfermedad alcanzan niveles que ponen en cuestión el funcionamiento general del paciente o el de su entorno, o cuando él lleva a cabo conductas en sí mismas desadaptativas o que interfieren con otras más adecuadas y gratificantes para sí mismo o para otros, se convierte en un problema llamado hipocondría.

Para Avia, existe un camino continuo, no interrumpido, que va desde el cuidado por el cuerpo y la preocupación razonable por su correcto funcionamiento hasta la preocupación fóbica, que puede alcanzar la convicción delirante de padecer una enfermedad novedosa que a veces se teme que no haya sido descubierta, pasando por la conciencia aumentada del cuerpo que se produce en condiciones de enfermedad y otras circunstancias.

Si el paciente se acerca al extremo de la preocupación fóbica, entonces su constante angustia por la salud se convertirá en un problema muy grave que deberá considerarse como un problema en sí mismo, aun cuando existan signos de estrés o de depresión asociados a él.

Para cuando eso ocurra, Avia dedica su obra Hipocondría a desarrollar aspectos necesarios para hacérselo saber al paciente de un modo terapéutico, para aprender a trabajar con él a pesar de sus reticencias, para explicar las técnicas que pueden serle más útiles al especialista, y para aprender a eliminar esa preocupación.

Hipocondría resultará una lectura interesante tanto para el especialista en busca de un conocimiento experto acerca de este tipo de trastorno como para el paciente hipocondríaco en busca de tratamiento para sus preocupaciones. A este último, el libro no solo le ayudará a no preocuparse tanto por su enfermedad, sino que le enseñará a atender a todas aquellas experiencias favorables, placenteras y enriquecedoras, que probablemente habrá olvidado durante el ejercicio poco recomendable del hábito de ocuparse exclusivamente de los problemas.

Paul WatzlawickL

EL ARTE DE AMARGARSE LA VIDA. Barcelona, 2000. Ed. Herder S.A.

Leer El arte de amargarse la vida, de Paul Watzlawick, supone reflexionar sobre una cuestión interesante ¿Preferimos los seres humanos llevar una vida amargada y llena de desdichas?.

A menudo negarlo parece ser la respuesta más obvia. Sin embargo, Watzlawick nos invita a comprender que en la realidad parece que las personas necesitemos nuestro infortunio más de lo que creemos y de lo que pudiera parecer en un principio. Esto explicaría porque las personas demostramos tantas veces una tendencia a convertir lo cotidiano en insoportable y lo trivial en desmesurado, y a convertirnos nosotros mismos en nuestros propios contrarios para la vida diaria.

Watzlawick no pone en duda que las personas puedan encontrarse en conflicto con el medio ambiente y particularmente con el prójimo, pero pretende darnos a entender que en la mayoría de ocasiones las personas tienden a generar la desdicha por sí mismas y a dar nacimiento a algunos de esos conflictos en su propia cabeza, generalmente a raíz de un par de simples contratiempos.

Para demostrar este hecho, el autor plantea un libro medio en broma y medio en serio, en el cual ofrece una introducción metódica a aquellos mecanismos que todos podemos llegar a utilizar, y de hecho utilizamos aunque sea de forma involuntaria, para convertir nuestra vida en desdichada. Con toda ironía, propone algo así como una guía de iniciación para que los lectores que lo deseen aprendan a desarrollar un estilo propio en lo que él llama “el arte de amargarse la vida”.

Aquél lector que se aplique en los ejercicios que propone Watzlawick, sin duda entenderá cómo es posible que cualquier ciudadano medio, debidamente adiestrado, llegue a crear para sí mismo una situación difícil, sin saber bien cómo lo ha hecho, tras una cadena larga y complicada de imaginaciones en las que el propio individuo desempeña un papel decisivamente negativo.

Pérez Pareja, F. Javier y Borrás Sansaloni, Carmen

TÉCNICAS DE EXPOSICIÓN Y AUTOEXPOSICIÓN. Madrid, 2003. Editorial Síntesis.

Esta pequeña guía pretende ser de ayuda para aquellos profesionales y pacientes que quieran, de una forma rápida y sencilla, tener una visión esquemática de las técnicas de exposición que se utilizan como principal tratamiento en los problemas de ansiedad.

Consta de 3 únicos capítulos. El primero de ellos muestra en una visión amplia los diferentes tipos de exposición que existen, la definición de estas técnicas y de los mecanismos en los cuales se basan y algunas ventajas e inconvenientes de ellas, además de variables que intervienen. También remarca cuáles son los objetivos de la técnica de exposición y los predictores de éxito terapéutico. Se ilustra con un listado de los principales trastornos psicopatológicos por ansiedad y la conveniencia de utilizar técnicas de exposición para dichos problemas.

El segundo capítulo es una guía para terapeutas donde se expone una exhaustiva definición de las principales técnicas de evaluación así como sus objetivos. Seguidamente da una visión de los pasos en la aplicación de las técnicas de exposición y autoexposición y de las variantes de la técnica para cada trastorno psicopatológico por ansiedad, así como problemas en la aplicación y recomendaciones para su solución. Se ilustra este capítulo con cuadros resumen sobre cuestionarios utilizados para los problemas de ansiedad, instrucciones que se le deben dar al coterapeuta, guía de la entrevista clínica y modelos de autorregistro, entre otros.

Para concluir el libro aparece un tercer capítulo dedicado al paciente donde se explican los objetivos de las técnicas de exposición y autoexposición, la necesidad de la utilización de autorregistros, algunos problemas con los que el paciente puede encontrarse y recomendaciones para solucionarlos y una ficha resumen para la autoexosición.

Varela, Pilar

ANSIOSA-MENTE. CLAVES PARA RECONOCER Y DESAFIAR LA ANSIEDAD. Madrid, 2002. La Esfera de los Libros.

Ansiosa mente es un manual de autoayuda para todas aquellas personas interesadas en la ansiedad y sus innumerables implicaciones. La ansiedad es un estado en el que intervienen factores psicológicos y biológicos que, combinados, forman un conjunto de trastornos que llegan a afectar al 14 por ciento de la población, una cifra lo bastante grande como para tenerlos en cuenta y aprender el modo de hacerles frente.

