En las personas que sufren hipocondría, a parte de experimentar una gran ansiedad, el problema básicamente circula entre la malinterpretación de sus síntomas físicos y sus conductas de seguridad al respecto de los mismos. Este círculo les lleva a comprobaciones continuadas sobre sus síntomas o sensaciones y a emplear mucho tiempo en preocupaciones e imaginaciones respecto a “su enfermedad”, el pronóstico, el deterioro que sufrirán, la muerte…etc, con el sufrimiento que ello conlleva.
De manera resumida podemos describir los siguientes problemas en quién sufre ansiedad por la enfermedad:
– Creencias desadaptativas y poco realistas respecto al significado de sus síntomas, como por ejemplo: “estar sano significa no tener nunca ningún síntoma ni malestar”.
– Sobreestimación de la probabilidad de morir por una enfermedad.
– Darle un excesivo valor de realidad a las preocupaciones y pensamientos catastrofistas que tienen respecto a su salud, a una posible enfermedad grave, etc.
– Focalización de la atención en las sensaciones, supuestos síntomas y valoraciones al respecto.
– Respuesta de ansiedad elevada dado que supuestamente se están enfrentando a una enfermedad grave, a un diagnóstico terrible, a la muerte.
– Conductas de seguridad y conductas de evitación: en este sentido hay quien se revisa constantemente, personalmente o a través de consultas médicas, o preguntando a personas cercanas, y hay quien evita ir al médico. Muchas personas, en busca de tranquilización y seguridad, hacen continúas búsquedas por internet, pero lejos de tranquilizarse, suelen acabar más preocupadas y ansiosas. Lógicamente muchas personas evitan toda información sobre enfermedades, ver series o películas relativas a cuestiones médicas y enfermedades.
Todas estas manifestaciones y características de la hipocondría se tratan en terapia para lograr que la persona tenga una respuesta más adaptativa y no sufra ansiedad por la enfermedad. La persona aprende a regular su respuesta emocional excesiva, sus valoraciones catastrofistas y sus conductas de seguridad y evitación.
Fuente: Clínica de la Ansiedad.