Buenos días, tardes o noches.
He notado que en este foro hay mucha diversidad en los casos, y eso de por sí no es reconfortante, ya que mi ideal es que todos pudiésemos disfrutar una vida sana, que conviviéramos en armonía con todo lo que nos rodea: algo muy fantasioso, lo sé.
Mi problema lo he tenido desde siempre, me ha afligido ver el sufrimiento aunque este sea ajeno a las personas que conozco y con las que comparto mi hogar, me ha hecho a veces maldecirme a mi misma o irónicamente, maldecir a los demás, pero a final de cuentas, no puedo evitar identificar como amor a todo aquello que esta vivo a mi conocimiento, y que siente y que se reproduce, me parece algo tan bello.
Me han aconsejado que vea a la naturaleza como lo que es, que si el valor de la vida es mi motivación, no es una muy buena, puesto que la vida decepciona, en muchos casos de maneras fatales a nosotros los humanos, y sin embargo, a aquellas plantas que pudiesen envenenarme y a aquellos animales que no dudarían en matarme, los amo, amo sus procesos y su significado y amo como todo se fue dando en esta tierra de manera que en los ecosistemas se provee todo lo necesario para ellos sobrevivir y prevalecer.
También me pasa con los humanos, tanto que me adentré al mundo de la medicina y decidí entregar mi vida a ello, en según yo, contribuir a que sigan existiendo, en virtud de que, algún día, arreglen todo lo que ha pasado por su causa, y que ha perturbado, el equilibrio sagrado por el cual fueron concebidos.
He soñado, pero sobre todo he sufrido por que parece no haber ningún indicio. Por que no puedo evitar pensar hasta en aquellos afectados, aquellos enfermos, o sanos, que sean niños o adultos, hombres y mujeres, en los inocentes y hasta en los culpables de cosas atroces, por que todo según yo tiene una causa, y no son completamente responsables por sus acciones, al menos no en un grado en el que específicamente, ese sea el fallo de la humanidad concentrado. Pienso que personas así: violadores, asesinos de personas y animales, maltratadores, etc. No son la causa de la verdadera falla en la naturaleza humana, sino su consecuencia.
Hace poco, en mi afán al que algunos le llaman ya obsesión, pase por un acuario, en el que como siempre, no me detuve solo por que si, sino para ver como estaban los peces de allí, dándome cuenta de inmediato, de un pequeño pez betta en una pecera colgada en la pared, en donde el agua se encontraba muy turbia, e inmediatamente surgió en mi el deseo de ayudarlo, aun cuando poco sabia de lo que en verdad necesita un pez. Fue cuestión de días en las que leí absolutamente todo lo que pude encontrar sobre peces betta y pronto invertí dinero en darle esa vida que aun sueño con darle.
Pero en el proceso, por supuesto que me surgió también una angustia terrible, una depresión casi, no lo sé, por que parece ser que este es otro caso en la que la humanidad no aprende de sus errores, (todo esto es a consideración mía).
Encontrando que estos animalitos, son reproducidos, maltratados y vendidos como objetos, adornos de una casa, y hasta en mi país, como símbolo de lujo. Me empece a llenar de una tristeza inaudita al pensar en que este ser, esta vivo, esta respirando y come y desea más, quiere ser libre.
Mientras nosotros aun estamos encontrando diversas formas para replicar lo que la naturaleza les ha dado.
Me ha entrado un conflicto enorme al contribuir a que estos seres vivos, estén aquí, en vez de los estaques a los que pertenecen, en los que no requieren de un humano que les construya un filtro, que les alimente, y que en caso de sentirse curioso o “benévolo”, les de la oportunidad de tener crías.
Ahí donde la naturaleza nos dicta y nos recomienda no tenerlos en una constante tortura.
He sufrido por las matanzas de animales para obtener su carne, he visto a perros morir atropellados y hasta apaleados, también a gatos, he presenciado sin duda alguna como nosotros los humanos sucumbimos tan fácil ante una enfermedad o herida, pero la diferencia radica, en que ellos y nosotros poseemos gente que nos defienda, quienes se empeñan en darnos una vida digna, por que ahora, lamentablemente, ya pertenecemos a los demás humanos, ya somos dóciles, y ya sabemos a quien agradecer la salvación , aunque eso ya quede a cada quien para su interpretación. Pero en este caso, me ha entrado tanta rabia de ver como aun se sigue queriendo gobernar lo ingobernable, el como hasta la psicóloga con la que iba me dijo que este es solo un pez y que puede vivir perfectamente en una pecera de bola, con unas cuantas bolas de comida y limpiándole una vez a la semana. Me aflige el como hubiese preferido mil veces que este animal estuviese en su hábitat, donde su labor no sea la de sobrevivir en un tanque, sino cazar su comida, mantener su territorio y conquistar pecezuelas, hubiese dado todo lo que tengo, con tal de que él, sus hermanos y sus hermanas, su padre y su madre, y todos los demás peces y criaturas que estén en el poder del humano por mera diversión, se vieran libres, tan libres como creo yo, nosotros jamas vamos a poder ser.
He contemplado hasta el suicidio, he contemplado el ya dejarme consumir por completo por esta decepción, y esta angustia, ya que demuestro ser tan débil, por que no soy fuerte como para ver mas el sufrimiento, me he cuestionado si esto en verdad vale la pena, me duele tanto. Ahora mi familia me apoya en mis ideales, pero me dejan completamente sola a mi, a mis plantas y en ocasiones mis perros también y ahora con la adición de mi pez.
Estoy aquí tan sola con este amor y con este odio, y con esta manera de ver lo que no podre jamas controlar, que lo único que ahora pido, es que ustedes vivan, vivan y salven a la vida, inclusive la mía.