Este es un manual no muy extenso donde podrá encontrar, en un lenguaje apto para el público en general, la explicación sobre la génesis de la ansiedad, sobre los factores que intervienen en su mantenimiento e incluso, claves para poder reducirla y superarla. Todo esto explicado desde un punto de vista psicológico por una gran profesional galardonada en varias ocasiones gracias a su trabajo científico. No es de extrañar pues, que se hayan vendido centenares de ejemplares.

A lo largo de los ocho capítulos de que consta este libro, el lector podrá entender que es la ansiedad, cuáles son sus causas, como se manifiesta, que situaciones pueden provocarla, quienes son más proclives a sufrirla, principales características de los distintos trastornos psicológicos que puede provocar la ansiedad, relaciones entre la ansiedad y aspectos relativos a la vida de las personas (trabajo, amor, relaciones con los demás y con uno mismo) y claves para afrontar y vencer la ansiedad, entre otros. Todo esto acompañado de multitud de ejemplos de situaciones reales, esquemas para que el lector pueda comprender mejor los conceptos clave y cuestionarios sobre varios de los problemas mencionados que las personas se podrán administrar y corregir para conocerse mejor a ellos mismos y a los sucesos que les rodean. Todo lo dicho hace de este manual una práctica ayuda, muy sencilla de leer, para todas aquellas personas interesadas en reflexionar sobre la ansiedad en nuestros días y su solución.

Giorgio Nardone

PSICOSOLUCIONES. Cómo resolver rápidamente problemas humanos complicados. Barcelona, 2002. Editorial Herder.

El prólogo de este libro ya nos informa de cuál es su propósito: “introducir al lector en el fascinante arte de resolver problemas complicados mediante soluciones aparentemente simples”. Esto será gracias a la convicción de este autor sobre que no es necesaria una intervención complicada i extensa en el tiempo para solucionar patologías psicológicas graves y persistentes. Giorgio Nardone intentará conseguir este objetivo mediante una exposición clara, accesible y placentera de su conocimiento y su experiencia como terapeuta profesional.

El primer tema del libro corresponde con una exposición de los conocimientos y la teoría que subyacen al modelo de intervenciones que este autor práctica. También encontramos una explicación de pensamientos filosóficos y psicológicos ejemplificados con cuestiones cotidianas para dejar clara la forma en que este profesional realiza su actividad práctica.

En la segunda parte del libro se muestran un conjunto de casos clínicos sobre una amplia variedad de trastornos psicológicos (psicosis, pánico, fobias, obsesiones y compulsiones, trastornos de la alimentación, depresión, problemas de pareja,…) donde se explicará la metódica que utilizó el psicólogo con su breve e ingeniosa intervención y los exitosos resultados que se consiguieron con ellas.

Para terminar encontramos un apartado dedicado a la ayuda que nosotros mismos nos podemos ofrecer para solucionar nuestros problemas, a través de la identificación de estos problemas y de las soluciones que hemos aplicado anteriormente para intentar solucionarlos. A partir de aquí se presentan sencillas estrategias que nos ayudarán a incrementar las posibilidades de encontrar la solución más acertada.

Reneau Z. Peurifoy

VENZA SUS TEMORES (ansiedad, fobias y pánico). Ed. Robin Book, 1993

Libro de autoayuda sobre la ansiedad que además indaga en la raíces de personalidad que sustentan la ansiedad.

Es muy ameno, fácil de seguir e incluye muchos ejemplos y ejercicios.
Explica las técnicas de afrontamiento así como las terapias para vencer la ansiedad. Trata también de forma amplia los rasgos de personalidad subyacentes en el trastorno de ansiedad. Indaga sobre los pensamientos distorsionados y proporciona formas de combatirlos. Incluye un capítulo sobre estrés. Va dirigido a todo tipo de lectores interesados en la ansiedad. Especialmente para aquellos que quieran ir más allá de las técnicas de afrontamiento y terapias, aprendiendo a identificar y combatir los pensamientos distorsionados que ayudan a mantener la ansiedad.

Herbert Fensterheim / Jean Baer.

VIVA SIN TEMORES. Ed. De Bolsillo. Colección autoayuda – Superación personal, 2003.

Libro de autoayuda sobre la ansiedad y los miedos en sus distintas vertientes.

Es un libro bastante bueno que trata diferentes tipos de miedos. Incluye algunos ejercicios y muchos ejemplos de casos reales. Es fácil y ameno de leer.
Incluye en un mismo libro explicación sobre distintos tipos de miedos: Fobia social, miedos sexuales, fobias específicas, agorafobia, trastorno obsesivo-compulsivo, etc.
Hay un capítulo dedicado a la fobia a volar y otro al miedo en el trabajo.

Dirigido a todo tipo de lectores interesados en aprender sobre la ansiedad y el miedo en sus diferentes clases. Aunque se puede considerar de autoayuda quizás se enmarca más en los libros de divulgación.

Nathaniel Branden.

COMO MEJORAR SU AUTOESTIMA. Barcelona, 2004. Ed.Paidos 1987 (14ª ed. De 2004).

Libro de autoayuda con ejercicios para fortalecer el sentimiento de la propia valía y transformar nuestro modo de pensar y sentir respecto a nosotros mismos.
Aunque no es un libro dedicado a combatir la ansiedad de forma explícita identifica que pilares son los necesarios para desarrollar una visión realista y adecuada de nosotros mismos. Trabaja sobre temas como la confianza en uno mismo, la toma de conciencia con la realidad o la liberación de las conductas destructivas.
Sus puntos fuertes son los ejercicios que propone para realizar. Y la claridad del lenguaje.
Dirigido a cualquiera que quiera conocerse algo mejor, que dependa excesivamente de la aprobación de los demás, que le cueste aceptar las situaciones que está viviendo y quiera responsabilizarse de su propia vida.

