La hipocondría, o ansiedad por la enfermedad, se sustenta, entre otras, en un tipo característico de pensamientos y creencias donde básicamente se sobrestima la gravedad y probabilidad de sufrir una enfermedad y morir.
Algunos ejemplos de estos pensamientos y creencias son:
– Es muy fácil padecer una enfermedad grave, a menudo escuchas o sabes de algún caso.
– Si tengo un dolor que dura varios días, es porque tengo una enfermedad grave.
– Tengo que estar atento/a cualquier sensación porque podría ser el origen o el síntoma de una enfermedad grave.
– No debería notar nada (dolor, sensación “extraña”), eso es indicativo de enfermedad.
– Lo normal debe ser no notar nunca nada. Si notas algo es que estás enfermo/a.
– Estas sensaciones/síntomas son por mi problema de corazón, que todavía no me han diagnosticado.
– Estas sensaciones/síntomas son por un cáncer, que todavía no me han diagnosticado.
– Estas sensaciones/síntomas son por una enfermedad grave, que todavía no me han diagnosticado.
– Moriré pronto.
– Los médicos no han sabido ver/diagnosticar todavía, pero algo grave me pasa.
– Algo va mal en mi cuerpo.
– Si no tengo la enfermedad ya, la tendré en un futuro.
– Tengo diferentes síntomas, y a menudo, que seguro que son de alguna enfermedad grave.
– Tengo mayor predisposición que otras personas.
– Un síntoma siempre indica un problema grave.
– Debo encontrar la explicación exacta de mi síntoma.
La persona con ansiedad por la enfermedad ha podido tener experiencias, propias o de alguien cercano, en relación a enfermedades, errores médicos, etc. A partir de ahí, se aposentan una serie de pensamientos y creencias, como los anteriormente descritos, que se activan ante diferentes circunstancias:
– Si leo sobre alguna enfermedad me empiezo a preocupar por ella.
– Si me explican de alguien que padece una enfermedad grave creo que la tengo o la tendré y me empiezo a preocupar.
– Creo que los demás no se toman en serio mis síntomas. Al final tendré razón y será algo grave, y no me habrán hecho caso.
– No puedo leer sobre enfermedades o noticias sobre muertes.
– Busco por internet a menudo información sobre enfermedades.
– Si noto alguna cosa busco información sobre ese síntoma y su posible relación con cáncer, problemas cardíacos o neurológicos, o enfermedades graves o raras.
En el tratamiento psicológico de la hipocondría, se trabajan estos pensamientos y creencias para lograr que la persona desarrolle pensamientos y creencias más realistas (menos extremistas y catastrofistas) en relación a los síntomas. A menudo también se trabajan las dificultades en relación a la idea de la muerte, a la incertidumbre que representa, y como gestionar mejor esta incertidumbre.
La persona, igual que hace con otras preocupaciones, debe aprender a mejorar su capacidad de distanciarse de sus pensamientos y adoptar una visión crítica de los mismos. Si creemos 100% todas las afirmaciones que antes hemos descrito, es normal que estemos altamente preocupados por la enfermedad y la muerte. Tomar distancia de estos pensamientos y creencias, entendiendo que una parte importante de la ansiedad por la enfermedad son estos propios pensamientos, es un paso relevante en el tratamiento.
Además de todo esto, se trabajan estrategias para regular mejor la ansiedad, para no focalizar la atención en los síntomas y para reducir las conductas de evitación-seguridad-tranquilización.
Fuente: Clínica de la Ansiedad.