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A mi esposo le diagnosticaron ansiedad en marzo del 2017, después de varias visitas al hospital sintiendo que se estaba muriendo por culpa de los ataques de pánico. En ese entonces aun éramos novios y a pesar que yo no podía saber lo que el estaba sintiendo, tratada de entenderlo y estar para el cuando el lo necesitaba, yo me convertí en su mayor apoyo y poco a poco, gracias al medicamento el empezó a hacer su vida normal nuevamente. Muchas veces el trat’o de dejar sus pastillas, pero siempre regresaba ya que la ansiedad no lo dejaba. A partir de varios intentos, sus pastillas se volvieron indispensables y no había dia que se olvidara de sus pastillas Nos casamos en octubre del 2018 y fue durante nuestro viaje de recién casados, la primera vez que el olvidaba tomarse sus pastillas por unos dias y que sentía realmente bien. Yo siempre me alegraba mucho por el, pues siempre supe que el no quería depender de medicamentos toda su vida. Regresamos e iniciamos una vida como esposos, el tenîa dias buenos y dias malos, y siempre tomando sus pastillas con cabalidad. Hasta que llegó la pandemia, el empezó a trabajar desde casa y empecé a notar que como había sucedido en nuestro viaje de novios, el empezó a olvidar tomarse su medicina. Para mi, eso era un signo que el se sentía mejor, que estaba empezando a controlar su ansiedad sin medicamentos y lo logrø, dejo sus pastillas en septiembre 2020. A finales de octubre, el empezó a tener un malestar estomacal y pasaban los dias y no parecía tener mejoría. Fue al hospital, y primero le diagnosticaron parasitos, lo trataron, pero el malestar persistía, por lo que le hicieron una endoscopio y una colonoscopia. Con los resultados le diagnosticaron gastritis emocional, tristemente el me culpo a mi de su enfermedad. El me dijo que sentía que ya no era feliz a mi lado y que simplemente ya no me amaba y que por eso el estaba teniendo esta gastritis emocional. Les puedo decir que nosotros siempre fuimos una gran pareja, éramos verdaderamente felices y nuestro amor era muy grande. Pero como cualquier matrimonio, estábamos pasando por un mal momento, tratamos de buscar ayuda, pero el se dio por vencido. Y un dia empacó sus cosas y se fue de la casa. En un matrimonio, el que quiere razones las encuentra, pues nadie es perfecto. Yo he tratado de arreglar las cosas, pero todo intento ha sido rechazado, principalmente por que cree que su enfermedad gastrointestinal es mi culpa y que si nos divorciamos el se va a curar. A este punto yo ya no se que hacer, pues tengo sospechas que el haber dejado su medicamento le provocó esta nueva enfermedad y lo ha llevado a tomar decisiones impulsivas y a ya no sentir felicidad. A este punto ha bajado ya 30 libras y no acepta mi ayuda, es mas todo lo que viene de mi el lo rechaza. Su ansiedad al parecer desapareció, al menos eso fue lo que el me dijo, pero la gastritis persiste y cada vez que lo veo, lo veo más delgado y con un rostro mas demacrado. Su familia, nunca creyó en la ansiedad como una enfermedad y ahora lo apoyan para que el busque su felicidad. Pero yo tengo mucho miedo que el este enfermo y que no reconozca que es su ansiedad la que lo esta provocando. Estoy aquí buscando ayuda, no solo para entenderlo, sino para poder hablarle, pues cuando he tratado de decírselo, el me dice que el no esta «loco», cuando todos sabemos que la ansiedad es nada mas que una enfermedad

Muchas veces creemos que quien padece de ansiedad es la única persona que la sufre, pero en realidad somos todos los que los queremos la que la sufrimos también. En esta lucha no estan solos.

[:ca]A mi esposo le diagnosticaron ansiedad en marzo del 2017, después de varias visitas al hospital sintiendo que se estaba muriendo por culpa de los ataques de pánico. En ese entonces aun éramos novios y a pesar que yo no podía saber lo que el estaba sintiendo, tratada de entenderlo y estar para el cuando el lo necesitaba, yo me convertí en su mayor apoyo y poco a poco, gracias al medicamento el empezó a hacer su vida normal nuevamente. Muchas veces el trat’o de dejar sus pastillas, pero siempre regresaba ya que la ansiedad no lo dejaba. A partir de varios intentos, sus pastillas se volvieron indispensables y no había dia que se olvidara de sus pastillas Nos casamos en octubre del 2018 y fue durante nuestro viaje de recién casados, la primera vez que el olvidaba tomarse sus pastillas por unos dias y que sentía realmente bien. Yo siempre me alegraba mucho por el, pues siempre supe que el no quería depender de medicamentos toda su vida. Regresamos e iniciamos una vida como esposos, el tenîa dias buenos y dias malos, y siempre tomando sus pastillas con cabalidad. Hasta que llegó la pandemia, el empezó a trabajar desde casa y empecé a notar que como había sucedido en nuestro viaje de novios, el empezó a olvidar tomarse su medicina. Para mi, eso era un signo que el se sentía mejor, que estaba empezando a controlar su ansiedad sin medicamentos y lo logrø, dejo sus pastillas en septiembre 2020. A finales de octubre, el empezó a tener un malestar estomacal y pasaban los dias y no parecía tener mejoría. Fue al hospital, y primero le diagnosticaron parasitos, lo trataron, pero el malestar persistía, por lo que le hicieron una endoscopio y una colonoscopia. Con los resultados le diagnosticaron gastritis emocional, tristemente el me culpo a mi de su enfermedad. El me dijo que sentía que ya no era feliz a mi lado y que simplemente ya no me amaba y que por eso el estaba teniendo esta gastritis emocional. Les puedo decir que nosotros siempre fuimos una gran pareja, éramos verdaderamente felices y nuestro amor era muy grande. Pero como cualquier matrimonio, estábamos pasando por un mal momento, tratamos de buscar ayuda, pero el se dio por vencido. Y un dia empacó sus cosas y se fue de la casa. En un matrimonio, el que quiere razones las encuentra, pues nadie es perfecto. Yo he tratado de arreglar las cosas, pero todo intento ha sido rechazado, principalmente por que cree que su enfermedad gastrointestinal es mi culpa y que si nos divorciamos el se va a curar. A este punto yo ya no se que hacer, pues tengo sospechas que el haber dejado su medicamento le provocó esta nueva enfermedad y lo ha llevado a tomar decisiones impulsivas y a ya no sentir felicidad. A este punto ha bajado ya 30 libras y no acepta mi ayuda, es mas todo lo que viene de mi el lo rechaza. Su ansiedad al parecer desapareció, al menos eso fue lo que el me dijo, pero la gastritis persiste y cada vez que lo veo, lo veo más delgado y con un rostro mas demacrado. Su familia, nunca creyó en la ansiedad como una enfermedad y ahora lo apoyan para que el busque su felicidad. Pero yo tengo mucho miedo que el este enfermo y que no reconozca que es su ansiedad la que lo esta provocando. Estoy aquí buscando ayuda, no solo para entenderlo, sino para poder hablarle, pues cuando he tratado de decírselo, el me dice que el no esta «loco», cuando todos sabemos que la ansiedad es nada mas que una enfermedad

Muchas veces creemos que quien padece de ansiedad es la única persona que la sufre, pero en realidad somos todos los que los queremos la que la sufrimos también. En esta lucha no estan solos.[:]