Otras referencias divulgativas

ASAP: Diccionario para Desórdenes de Ansiedad y Pánico.

Ayuso, J. l.(1988). Trastornos de angustia. Barcelona: Martínez Roca.

Bae, L.(1994). Autocontrol y bienestar: un método eficaz para librarse de las obsesiones. Barcelona: Editorial Paidós.

Barlow, D. H. y Craske, M.G. (1993). Domine su ansiedad y pánico. Julio Martin Editor.

Breton, S. (1995). ¿De qué tiene miedo?. Barcelona: Grijalbo.

Calle, R.A.: Aprender a relajarse en casa. Barcelona: Martínez Roca.

Carlson, Richard. No te ahogues en un vaso de agua. Barcelona: Grijalbo.

Cladellas, E.: Aprender a controlar las obsesiones y las compulsiones. Barcelona: ECOP.

Desberg, P. (1996). Estrategias para Superar la Timidez y el Miedo a los demás. Barcelona: Editorial Integral.

Foa, B.E. y Wilson, R. Venza sus obsesiones. Madrid: Robin BooK.

Gavino, A. (2001). Deje atrás sus obsesiones. Ediciones Aljibe.

Goleman, D. (1996). Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairos

Miguel Tobal, J. J. La ansiedad. Madrid: Editorial Aguilar.

Rojas Marcos, L. y Fuster V. (2008). Corazones y mentes. Madrid. Espasa Calpe.

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Fuente: Clínica de la Ansiedad. Última actualización abril 2016.

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Buscar ayuda

Ansiedad: Cuándo consultar?

La ansiedad es un mecanismo de defensa normal y adaptativo, que mejora nuestro rendimiento y las posibilidades de éxito frente a diferentes circunstancias.

El problema se presenta cuando la ansiedad no aparece circunscrita a determinadas situaciones,  no dura un tiempo limitado, o su intensidad es excesiva. En estos casos, se convierte en algo disfuncional y que compromete la salud física y psicológica. Llegados a este punto, es conveniente, y muchas veces imprescindible, consultar con un especialista que pueda valorar y, si es necesario, tratar el problema.

He aquí algunas condiciones y circunstancias que aconsejan consultar:

  • Cuando la frecuencia de aparición de la ansiedad problemática es cada vez más elevada.
  • Cuando la intensidad con la que aparecen los síntomas de ansiedad supone un problema para el bienestar personal.
  • Cuando la duración de los episodios es cada vez más prolongada.
  • Cuando la afectación o interferencia en otras áreas de la vida es cada vez mayor. En ocasiones, el problema de ansiedad empieza en una situación determinada y se va extendiendo a otros ámbitos como si fuera una mancha de tinta. Imaginemos el caso de una persona que desarrolla miedo a viajar en los transportes públicos y empieza a evitar viajar en ellos. Dicha evitación supone una restricción importante de su movilidad y de su independencia. Puede que deje de hacer cosas que antes solía,  e incluso  se vea incapaz de acudir a su trabajo.
  • Cuando una persona significativa o un especialista (médico, farmacéutico, asistente social…) , conocedores del caso, lo aconsejan.
  • Cuando las soluciones intentadas han resultado fallidas. Muchas personas antes de acudir a un tratamiento especializado para los problemas de ansiedad, han intentado afrontar, de forma espontánea, el problema por su cuenta. Podemos agrupar dichos intentos en tres categorías:
    • Intentos útiles: son aquellos que han facilitado la contención o desaparición del problema. Suponen una solución total o parcial del mismo.
    • Intentos inútiles: son aquellos que han supuesto un esfuerzo a diferentes niveles, esfuerzos que no ha repercutido en una mejora del problema.
    • Intentos contraproducentes: son aquellos que, lejos de suponer una solución al problema, contribuyen a su mantenimiento y perpetuación. Cuanto más esfuerzos hacemos, más enfermamos.

Si llegamos a la conclusión de que el problema de ansiedad merece consideración, el primer  paso puede ser acudir al médico de cabecera. Así obtendremos una valoración inicial del caso donde se contemple la conveniencia de ponerse en manos de especialistas.

Fuente: Clínica de la Ansiedad. Psicólogos y psiquiatras. Madrid y Barcelona.

Video: Tratamiento de la ansiedad. Dr. Carlos Baeza Villarroel. Psicólogo

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Interacciones contraproducentes

Introducción. Interacciones contraproducentes entre actos de afrontamiento: Incompatibilidades y contraindicaciones

Miller, Galanter y Priban (1960) en un capítulo dedicado a la integración de planes se formulan algunas preguntas: ¿Cómo coordinamos varios planes en el unitario flujo de conducta de que disponemos? ¿Cómo decidimos si un plan nuevo es compatible con los que ya estamos haciendo? ¿Qué relación guardan nuestros múltiples planes con el sinnúmero de papeles que debemos desempeñar en la sociedad?. Ejecutamos algunos subplanes para crear las condiciones bajo las cuales otro subplán o acción es relevante ¿Hasta que punto son intercambiables los subplanes?.

No siempre resulta fácil saber si dos actos son incompatibles entre sí. Miller, Galanter y Priban, en la obra citada, distinguen entre aquella persona que se queda atrapada entre planes en conflicto y aquella que se ve apresada entre motivos contradictorios. En el primer caso es necesario que no sea consciente de que sus planes están en conflicto, en tanto que, en el segundo, quizás sea dolorosamente consciente de que sus deseos son incompatibles. Parece que esa primera persona se está frustrando deliberadamente a sí misma, pero no puede descubrir por qué. Sabe que hay algo erróneo, pero no puede descubrir de que se trata. Los dos planes quizás estén mutuamente aislados de forma que esa persona nunca tenga ocasión de contrastar el uno con el otro.

Trasladándonos al terreno de los planes o estrategias de acción frente a la ansiedad, Lazarus y Folkman (1984) ya pusieron de manifiesto al hablar de las relaciones entre las funciones de afrontamiento dirigidas al problema y las dirigidas a la emoción que pueden afectarse entre sí, facilitando o impidiendo cada una la aparición de la otra.

En la clasificación de las interacciones contraproducentes entre actos de afrontamiento de la ansiedad, distinguimos entre Incompatibilidades, referidas a interacciones entre actos cuya realización impide la de otros al mismo tiempo, y Contraindicaciones, referidas a procedimientos que ejecutados o no simultáneamente se afectan en su proceso o resultado de modo contradictorio, perturbador o perjudicial.

Referencias bibliográficas

MILLER, G. A., GALANTER, E., y PRIBAN, K. H. (1960). Plans and the Structure of Behavior. Holt, Rinehart and Winston, Inc. Ed. Española (1983): Planes y Estructura de la Conducta. Madrid: Debate, S. A.

LAZARUS, R. S., y FOLKMAN, S. (1984). Stress, Appraisal and Coping. Nueva York: Springer Publishing Company, Inc. Ed. Española (1986): Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

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Fuente: Baeza Villarroel, J.C. (1994) ISBN: 84-490-0131-5. Clínica de la Ansiedad. Barcelona y Madrid

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Otros errores

Hiperventilación y ansiedad

La hiperventilación es un fenómeno respiratorio que suele aparecer en aquellas personas que sufren ataques de pánico. Generalmente, la hiperventilación produce una serie de consecuencias en nuestro organismo que pueden llegar a ser bastante desagradables e incluso alarmantes si uno no sabe a qué se deben. Pero como veremos a continuación, no se trata de un fenómeno peligroso.

¿Qué es la respiración?

Veamos cómo funciona la respiración. Necesitamos respirar para poder dotar a nuestro cuerpo de energía. Los nutrientes que tomamos al comer y beber deben ser transformadas en energía a través de complejos procesos bioquímicos para los que es necesaria la presencia de oxígeno. Cada vez que inspiramos, introducimos aire cargado de oxígeno (O2) en nuestros pulmones. Este oxígeno, será recogido por la sangre en los capilares que existen al final de los bronquiolos para ser transportado hacia el corazón. Una vez allí, el corazón bombeará la sangre para que llegue oxígeno a todo el cuerpo. El oxígeno ayudará a transformar los nutrientes en energía mediante reacciones químicas. Como efecto de este proceso se genera dióxido de carbono (CO2, que será recogido por la sangre para llevarlo hacia el corazón, y de éste hacia los pulmones. Esta sangre, cuando llegue a los capilares de los pulmones, se desprenderá del CO2 para que podamos expirarlo y recogerá nuevamente el O2.

¿Qué es la hiperventilación?

La hiperventilación se define como aquella respiración que está por encima de las necesidades de nuestro cuerpo. Es decir, es una respiración excesiva. Puede producirse por respirar demasiado, respirar superficialmente, tomar grandes bocanadas de aire, etc.

Cuando hiperventilamos, el equilibrio entre el O2 y el CO2 se rompe, es decir, los niveles de O2 se incrementan y los de CO2 disminuyen. El equilibrio existente entre estos dos gases en los pulmones influye directamente en las proporciones que existen de O2 y CO2 en sangre, de manera que las cantidades de CO2 en sangre también disminuirán. Como consecuencia, básicamente, suceden dos cosas:

  1. La disminución  CO2 en la sangre es detectada por el cerebro, que de inmediato intentará poner remedio a esta situación. La mejor y más rápida manera de conseguirlo es reduciendo el impulso de respirar, de manera que se reduzcan considerablemente las cantidades de O2 inspiradas y de CO2 expiradas. Esto significa que mientras estemos hiperventilando, notaremos que nuestro cuerpo hace un esfuerzo para respirar mucho menos, parece que nuestro cuerpo se niega a respirar al mismo ritmo que veníamos teniendo. Lo más común es que intentemos hacer un esfuerzo consciente para intentar respirar más, lo que se traduce en que el desequilibrio entre O2 y CO2 que comentábamos anteriormente no vuelve a su estado normal, sino que se mantiene o incluso se agrava. Si esto sucede así, es posible que nuestro cerebro se esfuerce todavía más para hacernos respirar menos e incluso, si lo considera necesario, parar momentáneamente nuestra respiración para equilibrar el intercambio de O2 y CO2. Cuando nos sucede esto es muy normal que nos asustemos, especialmente si no sabemos por qué ocurre. Mientras hiperventilamos, es decir, mientras respiramos por encima de nuestras necesidades, notamos que nuestro cuerpo reacciona dificultándonos la respiración de tal manera, que lo más sencillo es pensar que nos estamos ahogando. Hay que destacar que este fenómeno no es en absoluto peligroso, aunque puede vivirse como algo bastante desagradable.
  1. Los descensos del nivel de CO2 en sangre, producen otro fenómeno en nuestro organismo: una alteración del pH de nuestra sangre.

Un correcto equilibrio de estos dos gases en la sangre hace que su pH se mantenga a un nivel constante adecuado para que pueda realizar sus funciones de una manera óptima. Si este equilibrio se rompe, la sangre se vuelve alcalina. Cuando esto ocurre, podemos experimentar una serie de sensaciones:

  • Hormigueo
  • Rampas
  • Mareos
  • Sensaciones de frío o calor
  • Tensión muscular
  • Piernas débiles
  • Dificultades de visión
  • Palpitaciones
  • Temblores

Estas sensaciones pueden resultar desagradables también, en especial si no las entendemos. Como en el caso anterior, experimentar estas sensaciones no es peligroso ni es indicativo de que algo funcione mal en nuestro cuerpo.

En resumidas cuentas, cuando una persona hiperventila, altera las proporciones adecuadas de oxígeno y dióxido de carbono que existen en la sangre. Nuestro cuerpo, al detectar que esto está sucediendo, intentará poner remedio forzándonos a respirar a un ritmo bastante más bajo del que estemos llevando, provocándonos sensaciones similares a las dificultades para respirar. Debido a los cambios químicos que se producen en nuestra sangre, es también posible que notemos algunas de las sensaciones referidas anteriormente. Son un conjunto de sensaciones que pueden sorprendernos y resultarnos desagradables o molestas, pero no son peligrosas.

¿Qué hacer si hiperventilo?

Si es la primera vez que le sucede, lo más aconsejable es ir a un médico para que le haga una exploración e intente detectar si su hiperventilación se debe a una enfermedad física o es producto de la ansiedad.

En el caso de que usted hiperventile por motivos de ansiedad, puede intentar ponerle remedio:

  • Debe intentar que su respiración se vuelva regular. No intente respirar más aceleradamente. En el caso de que conozca alguna técnica de respiración (como las que le ha podido enseñar su terapeuta), es un buen momento para aplicarla.
  • Respire más lentamente y de manera menos superficial: Puede intentar respirar con los labios fruncidos, como si tratara de apagar una vela. O puede taparse la boca y una fosa nasal respirando simplemente por la que queda destapada. Haciendo esto lo que se consigue es aumentar la cantidad de CO2 en los pulmones.
  • Puede respirar durante unos minutos colocando una bolsa de papel sobre su boca y nariz: conseguirá inspirar una parte del CO2 que ya haya expirado, de manera que aumentará su cantidad en el organismo. Hoy en día algunos profesionales de la salud no lo recomiendan, ya que según su opinión, el incremento de CO2 que se produce es demasiado alto.
  • Puede intentar llevar a cabo cualquier actividad que le resulte relajante.

¿Qué es la hiperventilación adaptativa? O, ¿por qué al hacer deporte no sufro estos efectos?

Al realizar deporte nuestro cuerpo necesita más energía que si no hiciéramos ejercicio. Como esta energía se obtiene a partir de las reacciones químicas entre los nutrientes y el O2, nuestro cuerpo necesita incrementar su ritmo respiratorio y en consecuencia obtener más oxígeno. Este incremento de O2, al ser aprovechado en su totalidad en los procesos de obtención de energía, producirá grandes cantidades de CO2, de manera que el equilibrio entre los dos gases, no se verá alterado. Tendremos una mayor cantidad de oxígeno que si estuviéramos en reposo, pero también tenemos más cantidades de dióxido de carbono.

Es por esto que cuando hacemos deporte, no tenemos las mismas sensaciones que si hiperventilamos por motivos de ansiedad. A este fenómeno se le llama hiperventilación adaptativa.

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Fuente: Israel Belchi. Clínica de la Ansiedad, 2004.

Para saber  más
Clark, D.C. y Salkovskis, P.M. (1987). Cognitive treatment for panic attacks: Therapist’s manual. Oxford: Autor.

Enciclopedia medlineplus

Video: Ansiedad y respiración

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Errores en la Anticipación

Introducción: anticipación y ansiedad

La anticipación es un proceso de evaluación cognitiva que prevé las consecuencias que un acontecimiento dado provocará en el individuo, sobre la base de la experiencia y otras fuentes de conocimiento. Va desde un proceso rápido, intuitivo, automático, hasta un proceso de predicción elaborativo, deliberado, basado en inferencias inductivas o deductivas. Se refiere básicamente a:

  • cómo, cuándo, de qué manera algo perjudica o beneficia (evaluación primaria, Lazarus y Folkman, 1984);
  • qué puede hacerse al respecto ( evaluación secundaria, Lazarus y Folkman, 1984);
  • qué capacidad se atribuye uno para hacerlo ( expectativa de eficacia , Bandura, 1986).
  • qué resultados se calculan como probables (expectativas de resultados, Bandura, 1986 ).

En consonancia, se experimenta un estado emocional agradable o desagradable según el caso y cómo el individuo se vea afectado en sus planes y situaciones.

La anticipación prefigura aspectos básicos de la acción y del sujeto en acción (Catalán,1987) , calcula cómo puede ésta desarrollarse en un contexto y circunstancias determinadas y cómo se verían nuestros propósitos favorecidos u obstaculizados. Se trata pues de un mecanismo básico de adaptación e incluso de supervivencia, sin olvidar el valor motivacional que la anticipación, como expectativa, tiene. En palabras de Bandura (1986) «los pensamientos anticipatorios que no exceden los límites de la realidad tienen un valor funcional porque motivan el desarrollo de competencias y de planes de acción» (página 467). La anticipación forma parte de la propia acción como factor regulador e inductor conductual y emocional.

El pensamiento tiene gran capacidad de auto-activación fisiológica de la emoción. La experiencia común nos dice que la imaginación de escenas repugnantes o asquerosas produce nauseas, las eróticas excitación sexual, o la degustación imaginaria de un manjar salivación y secreción de jugos gástricos. En concreto, las anticipaciones referidas a la ocurrencia de amenazas, daño o perjuicio, generan ansiedad. Estos pensamientos pueden resultar, a veces, tan activadores como los propios acontecimientos reales (May, 1977).

El individuo presta especial atención a las señales del entorno o internas que tienen el valor de predecir el desarrollo de la acción y sus resultados. La previsión resultante de la consideración y análisis de dichas señales predeterminan a su vez el campo atencional sobre el que preferente se focalizará cuando la situación se presente. Otros aspectos de la situación quedarán «ensombrecidos».

Podemos decir que, dada una situación, el individuo tiene más probabilidades de ocuparse de aquello de lo que se ha preocupado. La previsión prepara pues al organismo para atender y responder a determinados aspectos de la realidad.

La anticipación previsora, mecanismo universal y básicamente adaptativo, puede, no ya errar el cálculo, hecho normal en una función que es básicamente probabilística, y que puede, además, estar basada sobre datos o creencias falsas, si no también ser disfuncional.

Para saber más

BANDURA, A. (1986). Social Foundations of Thought and Action. New Jersey: Prentice-Hall, Inc. Ed. Española (1987): Pensamiento y acción. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

CATALAN,J.L. (1987). Principios de Psicoterapia Cognitiva. Edición del Autor. Depósito legal B-36894-1987

LAZARUS, R. S., y FOLKMAN, S. (1984). Stress, Appraisal and Coping. Nueva York: Springer Publishing Company, Inc. Ed. Española: (1986). Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

MAY, J. R. (1977). A psychophysiological study of self and externally regulated phobic thought. Behavior Therapy. 8, 849-861.

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Fuente: Baeza Villarroel, J.C. (1994) ISBN: 84-490-0131-5. Clínica de la Ansiedad.

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Psico-lógicas del miedo

Ansiedad: Sesgos atencional e interpretativo

Ante la eventual aparición de un peligro, el organismo reserva prioritariamente gran parte de sus recursos (atencionales, de pensamiento, motores y metabólicos) para la disposición de acciones defensivas, en detrimento de otras acciones que quedan relegadas o asistidas bajo mínimos. Si por ejemplo, pongamos por caso, un recolector acude a comer y hacer acopio de frutos a un determinado paraje, donde, en un momento dado, aparecen señales de la posible presencia de un león en las cercanías, tiene mucho sentido adaptativo para su supervivencia – y por extensión para la de la especie- que su organismo entienda que ha de atender, preocuparse y ocuparse, preferentemente, de que no lo coman a él, antes que de comer, disponiendo las operaciones pertinentes:

  1. Agudizar los sentidos respecto de estímulos relevantes indicadores de la evolución de la amenaza (ruidos, olores, movimientos) – atención selectiva, sesgo atencional-.
  2. Obstaculizar la recepción y procesamiento de otros estímulos no relacionados con la amenaza (textura, color, valor nutritivo). El sistema d alerta considerará una distracción injustificada atender otra cosa que no fuera el posible peligro inminente, o por venir.
  3. Relacionar con la amenaza posibles indicios normalmente neutros, o de procedencia incierta, y susceptible de varias interpretaciones -sesgo interpretativo-, por ejemplo movimientos de juncos.
  4. La recuperación de informaciones almacenadas en la memoria sobre inconvenientes y peligros –sesgos memorístico- , particularmente aquellas asociadas o asociables a la situación y circunstancia.
  5. Prepararse para respuestas de huida, búsqueda de protección y condiciones de seguridad, o evitación del daño. Podría ser incluso que el animal defecase de forma que algunos recursos fisiológicos y metabólicos dispuestos para propiciar los procesos digestivos, se desactiven, quedando disponibles para la eventual respuesta defensiva.

Los llamados sesgos atencional e interpretativo han merecido notable consideración y estudio en los trastornos de ansiedad. También los sesgos de memoria, aunque en menor medida y con resultados más controvertidos. Para una revisión detallada de estas cuestiones puede consultarse Arcos Guijarro y Cano Vindel (1999) . Cabría añadir otros dos sesgos, el falsacional y el finalístico (Baeza, 2008) que formarían parte de los procesos de valoración (appraisal) o revaloración de la información y las respuestas estratégicas a tomar.

El sesgo falsacional se refiere a la inversión de los procesos lógicos y operativos relacionados con la «carga de la prueba»: en situaciones normalizadas, a pesar de la existencia de indicios contradictorios, la carga de la prueba tiende a recaer en demostrar que pasa algo «anormal»; en situaciones de excepción -miedo no asumible- lo que se ha de demostrar es que no pasa nada, es decir, lo temido está en curso mientras no se demuestre lo contrario.

El sesgo finalístico se refiere al establecimiento de objetivos finales de la acción en una determinada situación. Los objetivos condicionan las funciones cognitivas y operativas que han de implementarlos. En una situación normalizada -peligro asumible- el objetivo tiende a establecerse en función de «lo que se quiere que pase». En una situación de excepción -miedo no asumible- el objetivo tiende a establecerse en función de «lo que se quiere que no pase», lo que requiere y determina estrategias operativas y asistencias cognitivas coherentes con dicho objetivo.

En general, los estudios empíricos muestran que aquellas personas con un sistema de alerta más sensible, vinculado a factores predisposicionales de origen biológico o a la ansiedad como rasgo de personalidad, muestran una mayor tendencia a los sesgos antes citados.

Sesgo atencional

En general, ante situaciones de peligro, la atención se dirige selectivamente a señales de peligro relacionadas con la amenaza y su evolución, viéndose obstaculizada la recepción y el procesamiento de otros estímulos no relacionados con la amenaza. La ansiedad, como sistema de alerta considerará una distracción injustificada atender otra cosa que no fuera el posible peligro inminente, o por venir.

En el estudio del sesgo atencional hay dos enfoques. El primero lo relaciona con la vigilancia o expectativa, también llamado sesgo pre-atentivo, en el cual se produce una orientación hacia material de carácter amenazante de probable aparición (Broadbent y Broadbent, 1988). Es decir, el fenómeno básico de sesgo atencional consiste en la atención preferente hacia estímulos indicadores de peligro o amenaza potencial, en comparación con estímulos emocionalmente neutros, particularmente cuando unos y otros se presentan de modo concurrente.

En segundo lugar, el conocido como sesgo de procesamiento del estímulo, en el que la atención se centra en procesar un estímulo presente de carácter negativo (Bradley, Mogg, Falla y Hamilton, 1998). Es decir, ante situaciones de peligro, la atención se dirige selectivamente a señales relacionables con la amenaza y su evolución.

Estas dos formas del sesgo se relacionan con las dos formas de atención propuestas por Posner y Petersen (1990), la atención como un estado de alerta asociada a la detección de un estímulo de probable aparición y la atención orientada al procesamiento de un evento ya presente.

Sesgo interpretativo

El sesgo interpretativo -recordemos, considerar estímulos ambiguos, equívocos, como indicadores de peligro-, se expresa de formas diferentes según el caso: en el trastorno de ansiedad generalizada, es amplio y genérico, referido a múltiples y diversas amenazas; en pacientes afectados por ansiedad de evaluación el sesgo de interpretar negativamente estímulos ambiguos afecta a los relacionados con la valoración o imagen social; en el caso de los hipocondríacos se produce sobre estímulos neutros relacionados con la salud: molestias inespecíficas, dolores de cabeza intrascendentes, etc.

Es más probable que se produzca este sesgo en personas con altos niveles de ansiedad rasgo que se encuentran sometidas a una situación estresante (Mathews y MacLeod, 2002).

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Fuente: J. Carlos Baeza Villarroel. Clínica de la Ansiedad. Psicólogos en Madrid y Barcelona especializados en el tratamiento de la ansiedad.

Video: Sesgos cognitivos Falsacional y Finalístico en Trastornos de Ansiedad. José Carlos Baeza Villarroel. II Jornadas sobre Emociones y Bienestar. Organizadas por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y Estrés (SEAS) y la Fundación Mutua Madrileña (FMM). Madrid: 1,2, 3 de octubre de 2009. Puede descargarlo en Video grabado y difundido por FMM.

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Una introducción

Afrontamiento de la Ansiedad

La actividad de una persona frente a un problema se centra fundamentalmente en resolverlo. Generalmente, es la propia cultura la que provee de los datos, creencias e informaciones sobre las que la persona elabora, más o menos intuitivamente, una estrategia para actuar sobre la propia enfermedad.

Cuando una persona se siente aquejada de una dolencia no se limita, pasivamente, a sufrir sus efectos, sino que procura incidir sobre su curso para regularlo. Se sirve para ello de los conocimientos que tiene sobre la enfermedad, de lo que el sentido común le dice que puede ser más adecuado o inadecuado, de observaciones realizadas sobre sí mismo, de análisis sobre cómo los síntomas y las alteraciones evolucionan en un unas u otras circunstancias, de lo que ve en otros, lo que le dicen, lo que le ha pasado antes, etc.

Antes incluso de consultar con un especialista la persona ha desarrollado sus propias presunciones sobre lo que le acontece, calculado posibles consecuencias en diferentes órdenes, y muy posiblemente, ha tomado iniciativas tendentes a recuperar la normalidad. Esos actos, u omisiones según el caso, esa determinada caracterización de la enfermedad, no son simples accidentes. En tanto en cuanto influyen en el curso de la misma, en la propia concepción de la persona como sujeto enfermo, son parte integrante del proceso de sanar o enfermar. No son, por tanto, aspectos que hayan de quedar fuera de la terapéutica, fuera del estudio y la consideración de los propios especialistas, más atentos por lo común a aplicar sus soluciones partiendo del conocimiento objetivo que tienen de la enfermedad, y su curso.

Por afrontamiento, siguiendo a Lazarus (1984), entendemos aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo.

Las funciones del afrontamiento suelen definirse en relación a aquello que se pretende controlar. Mechanic (1974) habla de tres funciones: afrontar las demandas sociales y el entorno, crear el grado de motivación necesario para tales demandas y mantener el equilibrio psicológico para poder dirigir la energía y los recursos a las demandas externas. Pearlin y Schooler (1978) hablan de función de control situacional y cambio de circunstancias externas, función de control de significados (antes de que el estrés se produzca) y función del control del estrés en sí mismo (cuando éste ya ha aparecido).

Algunos autores -Lazarus y Folkman (1980), George (1974), Kahm y colaboradores (1964)- han distinguido entre un afrontamiento dirigido a manipular o alterar el problema y un afrontamiento dirigido a regular la respuesta emocional a que da el problema lugar (o que da lugar al problema). Aunque a primera vista la distinción parece clara, en la práctica resulta difícil de sostener: primero porque no es adecuado, y quizá ni siquiera posible, definir lo emocional fuera del problema o al revés. Segundo porque cabrían preguntas, por otro lado capciosas, de difícil respuesta como por ejemplo: ¿Centra el sujeto el afrontamiento en el control de la emoción para así abordar mejor el problema, o trata de resolver el problema para no experimentar la emoción? Y entonces ¿a qué dirige el afrontamiento en verdad?. Tercero, en algunos casos la llamada función de afrontamiento del problema y la llamada función de afrontamiento de la emoción pueden coincidir e identificarse: por ejemplo, cuando la amenaza consiste en la valoración negativa que el medio social podría hacer de las manifestaciones emocionales del individuo (en términos de falta de seguridad, personalidad o autocontrol).

A veces se ha distinguido también entre afrontamiento cognitivo y afrontamiento conductual. Basta un solo ejemplo ofrecido por Fernández Castro (1990) para poner de manifiesto la inconsistencia de esta nueva dicotomía:

«En un artículo de Folkman y Lazarus (1988) sobre la relación entre emoción y afrontamiento, se habla, entre otras, de una estrategia de afrontar el estrés que ellos denominan «deployment of attention» y que califican, lógicamente, de actividad cognoscitiva, pero cuando ponen ejemplos aparece lo siguiente: practicar la relajación, hacer «jogging», dedicarse a «hobbies», tomarse unas vacaciones, comer, fumar o dormir. ¿Son estas actividades cognoscitivas? ¿No se debería distinguir entre la morfología de la actividad y su función? En muchos artículos empíricos se confunde la morfología concreta de una actividad con la función psicológica que se supone que cumple».

En rigor, el afrontamiento, en última instancia, se dirige a la satisfacción -o reformulación satisfactoria- de los planes de acción del individuo, en el marco de su sistema de valores y creencias -también reformulables- que les da sentido y dirección, y a la preservación y disfrute de lo que se ha conseguido o le ha venido dado -Status Quo- y es deseable.

Los resultados del afrontamiento son las consecuencias adaptativas del mismo, que aparecen en el ámbito del trabajo y de la vida social, en el de la satisfacción moral o vital y el de la salud del organismo, pudiendo cruzarse de diferentes formas entre si y en diferentes plazos.

Para saber más

FERNANDEZ CASTRO, J. (1990). Un análisis del afrontamiento del estrés; en Carpintero y Carretero M: (Eds.) Psicología técnica: investigación en procesos básicos. Madrid, 1990.

GEORGE, A. L. (1974). Adaptation to stress in political decision making: The individual, small group, and organizational context. En G. V. Coelho, D. A. Hamburg y J. E. Adams (Eds.). Coping and adaptation. Nueva York: Basic Books.

KAHN, R. L., WOLFE, D. M., QUINN, R. P., SNOEK, J. D. Y ROSENTHAL, R. A. (1964). Organizational stress: Studies in role conflict and ambiguity. Nueva York: Wiley

LAZARUS, R. S. (1984). On the primacy of cognition. American Psychologist, 39, 124-129.

LAZARUS, R. S. Y FOLKMAN, S. (1984). Stress, Appraisal and Coping. Nueva York: Springer Publishing Company, Inc. Ed. Española: (1986). Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Martínez Roca, S. A.

PEARLIN, L. I. Y SCHOOLER, C. (1978). The structure of coping. Journal of Health and Social Behavior, 19, 2-21.

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Fuente: Baeza Villarroel, J.C (1994). ISBN: 84-490-0131-5. Ilustración: Francisco García. Clínica de la Ansiedad.

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Estrés Postraumático

Estrés Postraumático: Una presentación del problema

«…Fui violada a los 25 años. Durante mucho tiempo hablé de esa violación a un nivel intelectual, como si fuera algo que le hubiera pasado a otra persona. Yo sabía muy bien que me había pasado a mí, pero sencillamente no tenía esa sensación. Durante un tiempo me saqué el bulto de encima…

…Posteriormente, empecé a tener recuerdos retrospectivos. Me llegaban como un golpe de agua. Estaba aterrorizada. Repentinamente comencé a revivir la violación. Cada momento era sobrecogedor. Sentía que mi cabeza se movía un poco, sacudiéndose, pero eso no era verdad. Me sofocaba o se me secaba la boca y mi respiración cambiaba. Estaba como suspendida. No sentía el cojín sobre el cual estaba sentada o que mi brazo estaba tocando un mueble. Parecía estar dentro de una burbuja como si flotara. Era de dar miedo… «

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es una condición debilitante que sigue a un evento de terror. Frecuentemente, las personas que sufren de TEPT tienen persistentemente recuerdos y pensamientos espantosos de su experiencia y se sienten emocionalmente paralizadas, especialmente respecto de personas que antes estuvieron cerca de ella. El TEPT, conocido antes como sobresalto por proyectil o fatiga de batalla debido a que se diagnosticó inicialmente a veteranos de guerra, puede ser el resultado de diversos incidentes traumáticos: rapto, graves accidentes como choques de automóviles o de trenes, desastres naturales como inundaciones o temblores, ataques violentos tales como asaltos, violaciones o tortura, etc. El evento que desata este trastorno puede ser algo que amenace la vida de esa persona o la vida de alguien cercano a ella. O bien, puede ser algo que vio, como por ejemplo la destrucción en masa después de la caída de un aeroplano.

Cualquiera que sea la razón del problema, algunas personas con TEPT vuelven a vivir repetidamente el trauma en forma de pesadillas y recuerdos inquietantes durante el día. Pueden también experimentar problemas de sueño, depresión, sensación de indiferencia o de entumecimiento o se sobresaltan fácilmente. Pueden perder el interés en cosas que antes les causaban alegría y les cuesta trabajo sentir afecto. Es posible que se sientan irritables, más agresivas que antes o hasta violentas. Ver cosas que les recuerdan el incidente puede ser molesto, lo que podría hacerles evitar ciertos lugares o situaciones que les traigan a la mente esas memorias. Los aniversarios de lo que sucedió frecuentemente son muy difíciles.

Sucesos ordinarios pueden servir de recordatorios del trauma y ocasionar recuerdos inquietantes o imágenes intrusas.

El TEP puede presentarse en cualquier edad, incluyendo la niñez. El trastorno puede venir acompañado de depresión, de abuso de substancias químicas o de ansiedad. Los síntomas pueden ser ligeros o graves; las personas pueden irritarse fácilmente o tener violentos arranques de cólera o de mal humor. En casos severos, los afectados pueden tener dificultad para trabajar o para relacionarse. En general, los síntomas pueden ser peores si el evento que los ocasiona fue obra de una persona, como en el caso de violación, en comparación con hechos de origen natural como es una inundación.

Un recuerdo retrospectivo puede hacer que la persona pierda contacto con la realidad y vuelva a vivir el evento durante un período de unos segundos o por horas o, muy raramente, por días. Una persona que tiene recuerdos retrospectivos, que pueden presentarse en forma de imágenes, sonidos, olores o sensaciones, generalmente cree que el evento traumático está volviendo a repetirse.

No todas las personas traumatizadas sufren un verdadero caso de TEPT o incluso algunas no lo experimentan en absoluto. Se diagnostica TEPt únicamente si los síntomas duran más de un mes. En aquellas personas que tienen TEPT, los síntomas generalmente comienzan tres meses después del trauma y el curso de la enfermedad es variable. Hay quienes se recuperan dentro de los siguientes 6 meses; a otros, los síntomas les duran mucho más tiempo. Algunos casos pueden cronificarse. Ocasionalmente, la enfermedad no se detecta hasta varios años después del evento traumático.

Los medicamentos antidepresivos y los que se recetan para aminorar la ansiedad, pueden disminuir los síntomas de la depresión y los problemas de sueño; y la psicoterapia, en particular la terapia Cognitivo-conductual, forman parte integral del tratamiento. En ocasiones el exponerse a lo que el trauma recuerda, como parte de la terapia, por ejemplo, regresar a la escena de una violación, puede ayudar. Además, el apoyo de los familiares y amistades puede agilizar la recuperación.

(Esta información sobre Estrés Postraumático procede del National Institute of Mental Health)

Para saber más

Bobes, J.; Bousoño, M.; Calcedo,A y Gonzélez,M.P. (2000). Trastorno de estrés postraumático.Barcelona: Masson

Astin,M.C.y Resick, V.E. (1997): Tratamiento cognitivo- conductual del tratorno de estrés postraraumático. En V.E. Caballo (Dir.), Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos.

Video ilustrativo:  Psicología de las experiencias traumáticas I. (UNED-RTVE2)